Actualización: erupción del volcán Mauna Loa, una amenaza latente
Las nuevas erupciones del volcán Mauna Loa están en una delgada línea entre ser el “atractivo turístico” y una real amenaza para los aldeanos de la isla Grande de Hawái. Te contamos los peligros potenciales, cómo y cuándo.
El 27 de noviembre a las 23.30 (hora local), el volcán Mauna Loa en el archipiélago de Hawái entró nuevamente en erupción luego de 38 años. La lava comenzó a brotar dentro de la caldera, horas después la erupción había migrado hacia el flanco noreste del volcán, donde unas fisuras situadas a gran altura alimentaban las coladas. A diez días del inicio, los flujos de lava junto con nubes de gases y cenizas aún son protagonistas en la isla paradisíaca.
Recordemos que Hawái es un archipiélago puramente de origen volcánico, todas sus islas se formaron por la acción de los volcanes que surgían del fondo del mar a partir de una fuente de magma denominada "punto caliente", ubicada en el océano Pacífico central. El Mauna Loa es uno de los cinco volcanes que juntos forman la Isla Grande de Hawái, y de hecho es el más grande, ya que ocupa la mitad de la superficie de esa isla.
¿Atracción turística segura?
Las lenguas de lava de hasta 60 metros de largo junto a las rocas incandescentes estallando y la pluma de cenizas, atraen por estos días a turistas que buscan desde el parque nacional unas vistas “espectaculares” del evento. Pero, de manera simultánea esta situación está sacando a la luz malos recuerdos, y un estado de alerta entre algunos residentes de Hawái que ya han pasado por desgarradoras experiencias volcánicas en el pasado.
Aún no se han emitido órdenes de evacuación y los flujos de lava parecen no amenazar poblaciones cercanas, el Observatorio Vulcanológico de Hawái espera que las coladas se mantengan en la zona de la dorsal noreste, que forma parte del Parque Nacional de Los Volcanes. Sin embargo, varios vulcanólogos advirtieron que esta aparente situación inofensiva podría cambiar rápidamente.
Actualización del estado de la erupción
Según el informe publicado por el USGS, este miércoles 7 de diciembre de 2022 a las 02:36 UTC, el nivel de alerta actual es de 'ADVERTENCIA', con código de color de aviación actual: 'NARANJA'. Continúa la erupción de Mauna Loa en la zona noreste del Rift. Una fisura activa (fisura 3) está alimentando un flujo de lava pendiente abajo que viaja hacia el norte, hacia la autopista Daniel K. Inouye (Saddle Road), que ha llegado a un terreno relativamente más plano y se ha desacelerado significativamente en los últimos días, como se esperaba.
El flujo de lava permanece activo y se suministra continuamente desde el respiradero de la fisura 3. En la mañana del martes 6 de diciembre el frente de flujo estaba a aproximadamente 3.1 kilómetros de Saddle Road. El flujo de lava avanzó a una velocidad promedio de aproximadamente 21 metros por hora, durante las anteriores 24 horas, esta tasa es aproximadamente el doble de la de los últimos días.
Las tasas de emisión de dióxido de azufre (SO2) de aproximadamente 120 mil toneladas por día se midieron el 4 de diciembre de 2022, y siguen siendo elevadas en este momento. El gas volcánico se eleva alto y verticalmente hacia la atmósfera antes de ser arrastrado hacia el oeste a gran altura, generando 'vog' (contaminación volcánica del aire) en áreas a favor del viento (ver pronóstico de dispersión).
Los fragmentos de cabello de Pele (hebras de vidrio volcánico) están siendo arrastrados a grandes distancias y se ha informado que se encuentran en la lejana Honoka'a.
El temblor (una señal asociada con el movimiento de fluidos bajo la superficie), continúa debajo de la fisura actualmente activa. Esto indica que todavía se está suministrando magma a la fisura y es probable que la actividad continúe mientras veamos esta señal.
Los peligros del volcán Mauna Loa
La emisión de SO2 es elevada y puede provocar dolores de cabeza, ardor en los ojos y garganta, hasta inconvenientes graves en personas con asma u otros problemas respiratorios.
Las partículas de vidrio que se generan cuando la lava ardiendo se enfría rápidamente, forma partículas de vidrio llamadas “Cabello de Pele” y “Lágrimas de Pele” (por la diosa hawaiana de los volcanes), pueden ser muy afiladas y lastimar los ojos.
Mauna Loa es un volcán que tiende a emitir lavas muy líquidas que fluyen con rapidez por el terreno, por eso es vigilado con detalle. Por fortuna la ladera noreste no tiene pendiente muy pronunciada, además los kilómetros de selva húmeda que se extienden entre el volcán e Hilo, (la mayor ciudad de la isla, con 45 mil habitantes), pueden servir de barrera natural para las coladas.
Existe la posibilidad de que la lava llegue a la ruta Saddle Road que conecta el este con el oeste de la Isla Grande, si este camino se corta podría traer serios contratiempos y situaciones de caos y mayor alerta. La concejala del condado de Hawái, dijo que le preocupan los grandes camiones con mercadería que cruzan puentes costeros antiguos y algo deteriorados por el paso del tiempo.
Los vulcanólogos estiman que, si la lava sigue avanzando lentamente, podría llegar a la carretera la próxima semana. Pero su camino es impredecible, hay muchas variables en juego y se espera que la dirección y el tiempo de los avances del flujo cambien de horas a días.
Importante investigación astronómica en peligro
El cierre de Saddle Road también podría afectar la llegada de los científicos e la destacada investigación astronómica en la cumbre del vecino Mauna Kea, un pico de 4213 msnm, que junto al Mauna Loa alberga algunos de los telescopios más avanzados del mundo.
El Observatorio Gemini Norte cuenta con el Telescopio Gemini Frederic C. Gillet ubicado en el volcán inactivo Mauna Kea, junto a otros 12 telescopios de altísima tecnología. Esa ubicación ofrece excelentes condiciones de visión (atmósfera estable, seca y rara vez nublado), por lo que la nube de cenizas debe estar continuamente monitoreada.