¿Cómo pueden afectar al clima las grandes erupciones volcánicas?
Algunas erupciones volcánicas pueden afectar el comportamiento de la temperatura. En esta nota te explicamos qué condiciones tienen que darse para que esto ocurra.
En las últimas semanas el mundo fue testigo de erupciones como la del volcán Kilauea en Hawaii, o la mortífera erupción del volcán de Fuego en Guatemala. Es importante decir que estas erupciones son propias del desarrollo de nuestro planeta, y de la dinámica interna de placas tectónicas. Más allá de su espectacularidad, sus efectos son menores a escala global y alcanzan superficies relativamente cercanas.
Algunas erupciones volcánicas pueden interferir en el proceso de ingreso de la radiación solar a la atmósfera terrestre. Pero para que este proceso sea de alcance global, se necesita de erupciones volcánicas de gran magnitud, especialmente las que inyectan material a la segunda capa de la atmósfera, la estratósfera.
Algunas erupciones que enfriaron el planeta
Algunas erupciones pasan a la historia por su magnitud y sus efectos sobre las temperaturas a nivel planetario. En 1815, el volcán Tambora, en Indonesia, hizo una de las erupciones más grandes en los últimos 1500 años. Fue tan grande la cantidad de material inyectado a la atmósfera, que quedó en la historia como el año sin verano por el enfriamiento asociado.
Las heladas primaverales de ese año asociadas al enfriamiento temporario generado por esa erupción, dio lugar a graves pérdidas en las cosechas. También se lo conoció como el año de las hambrunas, por las pérdidas en la producción de alimentos.
Otros volcanes también dieron lugar a enfriamientos temporarios. En 1784 el volcán Laki (Indonesia), hizo erupción durante 8 meses y generó un enfriamiento promedio de 1° C en todo el hemisferio norte. Más reciente, el volcán Pinatubo (Filipinas), en 1991, hizo erupción dando como resultado un enfriamiento de 0,6° C también en el hemisferio boreal.
Qué efectos generan las erupciones volcánicas
La mayor parte de la emisión de los volcanes están compuestos por gases y cenizas. El principal gas suele ser el dióxido de azufre, que en la atmósfera se combina con el vapor de agua.
Este proceso da lugar a la formación de partículas que actúan como espejos, reflejando la luz solar al espacio y evitando que alcance la superficie y de esa manera caliente al aire por encima.
Como resultado final este proceso da lugar a un enfriamiento de aire. Claramente, para que esto ocurra, son necesarias grandes erupciones. Por lo que como conclusión final se puede decir que la mayoría de las erupciones volcánicas solo generan cambios locales y no modificaciones climáticas a escala global.