Alerta virus: ¿Qué es el virus Oropouche y por qué es una amenaza emergente para la región?
El aumento en el número de casos registrados y las primeras muertes confirmadas han encendido las luces de alarma sobre una enfermedad para la cual no hay vacunas ni medicamentos.
La fiebre de Oropouche es una enfermedad zoonótica producida por el virus Oropouche, caracterizada por manifestarse de manera similar al dengue. De acuerdo con la información suministrada por el Ministerio de Salud de la República Argentina, el virus Oropouche (OROV) “es transmitido a los humanos principalmente por la picadura del jején Culicoides paraensis. Se encuentra en todo el continente americano, llegando al sur hasta Argentina y Uruguay. Su presencia es abundante en los meses cálidos y lluviosos”.
El OROV presenta dos ciclos de transmisión:
- Silvestre: donde los reservorios del virus son vertebrados (primates, perezosos y roedores), y los mosquitos Culex quinquefasciatus y Aedes serratus y el jején Cu. paraensis son sus principales vectores (al picar al reservorio el mosquito se infecta, y luego transmite la enfermedad al picar a otro animal).
- Epidémico urbano: donde los reservorios son los seres humanos y el vector es el jején Cu. paraensis.
Es en Brasil donde funcionarios del gobierno, han confirmado a fines de julio que dos mujeres en el nordeste del país habían muerto debido al virus del oropouche.
El virus Oropouche
Según la OPS, el Oropouche fue detectado por primera vez en 1955, a orillas del río Oropouche, en el caribeño país insular de Trinidad y Tobago. Hacia 1960, comenzaron a registrarse varios brotes en Brasil, en especial hacia fines del siglo pasado. A principios de este mes, la OPS informó que hasta el 30 de julio se han notificado 8.078 casos confirmados de OROV en cinco países de la Región de las Américas: Bolivia (356), Brasil (7.284), Colombia (74), Cuba (74), y Perú (290).
El Oropouche se confirma mediante pruebas de laboratorio, y en la actualidad no existe una prueba rápida. Esto dificulta su diagnóstico, ya que tiene manifestaciones clínicas similares a las del dengue.
Durante el último trimestre se han notificado casos de OROV en zonas y países donde anteriormente no se habían registrado casos autóctonos. Esto ha motivado las advertencias de la OPS respecto de la propagación del virus: la verdadera trayectoria es desconocida, y por ello el nivel de riesgo para la Región de las Américas pasó a ser “alto” este mes.
También se han notificado de algunos casos en Europa desde junio, en particular desde España, Italia y Alemania. La mayoría de los casos eran de personas que habían viajado a Brasil (el país con más casos reportados: 7.284) o a Cuba (que reportó 74 casos).
La fiebre de Oropouche
La OPS señala que la manifestación del OROV en la mayoría de los casos es de leve a moderada y generalmente con síntomas que suelen resolverse en un periodo de 7 días. Estos son:
- fiebre elevada
- dolor de cabeza
- dolor en la parte posterior de los ojos
- manchas rojas en la piel
- sangrado nasal o de las encías
- nauseas
- vómitos
El abordaje de la enfermedad se centra en el alivio sintomático del enfermo con reposición de líquidos, control de la temperatura corporal y tratamiento de los posibles síntomas. No existe actualmente ningún tratamiento específico para la fiebre del Oropouche.
Dentro de las complicaciones poco frecuentes, se puede desarrollar un cuadro de meningitis aséptica.
Si bien no hay evidencia que el virus se pueda transmitir por otras vías como, por ejemplo, el contacto de la piel o a través del aire, hay evidencia que sugiere que el virus puede pasar de la madre al feto.
¿Cómo prevenirlo?
La mejor manera de prevenir la fiebre del oropouche es evitar las picaduras de los mosquitos. Estas medidas de prevención implican buenas prácticas socio-ambientales, barreras físicas (instalación de mosquiteros) y medidas de protección personal contra las picaduras de jejenes y mosquitos. Entre ellas podemos destacar:
- Las buenas prácticas agrícolas para evitar la acumulación de residuos que sirvan de sitios de reproducción y reposo.
- Rellenar o drenar los recolectores de agua, charcas o sitios de anegación temporal que pueden servir como sitios de oviposición de las hembras.
- Eliminación de la maleza alrededor de los predios para disminuir los sitios de reposo y refugio de los mosquitos y los jejenes.
- Protección de viviendas con mosquiteros de malla fina en puertas y ventanas, de esta manera también se previenen otras enfermedades transmitidas por mosquitos (arbovirosis).
- Uso de prendas que cubran las piernas y brazos, sobre todo en casas donde existe alguien enfermo. Especial atención en personas expuestas, como los trabajadores rurales.
- Uso de repelentes que contienen DEET, IR3535 o icaridina, los cuales se pueden aplicar en la piel expuesta o en ropa de vestir. Se deben usar en estricta conformidad con las instrucciones de la etiqueta del producto.
La crisis climática y la expansión de la deforestación incrementan los riesgos de que las enfermedades tropicales (como el dengue, zika y chikungunya y el oropouche), amplíen su hábitat, haciendo que se desarrollen nuevos ciclos de transmisión urbana de este virus, como ya está ocurriendo en gran parte del planeta.