California: el incendio más destructivo de toda su historia
En los últimos 30 días los bomberos han combatido más de 500 incendios forestales en California. Hace una semana se iniciaba el incendio más mortífero del estado, con más de 65 muertos y cientos de desaparecidos, al momento. La meteorología no actúa favorablemente.
El pasado 8 de noviembre, una enorme columna de humo apareció primero en el norte del estado, el fuego bautizado como "Camp Fire" se inició en ese momento. Las llamas con gran vigor avivadas por el aire seco, y las ráfagas del viento "Santa Ana", a más de 120 km/h, esparcían material incandescente en el inflamable bosque de los alrededores, afectando severamente las zonas residenciales. En seis horas el fuego cubrió 69 km2, avanzando a una velocidad aproximada de 80 campos de fútbol por minuto. Las llamas bloquearon carreteras generando una trampa mortal, destruyendo el bosque, viviendas, automóviles; decenas de vecinos y sus animales quedaron atrapados por el fuego, causando lesiones a los residentes y bomberos.
Paradise, (ubicada a unos 120 km al norte de la capital estatal, a los pies de las montañas de Sierra Nevada), es una localidad con aproximadamente 27 mil habitantes, que ha quedado totalmente arrasada. Aquí se han registrado la mayoría de las muertes, y donde se reportan también la mayoría de los desaparecidos, se habla de decenas e incluso hasta podrían ser centenares de personas desaparecidas, las autoridades aún no pueden precisar el número. En el área residencial de esta zona, entre el 80-90 % de los habitantes perdieron sus casas, la mayoría de ellos de clase trabajadora.
Al mismo que tiempo que Camp Fire se desarrollaba, ese mismo jueves otros dos focos de incendio, pero al sur del estado de California, “Hill Fire”, el más pequeño de los dos nuevos incendios del sur, y “Woolsey Fire”, iniciando a unos 64 km al noroeste de Los Ángeles; las ciudades costeras de Calabasas y Malibú, donde la orden de evacuación pasó a ser obligatoria, las mansiones de famosos de Hollywood, y cantantes, se han quemado.
Cifras escalofriantes
En una semana los incendios de California se han cobrado más de 65 vidas, cientos de desaparecidos, 400 personas damnificadas están siendo atendidas por la Cruz Roja, 300 mil evacuados, mientras 8700 bomberos llegan desde todas partes de los Estados Unidos, para luchar por aire y tierra, contra las llamas. Camp Fire lleva registrados: 506 km2 arrasados, 15500 estructuras amenazadas y 8800 totalmente destruidas, (hasta el martes contenido sólo en un 30%). Por otro lado, Hill Fire, ha quemado 1833 hectáreas y estaba contenido casi en su totalidad; mientras que Woolsey Fire lleva 390 km2 carbonizados, 57 mil edificaciones bajo amenaza, y 435 casas reducidas a cenizas, y solo en un 35% contenido.
En este caso estamos hablando del incendio más mortífero de la historia, pero recordemos que en julio de este mismo año, el incendio bautizado como "Mendocino Complex Fire", se convirtió en el incendio forestal más extenso del estado desde que se tienen registros, con más de 149 mil hectáreas quemadas. El fuego en California parece imparable; cuatro de los cinco fuegos más destructivos se han dado en los últimos seis años, cada vez son más frecuentes y violentos.
Vientos de "Santa Ana", el peor enemigo
Durante el otoño y principios del invierno, el viento de “Santa Ana”, extremadamente seco y con ráfagas, aparecen de manera característica en la climatología de California. Es un tipo de viento Foehn, (aire ya seco y cálido que desciende rápidamente por la ladera), en este caso desde la Gran Cuenca, entre Sierra Nevada y las Montañas Rocosas; calentándose a medida que aumenta la presión al descender y con una humedad sumamente escasa (<15 %). Esto trae fuertes vientos con ráfagas del este y nordeste hasta California.
Luego del verano cálido y seco característico de la zona, y si las lluvias de otoño demoran en aparecer, la vegetación se encuentra en un estado de seca extrema, siendo combustible disponible para cualquier chispa que se genere; si le sumamos las ráfagas de 100 km/h de Santa Ana, el riesgo de incendios es verdaderamente extremo.
Qué dice el pronóstico
El pronóstico no es demasiado alentador porque no se esperan lluvias hasta al menos dentro de siete días, en torno al 22 de noviembre, casualmente para el Día de Acción de Gracias. En viento continuará en los próximos días, por ese motivo se ha extendido la alerta roja hasta el próximo sábado, al menos.
Los científicos concuerdan en que, con veranos cada vez más largos y calurosos, las condiciones para que todo esto arda se prolongan por más tiempo; y además, el cambio climático contribuye a que los incendios sean más frecuentes y feroces en los Estados Unidos, y en todo el mundo.