A 50 años de la llegada del hombre a la Luna: revivilo paso a paso
La NASA celebra 50 años de la exitosa misión lunar Apolo 11, en la que el hombre pisó por primera vez la Luna. En esta nota te contamos los detalles de la gran odisea para que puedas revivir el momento, o recrearlo en tu imaginación si todavía no habías nacido.
Han pasado 50 años de aquella mañana del 16 de julio de 1969, cuando tres astronautas: Neil A. Armstrong (comandante), Edwin E. Aldrin Jr. (piloto del módulo lunar “Eagle”) y Michael Collins (piloto del módulo de mando “Columbia”), despegaron a bordo del enorme cohete Saturno V (de más de 110m de altura), desde el Complejo de Lanzamiento 39 del Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral, Florida, EE.UU., rumbo a la Luna. Así comienza la historia de Apolo 11, que se convertiría en una osada y exitosa misión espacial, coronada con la llegada del hombre a la Luna.
El viaje de ida
Saturno V es un cohete de múltiples fases, esto indica que se va desprendiendo durante el vuelo de las partes que ya cumplieron su función en esta difícil misión lunar. Volaron un poco más de dos minutos y ya se encontraban a 67 km de altura, en ese momento los motores se apagan y una importante parte de la nave es liberada (como estaba previsto), cayendo en el Océano Pacífico. Saturno V sigue su viaje, a 175 km de altura se suelta el pequeño cohete de escape que ya no les sería necesario y el módulo correspondiente a la fase 2.
Comienza la tercera fase cuando la nave logra posicionarse en una órbita de estacionamiento en el espacio exterior a 190 km de altura, allí permanece orbitando alrededor de la Tierra por un poco más de dos horas, mientras eso ocurre se chequea que todo siga funcionando de la manera prevista. La misión Apolo 11 recién estaba a menos de 200 km de casa y todavía debía recorrer más de 384 mil kilómetros para llegar a la Luna, es así como se encienden nuevamente los motores de la fase 3 para realizar la inyección translunar. En esta maniobra se le imprime propulsión hasta que la nave se coloca en la trayectoria que los lleva hacia nuestro satélite natural. Durante este recorrido la nave alcanza una velocidad de 3700 km/h, pero cuando se encuentra lo suficientemente cerca de la superficie lunar como para ser atraída por su fuerza de gravedad alcanza 9000km/h.
Luego de cuatro días de vuelo, llegó el instante de la maniobra de inserción a la órbita lunar que se realiza en la cara oculta de la Luna. Este fue uno de los momentos de máxima tensión para todos los involucrados, tanto para los tres astronautas como para los profesionales que operaban en simultáneo desde el Centro de Control en Houston de la NASA, porque sabían que desde ese lugar la tripulación quedaría “sola” sin comunicación posible con la Tierra, mientras se enciende el motor del módulo de servicio por unos breves minutos para desacelerarlo y quedar perfectamente orbitando a unos 110 km de la corteza lunar.
Llega otro de los momentos de máxima tensión, Armstrong y Aldrin (los dos astronautas del grupo que fueron elegidos para pisar suelo lunar), deben moverse de lugar y pasar del módulo de servicio hacia el módulo lunar Eagle (Águila, en inglés). Luego de dar 13 vueltas alrededor de la Luna, Eagle extendió sus patas y se desprendió del resto de la nave dejando en soledad al piloto Collins, quien permaneció orbitando dentro del módulo de mando “Columbia”.
El alunizaje
Comienza ahora la fase de inserción de la órbita de descenso, durante los siguientes 30 segundos el Eagle enciende los motores de descenso iniciando una caída lenta hacia superficie, mientras se aleja cada vez más del Columbia. Llegó el momento más esperado, la fase de iniciación del descenso final.
El módulo Eagle vuelve a encender sus motores cuando se encuentra a sólo 15 km de la superficie lunar con el combustible justo para alunizar, por lo tanto debe hacerlo pronto. Armstrong utiliza su gran capacidad profesional para evitar una zona rocosa complicada, y finalmente logra alunizar sobre el llamado Mar de la Tranquilidad ese victorioso 20 de julio de 1969. Mientras tanto en la torre de control desbordaban de alegría, y unas 650 millones de personas en todo el mundo seguían por televisión la transmisión en vivo de semejante acontecimiento. Entrando aquí o aquí podrás revivir a lo largo de esta semana lo que pasó hace 50 años atrás, pero como si fuera en tiempo real.
Caminata lunar
Los dos astronautas permanecieron por más de seis horas dentro de la nave hasta que estuvieron completamente listos para salir al exterior. El primero en pisar la Luna fue el comandante Armstrong, seguido de ese momento histórico el piloto Aldrin se sumó y juntos emprendieron una recorrida memorable por más de dos horas por suelo extraterrestre. Durante ese periodo tenían varias tareas asignadas, debían recolectar todo tipo de muestras e instalar instrumental científico, como por ejemplo: el primer sismómetro sobre la superficie de la Luna, con sus necesarios paneles solares, y una matriz retrorreflectora de medición láser lunar.
Por supuesto también tuvieron tiempo de dejar colocada la bandera de los Estados Unidos como símbolo de conquista de la Luna, una gran hazaña en plena Guerra Fría, ya que hasta ese momento la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) venían superado a los estadounidenses en la conquista del espacio.
De regreso a casa
Cumplida la misión los astronautas vuelven al módulo lunar, y luego de 13 horas se produce el despegue. El módulo de descenso ya no tiene función alguna, así que lo abandonan en la superficie. Comienza la ascensión del Eagle en tiempo y forma totalmente calculados para que se acople nuevamente al Columbia dentro de la órbita lunar, es así como Armstrong y Aldrin regresan al módulo de mando exitosamente, reuniendo a los tres astronautas otra vez, desprendiendo el ya innecesario módulo de ascenso y poder regresar a la Tierra.
Desde la órbita lunar comienza la fase inyección transtierra, el módulo de servicio activa por un poco más de 2 minutos sus motores, con esta maniobra se le imprime propulsión hasta que la nave se coloca en la trayectoria que los lleva hacia nuestro planeta. Cerca de nuestra atmósfera se desprende el módulo de servicio, quedando sólo activo el módulo de mando con la tripulación dentro.
Entra en acción ahora el escudo térmico que posee el módulo de mando, su función es proteger a la tripulación de los 3000°C que alcanza la nave al entrar en contacto con nuestra atmósfera. La que cumple un papel primordial ahora, es la fuerza de fricción que le ejerce el aire a la nave mientras la va desacelerando en su caída. Este freno natural evita que la nave se estrelle a una velocidad de 40.000 km/h.
Cuando la cápsula se encuentra a 3 km de la superficie, se abren los tres paracaídas que permiten a la nave posarse sobre las aguas del Pacífico, dando un final feliz a esta misión. Luego de una odisea fabulosa e histórica que se dio gracias a la dedicación previa de miles de personas trabajando en conjunto, y 195 horas de máxima tensión a 384.400 km de la Tierra: Neil, Edwin y Michael estaban de regreso en casa. Sin dudas estaban colmados de emociones indescriptibles, porque acababan de atravesar el mayor suceso de sus vidas, como protagonistas de un gran paso para la humanidad.