Casi 3000 focos de incendio en la amazonia brasileña en febrero establecen un nuevo récord
Se produjeron un 67 % más de incendios respecto al anterior récord para el mes de febrero. La sequía devastó la Amazonia brasileña entre junio y noviembre del año pasado, y se demostró que el cambio climático fue el principal causante.
Este febrero registró casi 3.000 incendios forestales en la Amazonía brasileña, el mayor número para febrero desde que comenzaron los registros en 1999, y que se ha vuelto más probable debido al cambio climático según advierten los expertos.
La parte norte de la selva tropical fue la más afectada, particularmente el estado de Roraima, donde se encuentra la reserva indígena yanomami.
Excepcional sequía en el Amazonas durante 2023
"El factor climático ciertamente juega un papel fundamental en esta anomalía", dijo a la AFP Ane Alencar, directora científica del instituto de investigación IPAM Amazonia. "Hemos visto a la Tierra batir... récords de temperatura. Cada año es el más caluroso y esto tiene una sinergia con fenómenos climáticos como las sequías", dijo Alencar.
La sequía devastó la Amazonia brasileña entre junio y noviembre del año pasado, avivando enormes incendios, reduciendo o aniquilando importantes reservas de agua, causando estragos en la fauna salvaje y afectando a millones de personas.
Según un estudio realizado el mes pasado por la World Weather Attribution (WWA), el cambio climático fue el principal causante de la "excepcional sequía" en la mayor selva tropical del mundo.
Este "estrés" ambiental, según Alencar, "genera todas las condiciones necesarias para que cada incendio se convierta en un gran fuego", y añade que algunos de los incendios pueden haber sido el resultado de la tala de bosques para la agricultura.
La deforestación se reduce a la mitad
Las cifras publicadas el mes pasado mostraron que la deforestación en la Amazonia brasileña se había reducido a la mitad el año pasado, gracias al refuerzo de la vigilancia medioambiental.
El monitoreo satelital detectó la destrucción de 5.152 kilómetros cuadrados de cubierta forestal en la parte brasileña de la selva tropical el año pasado, un 50 % menos que en 2022.
Esto representa una pérdida 29 veces mayor que la de Washington DC en la parte brasileña de la mayor selva tropical del mundo, cuyos árboles, que absorben carbono, desempeñan un papel vital para frenar el cambio climático.
El presidente Lula volvió al cargo el 1 de enero de 2023 prometiendo acabar con la deforestación ilegal en Brasil para 2030.Bolsonaro, su antecesor, había suscitado críticas internacionales por presidir un aumento del 75 % de la deforestación media anual en la Amazonía brasileña en comparación con la década anterior.