Cómo el clima genera crisis económicas, humanitarias y desata guerras
El impacto de fenómenos como sequías y olas de calor es fuerte y persistente. Si a esos eventos se le suman condiciones de inestabilidad política o económica, el escenario que generan puede acabar en guerras o severas crisis.
Más allá de todas las lecturas políticas que se puedan hacer, es innegable que parte de la actual crisis económica que vive Argentina se generó a partir de la profunda sequía que afectó al campo en la temporada 2018 - 2019. Las divisas que la producción no pudo aportar aceleraron los desajustes de la ya maltrecha economía argentina.
En una nota publicada por el sitio Infobae , el periodista Carlos Arbía alertaba en febrero pasado sobre los efectos que la sequía iba a producir sobre la economía del país. El costo de la sequía se calculó en 1 punto del PBI y la economía cayó casi el 7 %. Solo por este evento se redujeron las cargas en 500 mil viajes de camión menos, algo así como un quebranto de 700 millones de dólares, dinero que no se volcó a la economía.
La sequía fue la peor en 44 de años y coincidió con todo el proceso productivo. Fue un buen ejemplo de cómo las variables meteorológicas impactan a la estabilidad de los países, Y a lo largo de la historia de la humanidad, fenómenos como estos, coincidiendo con momentos políticos desfavorables han llevado a pueblos a crisis, guerras, y severas depresiones.
Otra sequía detrás de la guerra en Siria
En 2015 varios estudios concluían que en el inicio de la guerra en Siria una sequía aceleró los tiempos del deterioro político y profundizó los conflictos religiosos. Según las conclusiones de una investigación publicada por la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences , la dura sequía que afectó al país entre 2007 y 2010 contribuyó al conflicto.
La sequía habría sido el germen que llevó a la revolución que se produjo al mismo tiempo que muchas protestas se desarrollaban en el mundo árabe, un proceso que se conoce como la primavera árabe. Los eventos se fueron desarrollando como un castillo de naipes que colapsa
La investigación comandada por Colin Kelley concluyó que la sequía destruyó la agricultura de la próspera zona norte de Siria, y obligó a los agricultores a emigrar a las ciudades que vieron cómo la pobreza aumentaba rápidamente. A ese ciclo se le sumó la mala gestión del gobierno y otros factores que confluyeron en los disturbios de 2011, la puerta a la guerra civil que hoy vive ese país.
Cambio en el patrón de vientos relacionado con la sequía en Siria
No son pocos los investigadores que han encontrado una relación entre el clima extremo como altas temperaturas y sequías, y el aumento en la probabilidad de violencia. Y estos brotes de violencia pueden desencadenar conflictos en relación con el clima político, la pobreza y las pujas religiosas.
En el caso de oriente medio, es probable que el cambio climático haya permitido un debilitamiento en los patrones de viento que aportan humedad desde el Mediterráneo. Esto da lugar a menos lluvias en la temporada en la que son esperables; de noviembre a abril de cada año. Y el aumento de la temperatura aumentó la evapotranspiración, debilitando los suelos.
En el caso de Siria, la sequía produjo una merma de un tercio en la agricultura, y los precios se dispararon. Esa secuencia de eventos hizo que 1 millón y medio de personas huyeran a la periferia de las ciudades más grandes. Esto sumó tensión urbana, ya que la situación era compleja por la presencia de refugiados provenientes de Irak luego de la guerra que vivió ese país vecino.