Buena noticia para escaladores y alpinistas: aprueban nuevo medicamento que reduce las amputaciones por congelación
En Estados Unidos disponen ahora de un medicamento que será muy útil en casos de congelaciones graves. ¿Cómo funciona?
La congelación, un enemigo implacable para alpinistas y aventureros que se exponen a climas extremos, ahora enfrenta un nuevo contrincante: el iloprost. Después de rigurosos ensayos clínicos, este fármaco demostró reducir de manera significativa la necesidad de amputaciones en pacientes congelados.
En los casos más graves, la congelación por exposición al frío puede llevar a la muerte del tejido en manos, pies, nariz y otras extremidades, a menudo requiriendo la amputación para salvar la vida del paciente. Y para los deportistas en climas gélidos, esta cruda realidad acecha en cada esquina y amenaza con cambiar sus vidas de manera irrevocable.
La congelación es una lesión térmica que afecta principalmente a las extremidades. Cuando la temperatura del tejido desciende a alrededor de cero grados Celsius, el flujo sanguíneo a través del tejido se ralentiza. Luego se produce trombosis, se forman coágulos dentro de los vasos sanguíneos, lo que posteriormente conduce a la pérdida de suministro de oxígeno al tejido. Con el tiempo, se gangrena y el tejido muere.
El iloprost, una droga sintética desarrollada por primera vez en Alemania en la década de 1980, también conocida con el nombre comercial de Aurlumyn, se administra mediante inyección. Funciona como vasodilatador, lo que significa que dilata los vasos sanguíneos, mejora el flujo sanguíneo y previene el riesgo de coagulación sanguínea.
Se utilizó principalmente para tratar la enfermedad de Raynaud, un trastorno que hace que los vasos sanguíneos de los dedos de manos y pies se estrechen, así como para tratar enfermedades relacionadas con la presión arterial. Un estudio publicado en 1994 fue el primero en probar si el medicamento también podría abrir los vasos sanguíneos atascados como resultado de la congelación. Fue probado en cinco pacientes, recuperando exitosamente sus dedos congelados en todos los casos.
En un estudio más reciente, los pacientes rescatados de grandes altitudes fueron asignados aleatoriamente a tratamiento con buflomedil (otro vasodilatador), iloprost o una combinación de iloprost más otro fármaco que descompone los coágulos sanguíneos. De los 47 pacientes tratados durante 12 años, a ninguno de los 16 pacientes que recibieron la medicación iloprost debieron amputar.
En comparación, nueve de 15 pacientes del grupo de buflomedil y tres de 16 que obtuvieron la combinación necesitaron amputaciones. Este último experimento fue definitivo para que el medicamento fuera finalmente aprobado en EEUU.
Cómo funciona
Si hay un tejido dañado por una lesión térmica con un suministro sanguíneo deficiente, lo primero es intentar calentar el tejido. Pero el problema es que si no hay suministro de sangre, es posible que se caliente el tejido pero no se restablece el suministro de oxígeno al tejido, y eso en realidad sólo acelera el deterioro.
En otras situaciones, como accidentes cerebrovasculares o síndromes coronarios agudos, es posible restaurar la sangre rápidamente, eliminar los coágulos en los vasos sanguíneos pequeños y restablecer así el oxígeno en los tejidos. Para eso se usan agentes trombolíticos, que descompone el coágulo. Pero si un paciente tuvo un accidente y tiene lesiones óseas o de tejidos blandos, administrarse agentes trombolíticos puede provocar más sangrado.
El iloprost, que actúa como vasodilatador más que como agente lítico sobre el coágulo, es una ventaja ante estos últimos casos. Anteriormente, para tratar estas lesiones, los cirujanos vasculares debían cortar los nervios simpáticos para abrir los vasos sanguíneos de las manos o los pies.
Los minutos son esenciales
En caso de congelación, es fundamental aplicar lo antes posible este medicamento. Cada tejido tiene su propia tasa metabólica, y los coágulos pueden afectar a los órganos en poco tiempo. Por tal motivo, los investigadores están intentando localizar todas las unidades médicas cercanas a las montañas más populares para los escaladores, con el fin de disponibilizar esta medicina.
Chris Imray, cirujano vascular de los Hospitales Universitarios de Coventry & Warwickshire en Inglaterra, que ha estado tratando pacientes con este medicamento durante más de una década, también mostró su preocupación por un grupo específico de la sociedad: “La congelación también afecta a las personas sin hogar. Lamentablemente, no generan la misma preocupación que los escaladores de alto perfil, pero pueden sufrir graves lesiones por congelación y terminar con amputaciones.”
Si bien la aprobación del iloprost ha tardado en llegar, su impacto potencial en la prevención de amputaciones por congelación es innegable y nos recuerda que incluso en las condiciones más extremas, la ciencia puede brindar soluciones que cambian vidas.