Heladas y falta de lluvias: cómo impactaron estos dos fenómenos climáticos en la campaña agrícola

El frío extremo en la zona centro del país aceleró las labores de cosecha en el maíz. Mientras tanto, los productores de trigo bajaron los brazos y la siembra ya no sería récord.

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Advierten que por la falta de lluvias en la zona centro, la siembra de trigo se reduce en 200.000 hectáreas. Gentileza Bolsa de Cereales de Santa Fe.

La campaña agrícola 2024/25 en Argentina enfrenta dos desafíos climáticos: heladas severas y una notable falta de lluvias. Estos factores afectaron significativamente la producción de trigo, cebada y maíz, según los informes recientes de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) y la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

Sin pronósticos de agua para los próximos días, cobran cada vez más relevancia las lluvias que se registraron en los meses previos, quizá en lo que fue el último pulso del Niño que ahora es parte del pasado. El presente, donde el agua en suelo vale y mucho, requiere de un gran manejo agronómico para no resignar rendimiento a futuro.

Trigo: un récord frustrado

Inicialmente, se proyectaba una siembra récord de 6,92 millones de hectáreas, sin embargo, la persistente escasez de precipitaciones y las bajas temperaturas ajustaron esta cifra a 6,72 millones de hectáreas. Según indicó la Bolsa de Comercio de Rosario en su último informe semanal, la falta de lluvias en junio y julio, especialmente en regiones clave como el norte de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos, provocó este recorte.

Las heladas afectaron el crecimiento de los cultivos en el norte del área agrícola y demoraron la emergencia de los últimos lotes sembrados en el centro y sur.

En tanto, la BCBA informó que, a pesar de un avance intersemanal del 7,6 %, la siembra de trigo a nivel nacional alcanzó el 92,9 % de las 6,3 millones de hectáreas que proyecta la entidad porteña, muy por debajo de las estimadas por la bolsa rosarina. A la fecha del informe, el 31,7 % del área sembrada presentaba una condición hídrica regular-seca, aunque el 97,2 % mantenía una condición normal-excelente.

Maíz: el frío apuró los planes de cosecha

A nivel nacional, la recolección de maíz grano comercial avanzó a buen ritmo en el centro y norte del país, aunque con progresos más lentos en el sur. Las bajas temperaturas ayudaron a reducir la humedad del grano, permitiendo un avance intersemanal del 7,3 % y un adelanto interanual del 12,1%.

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Maíz tardío en madurez fisiológica, sembrado en Carlos Tejedor, provincia de Buenos Aires. Gentileza: Lic. Dante Garciandía

El norte del área agrícola acumuló malas noticias, puesto que en esa región se reportaron caídas interanuales del 30 al 40 % en el rendimiento cosechado. En estos casos quedó reflejado el impacto de las adversidades tanto bióticas como abióticas.

En contraste, el sur de Córdoba mejoró su rendimiento en un 43,5 % respecto a la campaña anterior. Los productores ya recolectaron el 70,2 % del total estimado, con un rendimiento medio de 66,1 quintales por hectárea y la proyección de producción se mantiene en 46,5 millones de toneladas.

Cebada: alertas por la aparición de enfermedades

La bolsa porteña destacó que la siembra de este cultivo cubrió el 88 % de la superficie proyectada, mostrando un adelanto del 23 % respecto a la campaña anterior. Las labores finalizaron en la región central, excepto en el norte de La Pampa y el oeste de Buenos Aires, donde se deben intensificar las tareas de monitoreo para evitar la propagación de enfermedades.

En esas zonas, se necesitan nuevas precipitaciones para completar los planes de siembra. Y al igual que con el trigo, los últimos lotes sembrados mostraron demoras en su emergencia debido a las bajas temperaturas.

Impacto climático y perspectivas

El invierno de 2024 se perfila como uno de los más crudos de las últimas décadas, donde las temperaturas extremadamente bajas podrían superar las anomalías negativas de 2007 y acercarse a las de 1984. Estas condiciones climáticas, aunque adversas para algunos cultivos, también podrían tener efectos beneficiosos, como la reducción de plagas como la chicharrita, que afectó gravemente a los cultivos de maíz en ciclos anteriores.

Según pudo saber Meteored, los monitoreos que se realizaron hasta ahora confirman que la ola de frío polar disminuyó el impacto de la chicharrita en la zona note de la Argentina.

Ante este panorama, la Bolsa de Comercio de Rosario destacó la importancia de las lluvias de marzo y abril, que permitieron una siembra temprana del trigo en el centro y norte del país. Sin embargo, la falta de precipitaciones en junio y julio generó preocupación sobre el potencial de rendimiento del cereal, especialmente en lotes donde las raíces no lograron acceder a la humedad subsuperficial.

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Lote con trigo en etapa de desarrollo vegetativo, en el centro del departamento San Martín, Santa Fe. Gentileza: Bolsa de Cereales de Santa Fe

Tal como lo advertimos, la campaña agrícola 2024/25 en Argentina estará marcada por la combinación de heladas severas y una preocupante falta de lluvias, panorama que se podría complicar si efectivamente se confirma una Niña a partir de la primavera. Si bien algunos cultivos como el maíz tardío se vieron beneficiados en términos de reducción de humedad del grano y control de plagas, otros como el trigo y la cebada enfrentan desafíos significativos que podrían afectar los rendimientos finales y las proyecciones de producción.