China es el primer país en recolectar y traer a la Tierra rocas y polvo del lado oculto de la Luna
La misión China Chang'e-6 logró traer con éxito a la Tierra rocas y polvo del lado oculto de la Luna, por primera vez. Estas muestras podrían contener pistas muy importantes sobre los orígenes de la Luna y la Tierra.
Como sabemos, el "lado oculto" de la Luna recibe ese nombre porque se trata del hemisferio lunar que nunca logramos ver parados sobre el planeta Tierra. Esto ocurre por una simple razón, nuestro satélite natural realiza simultáneamente un movimiento de rotación sobre su propio eje y un movimiento de traslación alrededor de la Tierra. Ambos movimientos son sincrónicos y con una duración aproximada de 28 días, por lo tanto, la Luna siempre nos enfrenta la misma cara.
La porción desconocida que la Luna nunca nos muestra suele ser (mal) llamada “la cara oscura de la Luna”, ese concepto es erróneo porque el Sol sí la ilumina, solo que nosotros, con los pies en la Tierra, nunca la alcanzamos a ver. Por eso la referencia correcta es "la cara oculta” de la Luna.
Por razones obvias, la cara que siempre “apunta” hacia la Tierra es la más estudiada y examinada; en cambio, son muy pocas las misiones exitosas hechas en el hemisferio opuesto. Es por eso que, con esta reciente noticia, China se lleva un reconocimiento notable dentro de la carrera espacial. El arribo exitoso de muestras de polvo y roca de esa zona de la Luna con la misión Chang'e-6 promete abrir un horizonte nuevo de investigaciones.
Exitoso arribo a la Tierra de las muestras de polvo y roca de la cara oculta de la Lunar
Chang'e-6 se lanzó el 3 de mayo con grandes ambiciones científicas: traer material del lado oculto de la Luna. La cara visible de la Luna está dominada por amplias y oscuras llanuras donde alguna vez fluyó lava antigua. Pero el otro lado tiene menos de esas llanuras, más cráteres, y una corteza más gruesa.
La agencia espacial china se basó en dos satélites que puso previamente en órbita alrededor de la luna, Queqiao y Queqiao-2, para permanecer en contacto con Chang'e-6 durante su visita. La nave espacial repitió la misma técnica para llegar a la Luna y luego regresar su muestra a la Tierra que la misión China anterior (Chang'e-5).
Después de algunas semanas en órbita lunar, Chang'e-6 descendió a un sitio en el borde de la cuenca Aitken del Polo Sur, el cráter de impacto más antiguo y profundo de la Luna. Equipado con una pala mecánica y un taladro, el módulo de aterrizaje pasó dos días recogiendo rocas y polvo lunares de sus alrededores y del subsuelo de la Luna.
La misión desplegó un rover en miniatura que tomó una fotografía del módulo de aterrizaje con una pequeña bandera china izada. Luego, el 3 de junio, un cohete arrojó el recipiente de muestra nuevamente a la órbita lunar. Los materiales se reunieron finalmente el 6 de junio en una nave espacial que había permanecido en órbita y se preparó para comenzar el viaje de regreso a la Tierra.
El pasado 25 de junio, el contenedor de muestra volvió a entrar en la atmósfera terrestre, y luego se lanzó en paracaídas a la superficie del área de Siziwang Banner en Mongolia Interior, donde los equipos trabajaron para recuperarlo.
¿Qué esperan encontrar en estas nuevas muestras?
Cuando los científicos tomen posesión de estas muestras de polvo y roca de los suelos de la cara oculta lunar, trabajarán comparando la composición de los basaltos recién recuperados con los del lado cercano de la Luna.
El equipo de la misión también buscará material de las regiones circundantes, removidas de sus sitios originales por impactos de cometas y asteroides. Si son lo suficientemente fuertes, estas colisiones pueden haber excavado material de la corteza inferior de la luna y su manto superior, dijo el Dr. Qian para The New York Times. Esto podría conducir a conocimientos importante sobre la estructura y composición del interior lunar.
Estas muestras de suelo tomadas por China, y en perspectivas de intercambios internacionales de muestras lunares, acentúan la esperanza de que las misiones robóticas de China a la Luna y Marte contribuyan también para avanzar en la comprensión científica del Sistema Solar.
China en la carrera espacial
El programa espacial chino ha logrado enormes progresos en la última década. Han adoptado un enfoque lento y constante, ejecutando un programa de exploración lunar robótica que ideó con décadas de antelación, nombradas en honor a la diosa china de la luna, Chang'e.
Chang'e 1 y 2 orbitaron la Luna para fotografiar y mapear su superficie. Luego, Chang'e-3 alunizó en la cara visible de la Luna en 2013 y desplegó un rover, Yutu-1. Le siguió en 2018-19 el Chang'e-4, que se convirtió en el primer vehículo en visitar la cara oculta de la luna y colocar el rover Yutu-2 en la superficie.
“Se ha abierto un nuevo capítulo en la exploración lunar por parte del hombre", fue lo que dijo la agencia espacial china en un comunicado en el año 2018, cuando la sonda Chang'e4 alunizó exitosamente en el cráter Von Kárman, situado en la misma cuenca Aitken en el Polo Sur, en el lado oculto de la Luna.
Un año después, Chang'e-5 envió casi dos kilogramos de regolito lunar del lado cercano a la Tierra. El logro convirtió a China en el tercer país (después de Estados Unidos y la Unión Soviética) en lograr recolectar una muestra de nuestro satélite natural.
La NASA también está llevando a cabo la campaña Artemis para devolver a los estadounidenses a la superficie lunar, aunque su próxima misión, un vuelo de astronautas alrededor de la luna, se ha retrasado debido a problemas técnicos.
Referencia de noticia:
"China Becomes First Country to Retrieve Rocks From the Moon’s Far Side", por The New York Times.