¡Increíble! Descubren exoplaneta con forma de pelota de rugby
Su particular forma obedece a las fuertes fuerzas de marea entre el planeta y su estrella anfitriona. Las observaciones fueron realizadas por el telescopio espacial Cheops de la Agencia Espacial Europea.
Las observaciones realizadas por el telescopio espacial Cheops de la Agencia Espacial Europea (ESA) concluyeron la presencia de un exoplaneta con forma similar a la de una pelota de rugby.
De acuerdo con los investigadores, se encuentra en la constelación de Hércules y tiene ese aspecto porque ha sido deformado por las fuertes fuerzas de marea entre el planeta y su estrella anfitriona WASP-103.
“Este exoplaneta tarda menos de un día en dar la vuelta a su estrella y su forma es más parecida a la de un balón de rugby que a la de una esfera”, afirma Jorge Lillo-Box, investigador del Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA), que ha participado en la elaboración de este estudio, cuyos resultados se publicaron este martes 11 en la revista Astronomy & Astrophysics. “Habíamos teorizado sobre estas deformaciones planetarias, pero esta es la primera vez que lo constatamos con observaciones”.
La acción de las fuerzas de las mareas
En la Tierra, las mareas en los océanos se deben principalmente a los leves tirones que ejerce la Luna sobre nuestro planeta al orbitarlo. El Sol también hace lo mismo, sin embargo, su gran distancia de la Tierra le impide ocasionar deformaciones importantes en la superficie terrestre.
En este caso, la estrella alrededor de la cual gira este exoplaneta tiene una temperatura similar y es unas 1,7 veces más grande que nuestro Sol. Por su parte, el exoplaneta es un planeta gigante gaseoso con casi el doble del tamaño de Júpiter y 1,5 veces su masa.
De acuerdo con los astrónomos, esta proximidad tan grande puede provocar mareas monumentales, las que deforman el exoplaneta y hacen que tenga esa forma alargada tan característica.
Utilizando nuevos datos del telescopio espacial Cheops de la ESA, combinados con datos anteriores obtenidos por el Telescopio Espacial Hubble y el Telescopio Espacial Spitzer, la comunidad astronómica ha podido detectar cómo las fuerzas de marea deforman al exoplaneta WASP-103b, dándole una forma ovalada. Estos datos se han complementado con imágenes de alta resolución espacial del instrumento AstraLux, en el Observatorio de Calar Alto (Almería), gracias a los cuales se ha podido confirmar el origen de la señal.
Misterios latentes en torno al descubrimiento
El descubrimiento de WASP-103b mantiene aún misterios sin resolver. Las interacciones de marea entre una estrella y un planeta del tamaño de Júpiter tan cercano deberían hacer que el período orbital del planeta se acorte, acercándolo gradualmente a la estrella antes de que finalmente sea engullido por esta.
Sin embargo, las mediciones de WASP-103b parecen indicar que el período orbital podría estar aumentando y que el planeta se está alejando lentamente de la estrella. Esto indicaría que, además de las fuerzas de marea, debe haber otro factor que esté influyendo en el planeta.
“El equipo ha planteado la posibilidad de la presencia de una estrella compañera que pueda afectar a la dinámica de movimientos del sistema o hacer que la órbita sea ligeramente elíptica”, afirma David Barrado, investigador del CAB. “No hemos podido confirmar ni refutar esta posibilidad, por lo que será necesario llevar a cabo más observaciones del sistema con el fin de desvelar qué está haciendo que el planeta se aleje de la estrella”.