Alerta por tormentas fuertes: consejos para salir a la ruta y conducir con seguridad
El fin de semana largo movilizará muchas personas por las rutas de Argentina. El pronóstico anuncia un evento meteorológico adverso… ¿qué consejos hay que tener en cuenta para aumentar nuestra seguridad al conducir?
El viajar es un placer dicen, aunque a veces la situación puede tornarse, imprevistamente o no, un poco más estresante. Uno de estos factores que puede atentar contra el disfrute y la seguridad en el viaje es la meteorología adversa, cuando nos sorprende en el camino o aún cuando estaba planificada pero no queda más remedio que sortearla ante la imposibilidad de posponer el desplazamiento.
En la previa a un fin de semana largo de cuatro días en Argentina debido a un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo, muchas personas tienen planes de salir a la ruta, pero hay un escollo que cada vez va tomando más forma en esta semana: la previsión de un evento de varias horas con lluvias abundantes y tormentas fuertes en el centro del país.
Alertas de nivel amarillo y naranja ya se activaron en la región más densamente poblada de la Argentina, y la situación meteorológica adversa abarcará en el inicio del fin de semana largo a varias de las rutas más transitadas y sectores habitualmente más visitados, como la Costa Atlántica bonaerense, Ciudad de Buenos Aires, Rosario y Córdoba.
Pronóstico adverso: ¿podemos posponer el viaje?
Varios estudios afirman que cuando llueve, las probabilidades de tener un accidente de tránsito se incrementan en un 70 % con respecto a un día despejado, debido a varios factores como la visibilidad reducida y el asfalto mojado que proporciona una menor adherencia.
Conducir en condiciones de lluvia no es una tarea sencilla, y es recomendable tener a mano una serie de consejos que permitan aumentar la seguridad nuestra y la de terceros.
El mejor consejo, y el más seguro ante una situación de alerta meteorológica por fenómenos que pueden ser fuertes, es quedarse en casa y evitar conducir, demorando la partida hasta tanto no hayan mejorado las condiciones o el pronóstico anuncie un panorama más alentador.
Aún así, puede pasar que la lluvia o tormenta nos sorprenda imprevistamente en el camino. En ese caso, lo aconsejable es detenerse de manera segura hasta que el fenómeno amaine o cese. Lo recomendable es hacerlo en un lugar de abastecimiento como una estación de servicio, pero si no queda más remedio que tener que detenerse al costado de la ruta, procurar mantener la buena visibilidad para los otros y permanecer dentro del interior del automóvil en caso de actividad eléctrica.
Conduciendo bajo la lluvia: ¿cómo evitar el ‘aquaplaning’?
Una tercera posibilidad es que nos veamos impedidos de demorar el viaje o frenar en el camino, sin mas remedio que conducir bajo estas condiciones adversas. En este caso, se recomienda como medida más elemental reducir la velocidad, sin intentar frenar ni hacer maniobras bruscas a riesgo de provocar un incontrolable cambio en la trayectoria del vehículo. De esta manera, estaremos reduciendo drásticamente la posibilidad de aquaplaning.
Se origina en el umbral físico donde el neumático pierde contacto y empieza a patinar sobre la capa de agua que recubre el asfalto. La velocidad y la cantidad de agua serán los desencadenantes principales de este fenómeno que genera una situación de peligro en la que el conductor pierde el control sobre el vehículo, afectando a la dirección, frenada y aceleración.
Un detalle importante a saber es que el inicio de la lluvia es uno de los momentos más peligrosos, dado que las primeras gotas se unen al polvo y la suciedad de la calzada y se forma una capa deslizante que resulta muy peligrosa.
La importancia de los neumáticos para evitar el aquaplaning
Un factor clave en estas circunstancias para asegurar el agarre al asfalto son los neumáticos. En el diseño de las bandas de rodadura, que es la parte de la rueda que está en contacto con el asfalto, toman especial importancia una serie de surcos, encargados de canalizar y evacuar el agua hacia el exterior. Esto tiene el efecto de ‘secar‘ el asfalto por donde se circula, manteniendo así la adherencia necesaria para controlar el vehículo.
Pero cuando por alguna circunstancia, como la propia velocidad o el exceso de agua sobre la calzada, los surcos de evacuación no logran realizar correctamente su trabajo, el neumático deja de estar en contacto directo con el firme y entonces se desencadena el temido aquaplaning.
Por esto, es prioritario antes de un viaje realizar un buen chequeo de las cubiertas, controlando el estado de desgaste y la profundidad de los surcos de la banda de rodadura, y asegurando la correcta presión dado que un valor inferior a lo recomendado aumenta el riesgo de aquaplaning sobre asfalto mojado
Conducir con luces y aumentar la distancia de seguridad
Circular con luces bajas es una obligatoriedad en nuestras rutas, sin embargo, esto no siempre se cumple. Esto se vuelve prioritario bajo situaciones de precipitación en un día que oscuro en el que puede dificultarse la percepción, especialmente de automóviles grises o plateados. Llevar las luces ayudará al conductor a ver más lejos y a que lo vean desde mayor distancia, incrementando la seguridad de todas las partes.
Mantener una distancia de seguridad prudencial es otra manera efectiva de reducir accidentes. En caso de tormenta o lluvia intensa, es aconsejable dejar más distancia de la habitual para hacer frente al cambio de comportamiento del vehículo que va delante.