90% de la población mundial afectada por el calor extremo y las sequías
Juntos, el calor y la sequía, son unos de los mayores peligros para la humanidad. Se prevé que el calentamiento global intensifique diez veces estos fenómenos bajo la vía de emisión más alta, dice un nuevo informe.
El estudio publicado en Nature Sustainability dice que las amenazas combinadas de calor y sequía ponen a la sociedad y los ecosistemas en un riesgo mucho mayor que cuando cualquiera de ellos se considera de forma independiente.
Cambio climático: olas de calor y sequías más frecuentes
Más importante aún, los países del hemisferio sur se verán más afectados por estas condiciones climáticas extremas. “América del Sur, el Cuerno de África, el sur de África, el Medio Oriente, el este de China y el norte de la India podrían experimentar riesgos más graves de peligros de sequía por calor que otras regiones. Hemos proyectado una tendencia de intensificación constante [de las condiciones] a lo largo del siglo XXI. Pero encontramos que a partir de 2060, la tasa de intensificación aumentará”, dijo Jiabo Yin, autor principal del artículo.
El aumento en la frecuencia de estas amenazas conjuntas, que se consideran una consecuencia directa de las emisiones de gases de efecto invernadero, pueden tener impactos socioeconómicos y ecológicos severos que podrían agravar las desigualdades sociales, ya que se prevé que tengan impactos más severos en las personas más pobres y las áreas rurales. “Se prevé que más del 90 % de la población mundial y el PIB estén expuestos a riesgos cada vez mayores en el clima futuro, incluso en el escenario de emisiones más bajo”, aclaró el autor.
Además, los investigadores temen que los eventos compuestos futuros afecten de manera desproporcionada el sumidero de carbono terrestre global y socaven la capacidad del planeta para reducir el dióxido de carbono en la atmósfera. “El sumidero de carbono terrestre depende en gran medida de la fotosíntesis de las plantas, que necesita agua, energía, nutrientes, etc. En un futuro cálido, se prevé que las olas de calor y las sequías se produzcan con mayor frecuencia, lo que limitaría el suministro de agua para la fotosíntesis de las plantas y, por lo tanto, limitaría el sumidero de carbono. Además, las condiciones de calor y humedad del suelo seco afectarían la función de la raíz de la planta, lo que también afectaría la absorción de carbono de la planta”, explicó Yin.
La alarma se enciende porque estos efectos podrían desencadenar un círculo vicioso de retroalimentación en el que las emisiones de dióxido de carbono provocan aún más calor extremo y sequía, lo que a su vez libera más dióxido de carbono a la atmósfera.