Argentina: ambicioso plan para aumentar la cantidad de superficie bajo riego

El Plan Argentina Irrigada impulsa una inversión importante para generar infraestructura que aumente la cantidad de hectáreas bajo irrigación en el país. En el primer tramo se piensas incorporar 1,9 millones de hectáreas bajo riego a nivel nacional.

Riego por goteo
La tecnología aplicada al riego permite aumentar el nivel de productividad al tiempo que se resguardan los recursos.

El gobierno argentino anunció la aprobación de un préstamo de 394 millones de dólares para proyectos de irrigación, según informaron las autoridades en un comunicado el viernes pasado. Este plan surge en coincidencia con las fuertes pérdidas agrícolas provocadas por una sequía histórica que ha agravado la ya grave crisis económica del país. El Plan Argentina Irrigada, así el nombre dado al proyecto, fue anunciado la semana pasada en un acto en el Centro Cultural Kirchner de Buenos Aires, con la presencia del presidente Alberto Fernández, junto al ministro de Economía, Sergio Massa, y gobernadores.

El préstamo aprobado forma parte de un plan de desarrollo del regadío que pretende invertir en última instancia unos 2.066 millones de dólares de fondos públicos y casi duplicar la cantidad de tierras agrícolas con sistemas de riego. La economía argentina, que es la la segunda mayor de Sudamérica luego de Brasil, depende especialmente de su enorme sector agrícola, que a su vez es una importante fuente de divisas necesarias para la economía del país.

Según indicó la agencia de noticias Telam, la iniciativa contempla la incorporación de 1,9 millones de hectáreas bajo el nuevo esquema, con una inversión pública de 2.066 millones de dólares para riego tecnificado y la creación de más de 80 mil empleos en diferentes regiones del país. El Plan Argentina Irrigada cuenta con 95 proyectos, algunos en ejecución, distribuidos en todo el país. Desde 2002, la superficie cultivada viene teniendo un incremento progresivo que no se acompaña con la incorporación de riego tecnificado.

El riego aumenta la capacidad de producción

Según datos oficiales, mientras que en América Latina se riega el 10% de la superficie cultivada, en Argentina solamente la mitad. Diferentes factores han desalentado la inversión en sistemas de riego. Este Plan se propone revertir esa situación impulsando el riego sostenible para mejorar la producción, la competitividad y el agregado de valor en todo el territorio nacional.

En datos concretos, Argentina cuenta con una superficie continental de 278 millones de hectáreas. El 70% corresponde a zonas áridas o semiáridas y solamente el 30% a zonas húmedas. Aún en las zonas húmedas la incidencia del cambio climático y las condiciones de variabilidad climática hacen necesaria la inversión en sistemas de riego para afrontar las frecuentes sequías.

De los 42 millones de hectáreas cultivadas en Argentina solo el 5%, es decir 2,1 millones de hectáreas, corresponden a producción bajo riego. El 65% de esta superficie se riega a partir de fuentes superficiales y el resto con aguas subterráneas. Según un estudio que se publicó conjuntamente con FAO (2015) Argentina tiene potencial para expandir la superficie irrigada en 6,2 millones de hectáreas, lo que llevaría el área irrigada a 8,3 millones de hectáreas.

Ya están en marcha 30 proyectos

En la actualidad, de acuerdo a lo indicado por Reuters, ya están en marcha más de 30 proyectos de irrigación en el trío de las principales provincias agrícolas del país, Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, que han sufrido los peores efectos de la sequía. Los proyectos de irrigación se financiarán con fondos que aportará el Estado, sumado a los de organismos multilaterales como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco de Desarrollo de América Latina.

Riego en nogales
La aplicación de riego tecnificado es importante para producciones como la de nogales, mayormente en territorios con menor cantidad de lluvias.

Según datos aportados por BAE Económico, la intensión final es incrementar las exportaciones agroindustriales en 45.000 millones de dólares al año. La irrigación del campo permite incrementar los rindes en hasta un 160%, según estimaciones oficiales. El 5% del área irrigada en el país explica el 13% del producto bruto agropecuario, lo que indica que de esa forma se producen productos de mayor valor o que dan mucha mayor productividad.

El modelo de riego tecnificado ha hecho que un país con clima desértico como Israel se transforme en un gran productor agropecuario. Los proyectos apuntan a la producción de frutas, cerezas, frutos rojos, frutos secos, olivos, viñas y vinos, caña de azúcar, que son cultivos que por hectárea producen mucho más que la agricultura de extensiva. Por su parte, en los cultivos tradicionales, soja, maíz, sorgo, trigo, se va a tener bajo riego un impacto de productividad mucho mayor y se va a llegar a las 18 toneladas de maíz, ocho o nueve de trigo, con 30% más de valor.