Clima extremo: la ciudad de Nueva York declara alerta de sequía por primera vez en 22 años
Una severa sequía sobre el noreste de Estados Unidos ha llevado a las autoridades a tomar medidas luego de 22 años. Si bien hay pronóstico de lluvias para los próximos días, estan distan mucho de resolver la situación. Incluso parque públicos urbanos han sufrido incendios a causa de la falta de lluvias.
Por primera vez en 22 años, la ciudad de Nueva York está bajo advertencia de sequía, tal como informaron esta semana todos los medios de la gran ciudad. Los habitantes han recibido mensajes a sus móviles o vía email para gestionar de la mejor manera el uso del agua. Este es el último paso antes de que una declaración de desastre pueda imponer restricciones de agua obligatorias, tal como reza The Washington Post. La formación de un sistema de baja presión sobre el noreste de Estados Unidos traería algunas lluvias este jueves, que si bien ayudarían, están lejos de quebrar la racha.
El período de sequía es tan intenso que la ciudad tuvo que enfrentar incendios en algunos de sus parque públicos, incluso uno masivo en el hermoso Prospect Park, el más importante del área de Brooklyn. Un tiempo inusualmente seco casi sin precipitaciones ha asolado casi todo Estados Unidos durante la mayor parte del otoño. Pero los efectos son especialmente notables en el noreste del país, donde una sequía sin precedentes y unas temperaturas anormalmente altas han reducido los embalses.
Esta situación ha avivado los incendios forestales en Nueva York y Nueva Jersey, estados poco acostumbrados a combatir cientos de incendios en esta época del año. En el caso de Nueva York, la advertencia de sequía se extiende más allá de la ciudad e incluye 10 condados que abarcan gran parte del valle del río Hudson. En la vecina Nueva Jersey, donde las autoridades estatales declararon una advertencia de sequía la semana pasada, la parte sur del estado está en medio de una sequía extrema y el déficit de lluvia es de aproximadamente 254 milímetros por debajo de lo normal en los últimos tres meses.
Ayuda a la población
Las prohibiciones de quema a nivel estatal que prohíben las fogatas y la quema de basura u hojas están ahora en vigor en una amplia franja del noreste debido al aumento del riesgo de incendios. Y las advertencias de bandera roja que indican peligro de incendio, que son comunes en el oeste, actualmente cubren todo Massachusetts, un estado tradicionalmente reconocido por su suelo verde. The Washington Post indica que aunque no hay restricciones obligatorias, los estados y las ciudades están instando a los residentes y las empresas a conservar agua de forma voluntaria.
En la ciudad de Nueva York, la histórica escasez de lluvias llevó a los funcionarios municipales a posponer un proyecto de reparación de acueductos de ocho meses y 2.000 millones de dólares, lo que permitió a la ciudad reiniciar el flujo de agua de cuatro embalses en las montañas Catskill que habían sido cortados. Por su parte, el alcalde Eric Adams también ordenó a las agencias municipales que redujeran el uso de agua, incluso lavando autobuses y vagones del metro con menos frecuencia y limitando el uso de agua para fuentes y campos de golf.
En declaraciones a la prensa, Adams dijo que “puede que los vehículos de nuestra ciudad parezcan un poco más sucios y que nuestros subterráneos parezcan un poco más polvorientos, pero es lo que tenemos que hacer para retrasar o evitar una emergencia de sequía más grave”. La advertencia de sequía es el segundo de un sistema de tres niveles que utiliza la ciudad para aumentar gradualmente las restricciones de agua durante una sequía. Si la sequía empeora y los funcionarios de la ciudad de Nueva York declaran una emergencia por sequía, la ciudad puede aumentar las tarifas del agua, exigir recortes en el uso del agua y prohibir ciertas prácticas como lavar las aceras con mangueras o regar los campos de atletismo.
Luego de 22 años
En el año 2002, la última vez que la ciudad declaró una emergencia por sequía, las empresas tuvieron que reducir su uso de agua en un 15 por ciento. Los meteorólogos consideran poco probable que las lluvias de estos días terminan definitivamente con esta situación que es de más largo alcance. Se necesitaría más de una tormenta para revertir un período seco tan largo. Si es cierto que la lluvia podría brindar cierto alivio a las áreas donde la sequía ha alimentado los incendios forestales.
En partes de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, miles de hectáreas se han quemado en las últimas semanas, incluso en parques de la ciudad de Manhattan y Brooklyn. A lo largo de la frontera entre Nueva York y Nueva Jersey, donde el incendio de Jennings Creek ha consumido más de 2000 hectáreas, los funcionarios estatales pidieron a los residentes que abandonaran voluntariamente sus hogares a principios de esta semana mientras trabajaban para controlar el fuego.
Yendo atrás en el tiempo, la última lluvia importante que recibieron muchas partes del noreste de los Estados Unidos fue a fines de septiembre, cuando los restos del huracán Helene se movieron hacia el norte. En las semanas posteriores a la tormenta, varias ciudades, incluidas Newark, Trenton, Filadelfia, Baltimore y Washington, D.C., registraron un número récord de días consecutivos sin precipitaciones antes de que las lluvias ligeras del 10 de noviembre pusieran fin a la racha, según el Monitor de Sequía de EE. UU. Sin embargo, esas lluvias tuvieron poco impacto en la sequía.