Canal de Panamá: falta de lluvias afectan a una de las rutas marítimas más importantes
La actual temporada seca está siendo muy intensa, y la falta de lluvias ya impacta sobre el tránsito comercial sobre el Canal de Panamá. Pero esto también afecta a las comunidades cercanas, tal como ocurrió en 2019. Alertan que con el cambio climático este escenario pueda ser mucho más frecuente.
Centroamérica es otra región del planeta que está enfrentando una grave sequía, y específicamente sobre el este de la región. Esta situación está afectando seriamente al Canal de Panamá. Por allí pasa el 6 % del tráfico marítimo internacional, que en su mayoría proveniente de Estados Unidos, China y Japón que unen el océano Pacífico con el Atlántico por esta vía.
La situación es tan compleja que la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) ha reducido el tráfico marítimo debido al menor suministro de agua de los lagos artificiales que alimentan el canal. Según información satelital aportada por uno de los satélites europeos Copernicus Sentinel-2, a mediados de abril el déficit de agua en el lago Alajuela era muy marcado. Este lago alimenta la parte oriental del canal. La Autoridad del Canal de Panamá informó de una disminución de más del 10% en los niveles de agua en Alajuela de marzo a abril.
Según consigna EuroNews Green, la falta de precipitaciones ha hecho descender los niveles de agua de los dos lagos artificiales que abastecen al canal, y esto ha obligado a reducir el tráfico marítimo. De continuar esta situación, el impacto sobre el comercio internacional podrá ser mayor. La atención está puesta en los próximos meses, donde es esperable que al moverse hacia el norte la zona de convergencia intertropical las lluvias aumenten. Pero las estimaciones climáticas de momento apuntan a que ese aporte seguiría por debajo de lo estadísticamente normal.
10% menos en el nivel de agua en el canal
Lo cierto que debido a esta temporada de sequía inusualmente marcada que climáticamente dura de enero a mayo, la ACP ha tenido que limitar el paso de los buques más grandes por quinta vez. Alajuela y Gatún son los dos lagos artificiales que abastecen de agua al Canal de Panamá. La Asociación Peruana de Agentes Marítimos suman un dato concreto sobre la navegabilidad del Canal: se requieren alrededor de 200 millones de litros de agua para fluir a través de una serie de esclusas escalonadas hacia el mar para que pase cada barco.
El principal aporte de agua para que todo el sistema funcione es el que aportan las lluvias. Con ese volumen de agua de lluvia se alimentan las esclusas, que pueden alcanzar hasta 26 metros sobre el nivel del mar. Esto permite el avance de los barcos por el canal para ir de un océano al otro.
En declaraciones a AFP, Erick Córdoba, gerente de Aguas de la Administración del Canal indicó que "la falta de lluvias impacta en varias cosas, la primera es la reducción de nuestras reservas de agua". Pero también tiene un impacto económico muy importante. La reducción de calado, hace que los grandes buques Neopanamax, que son los más grandes que transitan por el canal, y los que pagan más peajes, queden fuera de circulación. En 2022, más de 14.000 buques con 518 millones de toneladas de carga pasaron por la vía acuática, lo que representó un aporte de 2.500 millones de dólares al fisco panameño.
Comunidades afectadas
La escasez de agua es la principal amenaza para la navegación en el canal, y más allá de esta temporada en particular, meteorólogos que trabajan en potenciales impactos del cambio climático en Centroamérica han alertado que un efecto posible es que las temporadas secas sean mucho más pronunciadas y extensas. En 2019, el suministro de agua dulce se redujo a solo 3.000 millones de metros cúbicos, muy por debajo de los 5.250 millones necesarios para el funcionamiento del canal.
Ahora, solo cuatro años más tarde la historia se repita aun con más intensidad. Este hecho ha puesto en alerta al gobierno de Panamá que teme que la incertidumbre lleve a las navieras a optar por otras rutas. La crisis del agua también les obliga a buscar soluciones.
Por ello están trabajando para encontrar nuevas fuentes de agua, que en esa región, si no provienen de las lluvias, solo podrían ser suplicas por aguas subterráneas. Pero la escasez de agua no solo impacta en el Canal. También se han registrado importantes problemas de abastecimiento en varias zonas de Panamá, lo que ha provocado varias protestas de las comunidades afectadas. Es lógico pensar que esta situación llevará a conflictos entre estas comunidades y el Canal. Según el Instituto de Meteorología e Hidrología de Panamá, es probable que el fenómeno climático de El Niño reduzca las lluvias en el segundo semestre del año.