Argentina entró en default ambiental desde junio
Desde junio Argentina ya agotó los recursos naturales disponibles para este año. Cómo se miden estos números en rojo a nivel global y nacional, y en qué consiste nuestra deuda ecológica.
Hace unos días atrás, la Fundación Vida Silvestre Argentina, han dado a conocer que nuestro país está atravesando un momento ambiental complicado. Esta organización no gubernamental (de bien público y sin fines de lucro, creada en 1977), tiene como misión proponer e implementar soluciones para conservar la naturaleza, promover el uso sustentable de los recursos naturales y una conducta responsable en un contexto de cambio climático. Desde 1988 está asociada y representa en la Argentina al Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés de World Wildlife Fund), una de las organizaciones independientes de conservación más grande del mundo, presente en 100 países.
El dato que nos acerca la WWF está basado en la “Huella Ecológica”, la cual mide los recursos naturales que tenemos y cómo los utilizamos, informa ahora que se agotaron los recursos naturales disponibles para todo este año en Argentina, ingresando así en “default ambiental”.
Esto indica que por haber utilizado su capital natural y presupuesto ecológico previsto para todo el 2020, ya desde julio y durante los próximos meses el país estará consumiendo los recursos futuros a crédito. Algo así como estar pagando el mínimo de la tarjeta de crédito, expresan a modo comparativo desde Vida Silvestre, para que se comprenda el concepto de default ambiental.
Por supuesto es imposible que dejemos de usar recursos naturales hasta que comience el próximo año y renovemos “los créditos”. Es por eso que mes a mes vamos a ir acumulando deuda para más adelante, hasta llegar a un momento en donde la situación se vuelva lamentablemente insostenible. El Director General de Fundación Vida Silvestre Argentina, Manuel Jaramillo, señala que “estamos consumiendo los recursos naturales de las generaciones venideras”.
El "desarrollo sostenible" se define como la posibilidad de satisfacer las necesidades de las generaciones presentes, sin comprometer las posibilidades de las generaciones del futuro, según el informe de la Comisión Brundtland.
El “Día del Exceso de la Tierra”
Global Footprint Network (GFN), es una organización internacional de sostenibilidad que ofrece conocimientos científicos, para impulsar decisiones de inversión y políticas de alto impacto; es por eso que para generar conciencia y señalar el exceso de velocidad con el que estamos consumiendo los recursos naturales, propone la iniciativa de “El Día del Exceso de la Tierra”. Esta fecha a nivel global para el 2020 se estima para el 22 de agosto, unos días después de lo que ocurrió en el 2019, (considerando la reducción de emisiones ocurrida por el confinamiento social como medida preventiva durante la actual pandemia).
Los especialistas explican que esta fecha se calcula a partir de comparar la suma de todas las demandas de consumo del mundo, frente a los recursos naturales disponibles para solventar ese consumo, y la capacidad de respuesta que tienen los ecosistemas para reponer esos capitales naturales. La presión sin precedentes que los seres humanos y las actividades están ejerciendo sobre los recursos naturales desde hace muchos años (que por supuesto son limitados), nos dan como resultado esta gran deuda ecológica.
Según GFN, a este ritmo de consumo, la cantidad de recursos y servicios del ecosistema requeridos para abastecer las necesidades humanas globales equivalen a ¡1.7 planetas Tierra! La demanda de recursos naturales excede lo que nuestros ecosistemas pueden renovar en el periodo de un año. En términos planetarios, los costos de nuestra deuda ecológica ya se pueden ver reflejados diariamente.
El reflejo de la deuda ambiental
Alrededor del mundo, uno de los ejemplos más evidentes de nuestra deuda ecológica es el cambio climático, una consecuencia de que los gases de efecto invernadero (GEI) de origen antropogénico, se emiten más rápidamente de lo que pueden ser absorbidos por los bosques y los océanos. La pérdida de biodiversidad, la conversión del suelo, la deforestación, la sobre pesca, la escasez de agua y de alimentos, y la contaminación también son producto de la deuda ecológica, señalan desde WWF.
La deuda ecológica en Argentina
Según datos suministrados por GFN, Argentina se encuentra dentro de los países que aún cuentan con “reserva de biocapacidad” (o sea reservas en términos ecológicos, para producir recursos y proveer servicios ambientales). Nuestro país estará ubicado detrás de Brasil, Bolivia, Uruguay y Paraguay.
Pero hay datos alarmantes de nuestro país, porque a pesar de nuestra alta biocapacidad estamos por encima de la media a nivel mundial, marcando el día 26 de junio en el calendario como el Día del Exceso de la Tierra, casi dos meses antes que la fecha global (que como dijimos será el 22 de agosto).
En el informe publicado por Vida Silvestre Argentina, se enumeran algunas de las problemáticas ambientales más duras de Argentina. Desde la sanción de la Ley de Bosques Nativos (2007), se perdieron tres millones y medio de hectáreas de bosques nativos, y sus beneficios asociados. El ritmo promedio ha sido de aproximadamente 300 mil hectáreas deforestadas por año, el equivalente a la superficie de CABA por mes.
Otro asunto que preocupa, es que de un 20 a un 30% de los recursos pesqueros en Argentina se descarta sin vida al mar. Además, el uso de combustibles fósiles es la principal fuente de energía de nuestro país, cómo es sabido la combustión emite GEI y otros contaminantes a la atmósfera, que son los principales causantes del cambio climático y el calentamiento global.
“Estamos convencidos de que que el desarrollo de nuestro país será sostenible, o no será desarrollo. Desde Vida Silvestre y junto con la WWF, estamos promoviendo un nuevo acuerdo entre la naturaleza y las personas de forma urgente para tratar este tema. Sería un excelente primer paso en este sentido”, concluyó Jaramillo.