Científicos argentinos crearon un kit para la detección rápida de la tristeza bovina
Un trabajo público - privado dio origen a una herramienta que permitirá realizar diagnósticos a campo, sin necesidad de pruebas de laboratorio o análisis complejos. Expectativa acerca de cuándo saldría al mercado.
Un grupo de investigadores del Instituto de Agrobiotecnología y Biología Molecular (IABIMO) -organismo que depende del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET)- presentó una herramienta que permite detectar de forma eficaz la presencia de alguna patología del Complejo Tristeza Bovina (CTB), una enfermedad que afecta al ganado. Se trata de un test que permite realizar de forma rápida el tratamiento sólo en los animales afectados, lo que representa un ahorro en los costos de los medicamentos que deben ser aplicados para combatirla.
En un reporte publicado por el INTA, Silvina Wilkowsky, investigadora del IABIMO, detalló que se trata de un método sencillo de purificación de ADN a partir de la sangre. Advirtió que "la prueba LAMP se realiza de manera simple, con un dispositivo portátil a batería y que puede ser utilizado en el campo.
Los resultados de la prueba se visualizan por el cambio de color en los tubos donde ocurre la reacción de amplificación del ADN, de manera que los veterinarios pueden realizar la técnica sin necesidad de equipamiento sofisticado”. De acuerdo con la investigadora, “la prueba fue desarrollada para detectar solamente casos agudos de las enfermedades del CTB y la LAMP no amplifica el ADN de los animales portadores crónicos, los cuales no requieren tratamiento”.
¿Qué es la tristeza bovina?
El Complejo Tristeza Bovina (CTB) es un conjunto de enfermedades transmitidas por garrapatas, insectos hematógenos y/o iatrogenia que provoca anemia, pérdida de peso, abortos y muertes. Estas enfermedades se denominan babesiosis y anaplasmosis bovina y son provocadas por dos especies de parásitos (Babesia bovis y Babesia bigemina) y una bacteria (Anaplasma marginale).
El CTB ocasiona pérdidas muy importantes en la producción ganadera local, especialmente en la zona del NEA y NOA que es donde la garrapata encuentra las condiciones de temperatura y humedad para mantener su desarrollo.
La Babesia bigemina y la Babesia bovis son hemoparásitos que se transmiten exclusivamente por la picadura de la garrapata común del bovino (Rhipicephalus microplus). Esto significa que únicamente hay babesiosis en la región infestada por esa garrapata y que no existe la enfermedad sin la presencia de este parásito.
Por otro lado, el Anaplasma marginale se transmite por la introducción o el contacto de sangre fresca de un animal enfermo o portador con la sangre de un animal sano. En este proceso intervienen la garrapata Rhipicephalus microplus y los insectos hematófagos como los tábanos, la mosca brava y los mosquitos.
El humano también puede incidir de forma accidental al contaminar con sangre los utensilios que utiliza en el manejo de los bovinos como agujas y jeringas, descornadores, mochetas, guantes de tacto rectal, pinzas de tatuar e instrumentos para la castración, entre otros. Por estas razones hay anaplasmosis tanto en las zonas de garrapatas como en las zonas libres de garrapatas (sur de Entre Ríos, sur de Córdoba, centro y sur de Santa Fe, Buenos Aires, La Pampa y San Luis).
¿En qué consiste la tecnología LAMP?
La amplificación isotérmica mediada por bucle (LAMP) fue utilizada por primera vez en el año 2000 y es una técnica que permite amplificar el ADN con muy alta especificidad, eficiencia y rapidez. A diferencia de la técnica de PCR, la reacción LAMP se desarrolla en condiciones isotérmicas mediante el uso de un equipo notablemente más simple que el utilizado para la PCR, una enzima amplificadora y unas secuencias cortas de ADN denominadas “cebadores” o “primers” y que permiten amplificar el ADN de un organismo específico.
Lo que se busca evitar es el inicio de un tratamiento farmacológico empírico sin diagnóstico previo y la demora en el traslado de la muestra a un laboratorio de referencia y posterior confirmación diagnóstica. El principal beneficio de este desarrollo es la velocidad para obtener un diagnóstico y realizar el tratamiento sólo en los animales afectados.
Cuándo llegará al mercado la nueva herramienta
Desde el IABIMO confirmaron que las próximas tareas involucrarán procesos de validación a campo, donde se realizarán pruebas con el equipo, los reactivos y con muestras de animales de zona de garrapatas. La idea es analizar el comportamiento de la prueba en situaciones reales.
Vale aclarar que si bien es un desarrollo de instituciones del orden público, para apalancar la investigación participó una empresa privada que es la que pondrá en el mercado los kits mencionados. Este tipo de acuerdos son habituales para lograr que las investigaciones avancen y consigan resultados.
Por otra parte, los investigadores destacaron la necesidad de realizar capacitaciones a profesionales veterinarios, técnicos de laboratorio y difundir la técnica entre los productores de las zonas afectadas. Aseguran que estas condiciones serán determinantes para que el kit funcione cuando llegue el momento de volcarlo al mercado.