Conflicto humano y ambiental: las emisiones de CO2 en Gaza superan el equivalente a las de 26 países

Un nuevo estudio revela el impacto ambiental del conflicto entre Israel y Hamas, y advierte sobre la falta de información acerca de los estragos ambientales de las guerras.

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Además de los estragos a la vida y la infraestructura, la guerra afecta el ambiente.

Las guerras traen consecuencias dramáticas. Víctimas fatales, destrucción de infraestructura y enormes costos económicos. Hay, además, un impacto que no suele medirse ni atenderse: las consecuencias ambientales de los conflictos bélicos.

Un equipo internacional de investigadores, encabezado por científicos de la Universidad Queen Mary de Londres, analizó las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) derivadas del conflicto actual entre Israel y Hamas en Gaza.

La investigación calculó las emisiones durante tres períodos: las actividades de construcción preparatorias antes del conflicto; las emisiones de los primeros 120 días de guerra activa (octubre de 2023 a febrero de 2024); y las emisiones proyectadas de la reconstrucción futura.

Las cifras son inquietantes: sólo en los primeros 120 días de conflicto, las emisiones de GEI superaron las emisiones anuales totales de 26 países y territorios individuales. Las emisiones oscilaron entre 420.265 y 652.552 toneladas de dióxido de carbono equivalente (tCO2e).

El "dióxido de carbono equivalente" es una medida estándar para todas las emisiones de GEI, ya sean de CO2 u otros gases como el metano.

En este período, que se inició el 7 de octubre de 2023, se desarrolló una intensa actividad militar, que incluyó bombardeos, vuelos de reconocimiento y ataques con cohetes.

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La reconstrucción posterior a los conflictos también genera emisiones que deben medirse, según los investigadores.

Las cifras son incluso peores si se tienen en cuenta las emisiones asociadas a la construcción de la infraestructura de guerra, antes y después del conflicto, tanto por parte de Israel como de Hamás. Considerando estos factores, las emisiones totales de GEI alcanzan entre 47.669.097 y 61.443.739 tCO2e, y superan las de más de 36 países individuales.

“La estimación superior de las emisiones de las actividades de antes, de la guerra y de la posguerra es comparable a la quema de 31.000 kilotones de carbón, suficiente para alimentar unas 15,8 centrales eléctricas de carbón durante un año”, dicen los investigadores en un comunicado.

Se estima que las emisiones asociadas a la reconstrucción de Gaza podrían superar las emisiones anuales de más de 135 países.

Demanda de informes sobre los costos ambientales de los conflictos bélicos

Según estudios anteriores, las operaciones militares son responsables de alrededor del 5,5 % de las emisiones globales de carbono. Sin embargo, hay poca información oficial sobre el tema.

En este nuevo estudio, titulado “Una instantánea multitemporal de las emisiones de gases de efecto invernadero del conflicto entre Israel y Gaza" los investigadores llaman la atención sobre este vacío de información y proponen establecer mejores metodologías para rastrear e investigar estas emisiones.

Sostienen que los países involucrados deberían informar sobre las emisiones militares a través de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), para calcular mejor el impacto climático de los conflictos. Advierten, además, que deberían incluirse los períodos de guerra en las proyecciones climáticas.

El Dr. Benjamin Neimark, coautor del estudio, expresó que “mientras el mundo se enfrenta a la doble crisis del cambio climático y los conflictos militares, comprender y mitigar el impacto ambiental de la guerra es crucial”.

Víctimas fatales, pérdidas económicas y costos climáticos

Desde el inicio del conflicto, murieron más de 35.000 palestinos y 1.139 israelíes. Entre el 54 % y el 66 % de los edificios de Gaza, incluidas viviendas, escuelas, mezquitas y hospitales, fueron dañados o destruidos. El costo financiero para Israel se estima en 50 mil millones de dólares, incluida la reconstrucción de Gaza. El Banco Mundial estima 18,5 mil millones de dólares en daños sólo a estructuras físicas.

“Esta investigación demuestra algunos de los impactos sociales y ambientales a largo plazo de la guerra, y sirve como recordatorio de que los conflictos armados nos acercan al precipicio de un calentamiento catastrófico”, indicó el Dr. Patrick Bigger, coautor del estudio.

Los investigadores esperan que su trabajo impulse más estudios y cambios en las políticas para abordar los costos climáticos de la guerra.



Referencia de la noticia:

Frederick Otu-Larbi; Benjamin Neimark; Patrick Bigger; Linsey Cottrell; Reuben Larbi. A Multitemporal Snapshot of Greenhouse Gas Emissions from the Israel-Gaza Conflict