Cambio climático: una de las causas del aumento de la pobreza
Los niveles de pobreza han vuelto a crecer a nivel mundial en los últimos tres años. Los fenómenos meteorológicos extremos explican parte de esta situación según un informe de Naciones Unidas.
Los datos relacionados a la pobreza dados a conocer por la FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura son realmente dolorosos y contundentes. Después de años de declinación, en los últimos tres años los niveles de pobreza han vuelto a aumentar a nivel planetario.
Más allá de los factores políticos y las guerras en diferentes lugares del mundo, los fenómenos meteorológicos extremos ligados al cambio climático pueden ser uno de los disparadores de ese aumento. Del informe de FAO se desprende que en 2017 una de cada diez personas estaban desnutridas, lo que representa 821 millones de personas en esa situación. En 2016 ese número era de 804 millones de personas.
El último informe destaca que la variabilidad climática y los fenómenos meteorológicos extremos son factores claves en el aumento en los niveles de hambre en el mundo. Ambos factores son causas clave en el desarrollo de crisis alimentarias. En la actualidad, el 22 % de la población mundial tiene su crecimiento atrofiado por problemas de nutrición.
Se duplicaron los desastres naturales desde 1990
El mismo informe de FAO indica que el número de desastres naturales, como olas de calor, sequías, inundaciones, o tormentas extremas, se han duplicado desde 1990. Tomando la serie de datos de 1990 a 2016, el número de fenómenos extremos ha sido de 213 cada año.
Este tipo de eventos tiene su impacto sobre la agricultura, que en muchos casos merma su producción e impacta en el precio de los alimentos. Estos efectos hacen más difícil el acceso a una buena alimentación a sectores importantes de la población.
La FAO no tiene un pronóstico alentador hacia el futuro, porque plantea que el panorama puede empeorar a medida que las temperaturas aumenten y se vuelvan más extremas. Con más olas de calor se registra un mayor índice de mortalidad, menor capacidad de trabajo y menor rendimiento agrícola.
La conexión entre sequía y hambre
Las sequías causan más del 80 % del daño y las pérdidas totales a la agricultura. En caso de un evento severo y extendido, se puede afectar la disponibilidad y el acceso a los alimentos, favoreciendo la subalimentación en los países afectados. Esta situación es atizada por el cambio climático en vastos sectores de África sahariana y subsahariana.
Un dato revelador es que casi el 36 % de los países que experimentaron un aumento en la subalimentación desde 2005 tuvieron una grave sequía agrícola. De los 27 paises que tienen prevalencia a la subalimentación en condiciones de sequía severa, 19 pertenecen a Africa, 4 a Asia, 3 en América Latina y el Caribe y uno en Europa del este.
En 2017, casi 124 millones de personas enfrentaron niveles de crisis de inseguridad alimentaria aguda que requirieron medidas de emergencia para resguardar sus vidas. En 2015 ese número era de 80 millones de personas. Cada vez hay más evidencias en los efectos concretos del cambio climático y cómo afecta a las poblaciones más vulnerables.