Cambio climático: se multiplica por 35 la probabilidad de olas de calor extremo en Estados Unidos y México
Un estudio de atribución sobre cambio climático ha concluido que la probabilidad de ocurrencia olas de calor extremo en Estados Unidos y México aumenta 35 veces. A nivel global la chance de olas de calor ya se ha multiplicado por 4 respecto a los valores de principio de siglo.
El calor ha sido insoportable tanto en el norte de México como en gran parte de los Estados Unidos de América. A las altas temperatura se le suma la humedad que llega desde el golfo de México, por lo que algunos registros de índices de calor han alcanzado los 50 ºC. Ahora, la mortífera ola de calor que ha asolado amplias zonas de México, Centroamérica y el sur de Estados Unidos en las últimas semanas es 35 veces más probable debido al calentamiento global inducido por el hombre, tal como lo consigna The Guardian.
El artículo en cuestión toma como fuente para esa aseveración un estudio realizado por destacados científicos del clima que conforman la World Weather Attribution (WWA). Esta organización utiliza datos de observaciones y modelos para comprender cómo el cambio climático está incidiendo sobre el comportamiento del tiempo especialmente en fenómenos extremos. Respeto de la última ola de calor en México y Estados Unidos, varias decenas de millones de personas han soportado temperaturas diurnas y nocturnas peligrosas en un área que también se extendió hacia Belice, Honduras ,Guatemala, y El Salvador.
Más allá de esta ola de calor en particular, los investigadores concluyen que el calor extremo es cuatro veces más probable que a principios de milenio a nivel global. Las olas de calor generalmente están asociadas a grandes sistemas de alta presión persistentes que generan grandes domos de calor que impiden que aire más fresco puede producir menores temperaturas a lo largo de una gran cantidad de días. Más allá de las temperaturas máximas, el gran problema son las mínimas muy elevadas que impiden un buen descanso a quienes no tienen cómo refrigerarse.
Por cada 2 situaciones de frío ocurren 8 de calor extremo
A principios del milenio, el planeta era medio grado más frío, y la energía que se ha sumado al sistema ahora es responsable de que las situaciones que desembocan en olas de calor sean 4 veces más probables de ocurrir. Esto no quiere decir que el frío desaparezca, pero al analizar las estadísticas de las últimas décadas se observa que los episodios de calor ocurren con mucho mayor frecuencia que los asociados al frío. Esa diferencia se acerca a una proporción de 8 a 2.
Friederike Otto, coautora del estudio y profesora titular de Ciencias del Clima en el Instituto Grantham, del Imperial College de Londres confió a The Guardian que “conocemos los peligros del cambio climático al menos desde la década de 1970. Pero gracias a políticos sin carácter, que ceden una y otra vez a los grupos de presión de los combustibles fósiles, el mundo sigue quemando enormes cantidades de petróleo, gas y carbón”.
El problema del calor extremo es esencialmente que aumentan las tasas de enfermedades cardiovasculares, respiratorias y renales, además de amenazar con saturar el suministro eléctrico, las instalaciones sanitarias y otras infraestructuras. El algunos lugares del planeta como el norte de África y Oriente Medio, las marcas de temperatura cercana a los 50 ºC, o incluso por encima, son cada vez más frecuentes.
Hace algunos días te contamos de las muertes producidas por el calor en la peregrinación a La Meca. Ahora se estima que la cantidad de muertos en realidad estará alcanzando al menos a 1000 personas.
Cada vez más difícil vivir en algunos lugares por el calor
Los datos de México, Estados Unidos y parte de Centro América indican que al menos 125 personas han muerto y miles más han sufrido golpes de calor en México desde marzo, cuando la temperatura alcanzó casi los 52 ºC el 13 de junio, el día de junio más caluroso jamás registrado en el país. El calor extremo agravó la grave sequía y la contaminación atmosférica, provocando cortes de electricidad, escasez de agua, miles de incendios forestales y una mortandad masiva de monos y aves en peligro de extinción.
El calor ha sido tan extremo que en realidad aún hoy no se conoce el número real de víctimas fatales directas e indirectas. En Estados Unidos, en Phoenix, estado de Arizona al sudoeste del país, se investigaba hasta el 8 de junio al menos 72 presuntas muertes por calor, un 18% más que en el mismo periodo del año anterior. En todo el suroeste de Estados Unidos más de 34 millones de personas estaban bajo alerta por calor, y docenas han sufrido golpes de calor en mítines políticos.
Es probable que ese domo de calor se refuerce en los próximos días, al igual que en el centro y sur de California. The Guardian también cuenta que en el corredor seco de Guatemala, la zona más calurosa y seca del país, donde la mayoría de la población se gana la vida con el trabajo agrícola, se cerraron las escuelas cuando las temperaturas alcanzaron los 45ºC, y algunas de las comunidades más pobres de la región se enfrentaron a la pérdida de cosechas y a una grave escasez de agua.