Con buen tiempo y humedad en suelo, se afianza la siembra de los cereales de invierno en Argentina
La siembra de los granos finos se activó en los últimos días. Las expectativas en cuanto al ciclo productivo son enormes y sólo en trigo se piensa en una campaña de más de 20 millones de toneladas.
El panorama productivo en la Argentina ofrece distintas realidades según la zona en la que se ponga el ojo. Es que durante los últimos días se observaron lotes con soja tardía (de segunda) en proceso de recolección y otros de maíz tardío (de segunda) en estado de madurez plena pero muy dañado por la presencia de Spiroplasma kunkelii, transmitido por la chicharrita del maíz (Dalbulus maidis).
Al mismo tiempo, avanzaron a paso firme en la zona centro los procesos de implantación de trigo gracias a la bajísima incidencia de precipitaciones y menores porcentajes de humedad ambiente. Así, las actividades agrícolas se desarrollaron sin inconvenientes, de manera constante y regular.
La siembra de trigo avanza a toda máquina
A juzgar por el avance de la campaña y la intención de siembra, el optimismo entre los productores de trigo es total. Esta semana, la Bolsa de Comercio de Rosario conformó que a nivel nacional la implantación podría ubicarse en torno a las 6,92 millones de hectáreas, lo cual representa 1,4 millones más que hace un año.
A partir de estas condiciones, la Bolsa de Cereales de Santa Fe observó un mayor ritmo de trabajo en el proceso de implantación de la cosecha fina y el último informe publicado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) confirmó que “la siembra de trigo ya cubre el 46,3 % de las 6,2 millones de hectáreas proyectadas para esta campaña, marcando un progreso intersemanal de 20,6 puntos porcentuales”. La entidad porteña es más conservadora y proyecta un área menor, sin embargo ese dato se conocerá una vez terminado el ciclo y por ahora son sólo eso, estimaciones de siembra.
El clima será determinante en el ciclo triguero
Las lluvias y la presencia de humedad en suelo son determinantes, por esta razón los mayores progresos se registraron en las zonas del centro y sudoeste del área agrícola, ante la necesidad de cubrir la mayor superficie posible aprovechando la humedad disponible. Desde la entidad rosarina advierten que “con el nivel de tecnología que se aplicaría en este año y si el clima no juega en contra del cultivo, la cosecha podría superar los 21 millones de toneladas. Si eso se logra, sería la segunda cosecha más importante para la historia del cereal.
El volumen estimado sale de tener en cuenta pérdidas de área en torno a 200.000 ha y un rinde promedio nacional de 31,5 qq/ha. Es muy importante destacar que se está observando una gran apuesta en fertilización este año, acorde al nivel de ventas de nitrogenados mayormente dirigidos a trigo”.
La cebada tampoco detiene su marcha
La siembra del cereal ya cubre el 14,5 % de la superficie proyectada. Las labores se concentran principalmente sobre la región central, mientras que sobre los núcleos cebaderos del sur las últimas precipitaciones han mejorado la humedad superficial que permitirán retomar las labores.
Según el último informe de la bolsa porteña, “sobre el sur de La Pampa y sudoeste de Buenos Aires, donde se encuentra la segunda mayor superficie, se registró un importante avance en la siembra temprana de ciertas variedades para evitar el golpe de calor de noviembre. Por otra parte, sobre el núcleo sur, se reportó buena emergencia de los lotes sembrados.
La campaña gruesa se hizo eterna
Según el reporte de la BCBA, la cosecha de soja a nivel nacional transita su recta final. Ya se recolectó el 96 % de la superficie apta y ahora las labores se concentran principalmente sobre el norte del área agrícola y el centro-este de Entre Ríos.
La cosecha de soja de segunda, próxima a finalizar, con rendimientos por encima del promedio histórico, principalmente sobre ambos núcleos, norte de La Pampa, oeste de Buenos Aires y sur de Córdoba. Sin dudas, las precipitaciones ocurridas a partir de la segunda quincena de febrero fueron oportunas para las siembras tardías, permitiendo impactar sobre los componentes del rendimiento.
En cuanto al maíz de grano comercial, en los lotes tardíos del centro agrícola se observaron daños tanto del estrés hídrico y térmico como de la chicharrita. Los datos que llegan desde los lotes en los que se está avanzando con la cosecha no son optimista y pueden ser el presagio de un nuevo ajuste negativo para el cereal por los efectos del spiroplasma.
En cuanto a las proyecciones de producción, al cruzar los datos de las entidades bursátiles se podría decir que se esperan 50,5 millones de toneladas de soja y entre 46,5 y 47,5 millones de toneladas de maíz.