Argentina ya produce vegetales en la Antártida para abastecer Marambio
A través de los cultivos hidropónicos, Argentina cosecha sus primeros vegetales en el clima hostil de la Antártida, su finalidad es abastecer la dotación Base Marambio que permanece aislada por meses.
Por primera vez Argentina cultiva vegetales en el continente blanco para el consumo propio de la dotación Base Marambio, a través del método de cultivo hidropónico. Científicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Santa Cruz y de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA), trabajan desde el año 2015 en la construcción de la primera planta de producción de vegetales en la zona.
Profesionales del INTA junto a técnicos de la Fuerza Aérea Argentina comenzaron el cultivo de rúcula, perejil y dos variedades de lechuga (Morada y Grand Rapid), en el Módulo Antártico de Producción Hidropónica (MAPHI), instalado en la Base Antártica Conjunta Marambio. De hecho ya lograron consumir las primeras verduras cosechadas en el lugar.
El objetivo principal es abastecer de vegetales frescos y de calidad a la dotación de ese emplazamiento ayudando a una dieta equilibrada, sobre todo entre los meses de abril hasta noviembre cuando la región se vuelve intransitable y no pueden recibir víveres frescos desde América. Tanto el personal civil como militar en Antártida reciben mayoritariamente (por razones obvias) vegetales enlatados o congelados, por lo tanto este avance es sumamente beneficioso porque mejora la calidad de vida de esas personas en la dura tarea diaria que debe desarrollar en ese ambiente tan hostil.
La técnica de producción utilizada para este particular autoabastecimiento es la hidroponía. Actualmente evalúan su funcionamiento y calibran cada elemento para dejar la planta productiva completamente operativa este mes de junio.
¿Qué es y cómo funciona la hidroponía en la Antártida?
Como se imaginarán, cultivar en la Antártida con sus condiciones ambientales y de suelo no es cosa sencilla. La producción es posible gracias a la implementación de la técnica de "cultivar sin suelo", donde existe un medio líquido con disoluciones minerales que aportan los nutrientes a las plantas: la hidroponía.
Hidroponía deriva del griego “Hydro” (agua) y “Ponos” (trabajo), y es una técnica para poder obtener alimentos sin el recurso suelo. Los cultivos hidropónicos se adaptan a cualquier tipo de espacio y condiciones, y eso es justamente lo que se necesita en el continente blanco.
Entre sus cualidades, el cultivo hidropónico destaca la eficiencia en el uso del agua, y que se puede implementar la producción en lugares con suelos de mala calidad y baja disponibilidad de agua, o con condiciones climáticas adversas para la producción, como las que presenta el ambiente antártico.
El módulo de producción se encuentra instalado en un clima polar antártico, con un fotoperiodo extremo y temperaturas máximas medias que en julio pueden llegar a los -11 °C y descender hasta los –20 °C y mínimas de -40 °C.
El proyecto MAPHI
Este proyecto cuenta con una estructura que contempla un módulo de producción MAPHI M5 H, un panel de control y monitoreo remoto, que se encarga de relevar información y manejar parte del proceso productivo, y un programa de capacitación para los operarios del sistema de producción.
El módulo situado en la Base Marambio, consta de un contenedor marítimo de seis metros de largo, con dos sectores de producción con tres niveles cada uno (seis niveles en total) especialmente adaptado, en el que se instalaron numerosos sensores para el seguimiento de las condiciones de producción, como temperatura, humedad relativa, pH, conductividad eléctrica, nivel de agua, consumo eléctrico, estabilidad de la línea, caudal, derrames y humo. Cuenta además con cámaras de alta definición que registran diariamente la evolución de los cultivos.
Los parámetros productivos serán manejados a través de un panel de control que además posibilitará el monitoreo a distancia a través de centros de monitoreo instalados en diversas condiciones. El monitoreo del sistema y la producción se realiza con aplicaciones IoT (Internet de las cosas). Desde aquí podrá acceder al panel de monitoreo en vivo y control en línea del módulo de producción hidropónica.
Los docentes Jorge Birgi y Boris Díaz, investigadores de la UNPA-UARG y el INTA se encuentran realizando tareas de puesta en producción del módulo MAPHI con la ayuda de los miembros de la dotación de la Base Marambio quienes reciben el apoyo remoto, desde el campus universitario de la UARG, de los integrantes del proyecto de investigación "29/A425-1 Internet del Futuro: Aplicaciones de IoT en la Patagonia Austral", del que participó un grupo de docentes investigadores.
“Lograr que vegetales de hoja verde crezcan en uno de los climas más extremos del planeta representa un gran desafío, y no sólo por las cuestiones logísticas y climáticas del lugar, sino por las estrictas normas para la preservación del ambiente, que incluyen la imposibilidad de utilizar el suelo y el correcto tratamiento de los residuos generados por los cultivos”, explica Birgi.
El equipo de trabajo desarrolló e implementó la instalación eléctrica y la electrónica necesaria para el monitoreo local y remoto del módulo de producción, con equipos de bajo costo. También desarrolló el software necesario para el funcionamiento del sistema de monitoreo, con la utilización de software libre.