¿Cómo está influyendo el coronavirus en la calidad del aire en China?
El coronavirus sigue dando que hablar. Aún no se sabe cuánto va a durar la cuarentena de casi veinte ciudades chinas, pero ya se han conocido algunos datos de su repercusión en la calidad del aire. Te lo contamos.
El 7 de enero las autoridades chinas confirmaron que habían identificado un nuevo coronavirus. Desde entonces, no han parado de publicarse noticias relacionadas con este virus que se ha ido extendiendo por todo el mundo y que deja ya casi 600 fallecidos, más de 27.000 afectados y cerca de veinte ciudades que se encuentran todavía en cuarentena hasta nuevo aviso.
Un virus que, sin embargo, tiene una doble cara: ha mejorado la calidad del aire en China. ¿Cómo? Pues precisamente una de las medidas más drásticas tomadas por las autoridades chinas ha sido la que más ha influido: la cuarentena. El hecho de que unos 50 millones de personas no puedan salir de sus ciudades y no puedan desplazarse por tierra, mar o aire ha tenido mucho que ver en los niveles de NO2. Además, este virus ha coincidido con las celebraciones del Año Nuevo chino, un periodo de vacaciones que también influye positivamente en la calidad del aire del país asiático.
Analizando los datos
Las redes sociales se han hecho eco en la última semana de las imágenes capturadas por un instrumento de monitorización atmosférica, TROPOMI (Tropospheric Monitoring Instrument), a bordo del satélite de observación terrestre Sentinel-5 Precursor. Este espectrómetro es capaz de monitorizar gases como el ozono, el metano, el monóxido de carbono, el dióxido de nitrógeno o el dióxido de azufre presentes en la atmósfera.
Las imágenes de satélite muestran concentraciones muy bajas de NO2 el pasado 30 de enero respecto a la media del mes de enero de 2019, un gas contaminante emitido principalmente por la actividad industrial y el tráfico. Una clara diferencia que puede detectarse especialmente en Wuhan, la ciudad origen de la epidemia y que lleva en cuarentena desde el 23 de enero. No obstante, esta situación puede extrapolarse al resto del país asiático.
La mejora de la calidad del aire en China ha sido, por tanto, evidente en las últimas semanas debido al coronavirus y a las medidas tomadas. Una baja concentración que no podría explicarse solamente teniendo en cuenta las variables meteorológicas.
¿Y ahora qué?
El mayor operativo sanitario de la historia sigue su curso y todavía son muchas las personas que no pueden salir de sus hogares. Las drásticas medidas se extienden por ciudades de toda China, hasta tal punto que en algunas de ellas como Huanggang, la segunda ciudad más afectada por el virus, solo una persona por familia puede salir del hogar cada dos días para ir a buscar víveres. Los guardias controlan la temperatura de los ciudadanos comprobando su identidad y el motivo por el cual salen de casa. Una medida que se extiende también a los pueblos cercanos y que se ha endurecido desde la semana pasada.
Para la mayoría de los chinos las vacaciones del Año Nuevo ya han finalizado. De momento, y mientras sigan vigentes estas estrictas medidas, el aire que respire el país asiático será, paradójicamente, más limpio de lo habitual. No hay que olvidar que China es el país más contaminante del mundo, supone alrededor del 30% de las emisiones a la atmósfera a nivel mundial.