Cometa Atlas, un espectáculo sin precedentes
Una extraordinaria exhibición astronómica podría observarse en el cielo terrestre en las próximas semanas con el paso del cometa Atlas y se vería a simple vista por su gran luminosidad.
El cometa Atlas fue descubierto el 28 de diciembre de 2019 y en aquel momento se lo observó muy débil, pero ha estado ganando luminosidad con el paso de los días. Esto está generando una gran expectativa entre los astrónomos por este imponente acontecimiento.
Atlas va camino a convertirse en uno de los cometas más brillantes visto desde el planeta Tierra, comparable con el cometa Hale-Bopp en 1997. Cabe destacar que no se observa un espectáculo semejante desde esa época, ya que los cometas sucesores desilusionaron a los observadores. Entre aquellos, se destacan el McNaught en 2007, el Lovejoy en 2011, y el PanSTARR en 2013, que fue uno de los más importantes pero no alcanzó el brillo esperado.
La agenda del Atlas
Según los pronósticos astronómicos el cometa está liberando gran cantidad de gases volátiles congelados, y esa acción es la que le está generando su rápido incremento en el brillo.
Este nuevo cometa debe su nombre al telescopio que lo descubrió, el Atlas, ubicado en Hawái y podría alcanzar su máximo esplendor desde la Tierra durante el mes de mayo. Si el cometa mantiene su comportamiento actual podría contemplarse su estela durante varias semanas y a simple vista desde la Tierra.
Pero no sólo la luminosidad será un gran espectáculo en el cielo terrestre si no también su posible persistencia y su particular color. El mismo presentará un color verdoso que lo destacará del resto del firmamento.
¿Para dónde hay que mirar?
Atlas presenta una gran cola que alcanza los 300 mil kilómetros, que representa más del doble del diámetro de Júpiter. En estos momentos se ubica transitando la constelación de la Osa Mayor y su desplazamiento es lento. Y se espera que en junio esté atravesando la constelación de Orión.
Como una curiosidad, se destaca que el cometa Atlas presenta una órbita muy similar al famoso “Gran Cometa” de 1843,un supercometa del que se han encontrado muchos grabados del asombroso acontecimiento astronómico de esa época remarcando su gran y espectacular cola.
Esta coincidencia ilusiona aún más a los expertos, aunque la expectativa también está en suspenso, ya que los astrónomos conocen lo imprevisible del comportamiento de los cometas. Su estructura puede colapsar antes de lo previsto y no alcanzar su máximo esplendor.