Ártico: investigadores detectan que la variabilidad climática interanual es cada vez más extrema
La primavera ártica se inicia cada vez más temprano, pero ahora el proceso apunta a una variabilidad interanual más extrema. Estos cambios impactan sobre todas las formas de vida de esa región.
Desde hace más de una década y media atrás ya se indicaba que los cambios en las condiciones climáticas en el Ártico, y en especial en la alta zona ártica de Groenlandia había avanzado a una tasa de cambio que nunca se había observado en tan corto período de tiempo. Muchos cambios en el pasado habían resultado muy extremos pero en procesos que se contaban en milenios, como mínimo.
Ahora, recientes estudios han logrado demostrar que la primavera ártica ocurre cada vez más temprano, y que se ha sido sustituido por una "variación interanual extrema". En un artículo publicado en Current Biology , los autores del trabajo mencionan que el patrón que se conocía se ha borrado por completo, y ahora el momento de la primavera ártica depende de una enorme variabilidad climática, con diferencias drásticas de un año a otro.
En una parte del trabajo comandado por el científico Niels Martin Schmidt, se señala que no hay duda de que el calentamiento global ha dejado una huella en el momento, la fenología, de los eventos de la historia de la vida. Sin embargo, las estimaciones actuales de la tasa de cambio fenológico están fuertemente sesgadas hacia los ambientes templados del norte, con menos estudios de los trópicos y aún menos de las regiones árticas. En términos de análisis globales, este es un desafío particular, ya que algunos sitios tendrán una gran influencia en el patrón general de cambios fenológicos y, por lo tanto, en la percepción del cambio en el Ártico.
Cambios en los patrones estacionales
En las últimas décadas todo indicaba que el patrón estacional en la zona ártica apuntaba rápidamente a un incremento en la cantidad de días del período más cálido, con primavera mas extensas. Este proceso no se analizaba solo desde lo estrictamente meteorológico, sino desde el comportamiento de la fenología de la región. O sea del comportamiento de las diferentes formas de vida y su proceso a lo largo del año.
Ahora lo que se observa es que ese patrón viró rápidamente a otro diferente que consiste en una variación extrema interanual en el inicio de la primavera. Con el cambio climático mundial, el Ártico ha sido señalado como la región que experimenta las tasas de cambio más rápidas. Como consecuencia, se espera que las respuestas biológicas del Ártico, como los cambios fenológicos, superen a las de latitudes más bajas.Hace 15 años, un conjunto de datos de una década de Zackenberg, en el Alto Ártico groenlandés, reveló rápidos índices de cambio fenológico, según consta en el resumen de la investigación publicado por Current Biology. Para explorar cómo ha evolucionado desde entonces el calendario de la fenología primaveral, el trabajo revisó las series temporales de Zackenberg sobre plantas con flores, artrópodos y aves. Tomando como referencia el período completo de 25 años comprendido entre 1996 y 2020, y se observaron escasos cambios de dirección en la cronología de los fenómenos a pesar de los continuos cambios climáticos.
Impactos en la flora y la fauna
A la luz de esos resultados, los investigadores atribuyeron este hallazgo a un cambio en los patrones temporales de las condiciones climáticas, desde el cambio direccional previo a la alta variabilidad interanual actual. Además, algunos grupos de organismos emparentados, o taxones, parecen haber alcanzado los límites de sus respuestas fenológicas, lo que se traduce en una estabilización de las mismas en los años cálidos.
Por ello enfatizan que resultados demuestran la importancia del seguimiento a largo plazo de los taxones de todos los niveles tróficos de la comunidad, lo que permite detectar cambios en las sensibilidades y respuestas y, por tanto, actualizar las inferencias a la luz de la información añadida. En los estudios de Zackenberg ya se había observado que algunos artrópodos emergían hasta 4 semanas antes que al inicio del período de análisis.
Con esa información, el equipo de Schmidt quería conocer cómo había continuado el proceso hasta llegar a la actualidad. En el norte de Groenlandia se observó que ahora el aumento de la temperatura parece haberse estancado, y que la cobertura de nieve fluctúa de manera muy drástica de un año a otro. Seguramente los datos de este 2023 serán importantes ya que el aumento de las temperaturas oceánicas en el Atlántica están generando un impacto muy fuerte en muchos ecosistemas.