Con el cambio climático el suelo pierde poder para alimentarnos
El último informe de IPCC alerta sobre la necesidad de reducir emisiones para lograr que el calentamiento del planeta no supere los 2°C. Esos cambios son esenciales para evitar que el cambio climático sea cada vez más severo.
Este jueves 8 de agosto de 2019 el mundo conoció el nuevo reporte del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC). Allí se sostiene que el uso de la tierra ya está bajo una creciente presión humana, y el cambio climático se está sumando a esas presiones. La única forma de mantener el calentamiento global por debajo de 2°C solo se podrá lograr reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero.
El informe será clave en las próximas negociaciones sobre el clima y el medio ambiente. Es la primera vez que la mayoría de los autores - el 53% - proviene de países en desarrollo. Se muestra que una mejor gestión de la tierra puede contribuir a combatir el cambio climático, aunque no sea la única solución.
La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de todos los sectores es esencial para que el calentamiento global se mantenga muy por debajo de 2ºC, con un mejor escenario en menos de 1,5°C. Justamente esos son los objetivos propuestos en 2015 por el Acuerdo de París.
La tierra es un recurso vital y crítico
El IPCC advierte que hay límites a la contribución de la tierra para abordar el cambio climático, por ejemplo a través del cultivo de granos y la forestación. También lleva tiempo para que los árboles y los suelos almacenen carbono de manera efectiva. La bioenergía debe gestionarse cuidadosamente para evitar riesgos para la seguridad alimentaria, la biodiversidad y la degradación de la tierra. Los resultados deseables dependerán de políticas y sistemas de gobierno localmente apropiados.
El título completo del informe es “cambio climático y la tierra, un reporte especial de IPCC sobre cambio climático, desertificación, degradación del suelo, manejo sostenible, seguridad alimentaria y flujo de gases de efecto invernadero en el ecosistema terrestre”. Allí se concluye que el mundo está mejor orientado para enfrentar el cambio climático cuando hay un enfoque general en la sostenibilidad.
Algunos datos son realmente alarmantes y de fuerte impacto. Un tercio de la comida que se produce se pierde o se tira. Las causas difieren sustancialmente entre los países desarrollados y los que están en desarrollo. Reducir esta pérdida y desperdicio reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero y mejoraría la seguridad alimentaria. “Algunas opciones de alimentos requieren más tierra y agua, y causan más emisiones de gases que atrapan el calor que otras ", dijo Debra Roberts, copresidenta del Grupo de trabajo II del IPCC.
Algunos números detrás del cambio climático
Aproximadamente 500 millones de personas viven en áreas que experimentan la desertificación. Las tierras secas y las áreas que experimentan la desertificación también son más vulnerables al cambio climático y los eventos extremos, como la sequía, las olas de calor y las tormentas de polvo, con una población mundial cada vez mayor que ejerce más presión.
El informe establece opciones para abordar la degradación de la tierra y prevenir o adaptarse a un mayor cambio climático. También examina los posibles impactos de diferentes niveles de calentamiento global. Por su parte, Jim Skea, co-presidente del Grupo de trabajo III del IPCC indicó que “la agricultura, la silvicultura y otros tipos de uso de la tierra representan el 23% de las emisiones humanas de gases de efecto invernadero. Al mismo tiempo, los procesos naturales de la tierra absorben dióxido de carbono equivalente a casi un tercio de las emisiones de dióxido de carbono de los combustibles fósiles y la industria ".
La acción coordinada de los países para abordar el cambio climático puede mejorar simultáneamente la tierra, la seguridad alimentaria y la nutrición, y ayudar a acabar con el hambre. El informe destaca que el cambio climático está afectando los cuatro pilares de la seguridad alimentaria: disponibilidad (rendimiento y producción), acceso (precios y capacidad para obtener alimentos), utilización (nutrición y cocina) y estabilidad (interrupciones en la disponibilidad).