La aldea mágica y medieval plagada de historia, ríos y bosques a tan solo 30 minutos de Buenos Aires
Con un notable patrimonio cultural, histórico y ecológico, esta imperdible atracción turística luce un singular paisaje con construcciones unidas por callejuelas adoquinadas, pasajes, recovecos y lugares secretos.
Parece una postal europea pero tiene lugar a pocos minutos del Obelisco porteño, convirtiéndose así en una de las atracciones más curiosas para conocer sobre los límites de la provincia de Buenos Aires. Con un nombre igual al original, en parte debido a su fundador Don Antonio Campana, la aldea medieval de Campanópolis es un plan imperdible para disfrutar en familia, pareja y/o amigos.
¿Por qué visitar Campanópolis?
Campanópolis es un mini pueblo medieval que se levanta sobre la localidad de González Catán, considerada la ciudad más insólita del reciclado de Argentina y ubicada en el partido de La Matanza.
El lugar elegido para dar forma a un mundo nuevo, “sobre el caos hasta entonces reinante” como definen sus administradores, es nada más y nada menos que un predio adquirido en el año 1976, donde las extensas tierras eran antes explotadas debido a antiguas tosqueras cuyo producto era utilizado para la construcción de las bases de las pistas del Aeropuerto Internacional de Ezeiza y de la Autopista Riccheri.
El espacio, que tiempo después fue expropiado por el CEAMSE (Cinturón Ecológico Área Metropolitana Sociedad Del Estado) durante más de cinco años, usándose para relleno sanitario y viéndose afectado por una notable contaminación ambiental, logró ser recuperado gracias a una puesta en escena casi artística impulsada por Don Antonio Campana. Gracias a él, los materiales sobrantes de demoliciones permitieron dar vida a un entorno nuevo y disfrutable para el público.
¿Qué ver en este lugar?
Si bien todo el complejo resulta deslumbrante con un predio de 200 hectáreas que reúne llanuras, bosques selváticos, ríos, arroyos y lagos, en Campanópolis se destacan algunas ubicaciones especiales que sobresalen ante la atenta mirada de los visitantes: el Museo de las Rejas o Ferroteca es uno de esos lugares. Aquí se exhiben todo tipo de rejas de hierro forjado, arañas colgantes, vitreaux, objetos antiguos y piezas de arte.
Esta aldea medieval también resalta la presencia de edificaciones cuyo principal atractivo se destaca a partir de los materiales empleados para su construcción como temática predominante: así ocurre con la Casa de Piedra, el Museo de Madera o Palitos, la Casa de Escoria. Además es posible recorrer el Pasaje del Búho, el Museo de los Caireles, el Cabildo, la Cascina, la Casa Proa de Barco y otros espacios secretos.
Por otra parte, a mitad de camino entre los lugares antes mencionados, existen fuentes, lagos, puentes de quebracho para recorrer las islas, muelles, un molino de viento holandés, una capilla colonial y una locomotora con vagones que fusionan la visita en una verdadera experiencia de antaño.
¿Cómo llegar a Campanópolis?
Esta aldea mágica y medieval, plagada de historia, ríos y bosques, se encuentra ubicada a tan solo 30 minutos de la ciudad de Buenos Aires. La dirección exacta es Calle Bariloche 7200 (Altura Ruta Nacional 3, Km.31,200), González Catán.
Una forma de acceder a este atractivo desde la capital y en vehículo es tomando la Avenida General Paz para luego combinar con la Avenida Brigadier Juan Manuel de Rosas (continuación de Juan Bautista Alberdi) hasta el Km 31,200 y allí tomar la calle Bariloche. También se puede tomar la Autopista AU1 Dellepiane y continuar por la Autopista Richieri, salir por la calle Martín Güemes y continuar hasta la Ruta 21 hasta la Ruta 3.
En cuanto a días y horarios, las visitas particulares se realizan todos los días en turno mañana (ingreso 9:00 hs a cierre 13:00 h) y turno tarde (ingreso 13:00 h a cierre 17:00 h). El precio de las entradas generales es de $10.000 para adultos, jubilados y menores, mientras que para menores de 2 años el ingreso es gratis.