Científicos argentinos crean los primeros caballos editados genéticamente: ¿avance científico o dilema ético?
Argentina marca un hito con la técnica CRISPR-Cas9 al editar genéticamente cinco caballos, generando preguntas sobre el futuro y los límites de la biotecnología.
La biotecnología equina acaba de dar un paso trascendental. Un equipo de científicos argentinos logró el nacimiento de los primeros cinco caballos genéticamente editados mediante la revolucionaria técnica CRISPR-Cas9.
Es el caso de cinco equinos, pedidos por los criadores Doña Sofia Polo y Alberto Pedro Heguy, quienes eligieron editar la famosa yegua multipremiada Polo Pureza, mejor yegua del Abierto Argentino de Palermo. Este logro, liderado por la empresa Kheiron S.A., no solo posiciona a Argentina como líder en biotecnología animal, sino que también abre un acalorado debate sobre las implicancias éticas y sociales de la manipulación genética.
La yegua editada forma parte del “Salón de la Fama” de la Asociación Argentina de Criadores de Caballos de Polo (AACCP).
La noticia, celebrada por la comunidad científica, despierta tanta admiración como preguntas: ¿hasta dónde es aceptable modificar el ADN de los animales? ¿Es ético intervenir en la genética para mejorar el rendimiento físico? Estas inquietudes surgen mientras la técnica CRISPR, conocida como las “tijeras moleculares” de la biología, redefine los límites de lo posible.
CRISPR-Cas9: precisión genética sin precedentes
La técnica CRISPR-Cas9 revolucionó la ciencia desde su desarrollo en 2012. Su capacidad para cortar y modificar el ADN en puntos específicos con extrema precisión abrió nuevas posibilidades en medicina, agricultura y, ahora, en la genética equina.
En el caso de los caballos argentinos, los científicos aplicaron CRISPR para modificar el gen MSTN, vinculado al desarrollo muscular y al rendimiento físico. Según Gabriel Vichera, director científico de Kheiron, el objetivo era potenciar cualidades físicas específicas, como la velocidad y explosividad, esenciales en disciplinas como el polo y las carreras.
“El desafío fue garantizar que las ediciones no generaran combinaciones genéticas artificiales, sino que replicaran lo que ocurre en la naturaleza”, explicó Vichera. Gracias a esta precisión, los ejemplares nacidos no son considerados Organismos Genéticamente Modificados (OGM), lo que facilita su aceptación en la industria ecuestre.
¿Ciencia o juego de laboratorio?
Mientras la comunidad científica aplaude este avance, las críticas no tardaron en llegar. La edición genética, en especial en animales, despierta controversias relacionadas con la ética y las posibles consecuencias no deseadas.
Para algunos expertos, manipular el ADN de los caballos para mejorar su rendimiento deportivo roza los límites del “doping genético”. Si bien las regulaciones argentinas aseguran que estas modificaciones cumplen con normas internacionales, el debate persiste: ¿es justo modificar genéticamente a un animal para cumplir con expectativas humanas?
Las técnicas de edición genética podrían eliminar mutaciones que afectan la calidad de vida de los animales, reduciendo costos veterinarios y evitando sufrimientos innecesarios. Sin embargo, algunos críticos advierten que este argumento podría usarse para justificar manipulaciones genéticas con fines comerciales.
El dilema ético detrás de CRISPR
La edición genética no es una idea nueva, pero CRISPR-Cas9 democratizó el acceso a esta tecnología, haciendo que sea más sencilla y económica. Esto, aunque positivo en muchos aspectos, también plantea preocupaciones.
La pregunta ética más urgente pasa por dónde trazamos la línea, dónde estan los límites, ya que modificar un gen para prevenir enfermedades parece razonable, pero cambiar características físicas para mejorar el rendimiento en competencias deportivas genera inquietudes. ¿Es este un camino hacia una industria ecuestre donde el ADN determine el éxito?
Además, están las posibles consecuencias imprevistas: aunque CRISPR ofrece una precisión sin precedentes, el riesgo de mutaciones fuera del objetivo existe. ¿Qué sucede si una modificación genética accidental afecta negativamente a futuras generaciones de caballos?
Según el doctor Daniel Salamone, presidente del CONICET, es fundamental que estos avances se desarrollen bajo estrictas regulaciones y con un enfoque ético claro. “La ciencia debe estar al servicio del bienestar, no solo de los intereses comerciales”, subrayó.
Argentina: líder en biotecnología animal
Lo que no se puede negar es el impacto que este logro tiene en la ciencia argentina. Kheiron S.A., conocida por sus avances en clonación equina, ahora lidera el campo de la edición genética.
Daniel Sammartino, presidente de Kheiron, aseguró que “Argentina se posiciona como un referente mundial en biotecnología animal. Este hito es solo el comienzo de lo que podría ser una revolución en el progreso genético de precisión”.
Además de las aplicaciones en equinos, los avances en CRISPR podrían extenderse a otros animales y sectores, como la ganadería y la conservación de especies en peligro de extinción. Sin embargo, cada avance traerá consigo nuevas preguntas éticas y sociales.
¿Qué sigue para la edición genética en animales?
El nacimiento de estos cinco caballos representa un antes y un después en la biotecnología animal. Aunque los beneficios potenciales son enormes, la sociedad debe decidir cómo y cuándo utilizar estas herramientas.
Por ahora, el logro argentino es motivo de orgullo, pero también una oportunidad para reflexionar sobre los límites de la intervención humana en la naturaleza. ¿Estamos listos para este futuro? La respuesta, como la ciencia, sigue evolucionando.