Cambio climático pone en serio riesgo los juegos olímpicos de invierno
Los actuales juegos en Pekín son los primeros en los que se deberá recurrir en casi 100% a nieve artificial. Informe alerta que para 2050 solo 10 sedes de las 21 habitualmente utilizadas, contarán con “idoneidad climática”.
En el marco de los Juegos Olímpicos de invierno 2022 que se están llevando a cabo actualmente en Pekín (China), expertos advirtieron días previos en un informe que el cambio climático amenaza la realización de este tipo de eventos y en particular los deportes de nieve, ya que hace que las condiciones sean mucho más peligrosas para los atletas y los participantes.
"Esto no sólo requiere mucha energía y agua, ya que a menudo se utilizan productos químicos para ralentizar el deshielo, sino que además proporciona una superficie que, según muchos competidores, es imprevisible y potencialmente peligrosa", afirma el informe, redactado por investigadores del Grupo de Ecología del Deporte de la Universidad de Loughborough (Inglaterra) y el grupo medioambiental Protect Our Winters.
La palabra de los organizadores
Por su parte, el comité organizador de Pekín publicó un informe de sostenibilidad en el que afirma que el "sistema inteligente de fabricación de nieve" de los Juegos podría utilizar un 20% menos de agua que los métodos tradicionales.
Los organizadores también han tratado de contrarrestar los temores de que los Juegos ejerzan presión sobre los suministros locales de agua, afirmando que para la fabricación de nieve se recurrirá a la escorrentía de las montañas y a las precipitaciones recogidas durante el verano.
Sedes olímpicas en serio riesgo
El estudio señala que el cambio climático hace que la nieve natural sea cada vez menos abundante en muchas regiones del mundo y reduce la cantidad de agua disponible para la nieve artificial, lo que pone en peligro la industria mundial de los deportes de nieve.
"Las temporadas de nieve erráticas y el rápido derretimiento de las estaciones de baja cota son ahora la norma para muchos competidores", dice el informe.
"El riesgo es claro: el calentamiento provocado por el hombre está amenazando el futuro a largo plazo de los deportes de invierno. También está reduciendo el número de sedes climáticamente adecuadas para la Olimpiada de Invierno".
De las 21 sedes utilizadas para los Juegos de Invierno desde que la estación francesa de Chamonix acogió los primeros en 1924, los investigadores calculan que, para 2050, solo 10 tendrán la "idoneidad climática" y los niveles de nieve natural para albergar un evento deportivo.
Chamonix está ahora clasificada como de "alto riesgo" junto con las sedes de Noruega, Francia y Austria, mientras que Vancouver (Canadá), Sochi (Rusia) y Squaw Valley (Estados Unidos) se consideran "poco fiables".