Buque varado en el Paraná: qué sucedió con el caso sospechoso de viruela del mono

Tras la activación de protocolos internacionales y el aislamiento del buque en el puerto de San Lorenzo, se descartó la presencia de viruela del mono en la tripulación.

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Barco fondeado: el buque permanece sobre el río Paraná, mientras espera permiso para cargar granos.

Esta semana, el Ministerio de Salud de la Nación activó un protocolo de emergencia ante la sospecha de un caso de viruela del mono en un tripulante del buque "Ina-Lotte", que provenía de Brasil. Afortunadamente, tras las pruebas pertinentes, se confirmó que el tripulante presentaba varicela, y no viruela símica, como se temía inicialmente.

La embarcación, de bandera liberiana, provenía de Santos, Brasil, y se encontraba navegando por el río Paraná con destino al puerto de San Lorenzo.

Todo comenzó cuando un tripulante de nacionalidad esrilanqués presentó síntomas compatibles con viruela del mono, como lesiones cutáneas vesiculares en el tronco y la cara. Al conocer la situación, el capitán del barco notificó a las autoridades sanitarias argentinas, quienes inmediatamente activaron el protocolo de emergencia de salud pública de interés internacional (ESPII).

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El buque cerealero Ina-Lotte se ancló en el Complejo Portuario de San Lorenzo, luego de reportarse un caso compatible con síntomas de la viruela del mono.

El jefe de Gabinete de San Lorenzo, Alejandro Cabral, señaló que al activarse el protocolo sanitario de emergencia, el buque “quedó fondeado en rada sur, a la altura del Campo de la Gloria. Viene de Rusia y pasó por el puerto de Brasil, luego por La Plata y este martes arribó a San Lorenzo. Su destino es Bunge, en Puerto General San Martín”, explicó el funcionario, y aclaró que “el barco no está en cuarentena, sí en evaluación. No tiene libre plática, que es lo que permite que amarre en el puerto y cargue o descargue”.

Diagnóstico negativo para viruela del mono

El tripulante afectado fue sometido a diversos análisis clínicos en tierra firme, por lo tanto las muestras de las lesiones se enviaron a laboratorios especializados para determinar si se trataba de viruela del mono. Mientras tanto, toda la tripulación quedó bajo vigilancia médica, sin la posibilidad de descender del buque ni recibir visitas.

El Ministerio de Salud de la Nación, en conjunto con las autoridades sanitarias de Santa Fe, confirmó finalmente que el diagnóstico de viruela del mono fue descartado. El tripulante en cuestión dio positivo de varicela, una enfermedad con síntomas similares a la viruela símica, pero con características de contagio y evolución diferentes.

La respuesta sanitaria

Este incidente destacó la importancia de los protocolos internacionales de salud pública, como el Reglamento Sanitario Internacional (RSI), que guían la respuesta ante posibles brotes de enfermedades de alto riesgo. Desde la pandemia de COVID-19, estos protocolos han cobrado mayor relevancia, permitiendo una rápida coordinación entre países para prevenir la propagación de enfermedades.

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La viruela símica es una enfermedad que se transmite por cercanía y contacto con excreciones, fundamentalmente por vía sexual.

La vigilancia epidemiológica y los controles exhaustivos en los puntos de entrada al país, como puertos y aeropuertos, fueron fundamentales para mantener la seguridad sanitaria. Según el Ministerio de Salud, Argentina no ha registrado casos de la nueva variante de viruela del mono, Clado Ib, proveniente de África.

Un nuevo caso en Rosario

Un hombre de 34 años que había viajado recientemente al exterior dio positivo en las pruebas de laboratorio. A diferencia del caso del buque, este paciente no tenía relación con la tripulación y fue tratado de manera ambulatoria debido a la buena evolución de su salud.

Con este nuevo diagnóstico, el total de casos de viruela del mono en Argentina ascendió a nueve. Las autoridades sanitarias reforzaron las medidas de prevención y vigilancia para detectar posibles nuevos casos y evitar la propagación del virus.

Por qué no hay que entrar en pánico

Este caso generó preocupación, luego de que la Organización Mundial de la Salud emitió el 20 de julio pasado una alerta por la expansión de casos en más de 70 países de la viruela del mono. La entidad consideró que la situación es “extraordinaria” como una “emergencia global”.

Esto provocó una paranoia desmedida, sobre todo en la Argentina, donde, según explicó Matías Lahitte, coordinador de Epidemiología del municipio de Rosario, la mortalidad por esta enfermedad es muy baja, de entre el 1 y 8 por ciento en personas con comorbilidades. Después de la pandemia de Covid-19 este tipo de alertas siembra preocupación.

La mortalidad por esta enfermedad es muy baja, de entre el 1 y 8 por ciento en personas con comorbilidades.

De todas maneras, el caso del buque "Ina-Lotte" demostró la efectividad de los protocolos de emergencia sanitaria en Argentina y a pesar de la alarma inicial, la rápida actuación de las autoridades evitó una posible crisis sanitaria. Mientras tanto, el caso del tripulante con varicela sirve para recordar la importancia de estar preparados para enfrentar cualquier amenaza a la salud pública.