En medio de una nueva ola de calor sin precedentes por su persistencia en el centro del país para el mes de marzo, continúan oficializándose datos tan calientes cómo estos días, que dan cuenta de lo extraordinaria que fue la temporada recién culminada de verano.

Datos que responden al trimestre diciembre-enero-febrero, y que el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) recopiló y analizó para poder determinar cuán alejado estuvo este trimestre de la normalidad y cómo se posiciona respecto a otros años.

Sequía prolongada en Argentina, uno de los veranos más secos

Este miércoles el SMN confirmó los últimos datos en relación a las precipitaciones del último verano. Fue el tercero más seco en Argentina para el periodo 1961/2023 con un 29,1% menos de lluvia que lo normal, quedando por detrás de las temporadas 1961/1962 y 1988/1989.

Sobre el mapa final de anomalías de precipitación en el último trimestre, abundan los tonos amarronados con distinta intensidad, dando cuenta de cómo gran parte del país experimentó condiciones de menos lluvia respecto a lo normal. La situación más crítica se observa sobre el Litoral y norte de la provincia de Buenos Aires.

De la comparativa anual, se evidencia rápidamente como las anomalías negativas han ganado terreno en los últimos veranos, en buena parte explicadas por una mayor recurrencia de eventos La Niña, sobre todo la actual que ya va por su tercera temporada consecutiva. De los últimos 7 veranos, solo el del año pasado presentó un leve superávit, todo el resto por debajo de lo normal.

Calor infinito en Argentina, el verano no termina

Respecto a las temperaturas, el tema sigue siendo recurrente dado que ha comenzado marzo (y el otoño climatológico) y el calor descomunal por su persistencia continua azotando fundamentalmente a la zona centro-este del país.

La inédita cantidad de periodos con altas temperaturas y olas de calor que ha vivido la Argentina desde noviembre a la actualidad, fue determinante para que el verano se alzará con el primer puesto de los más calurosos desde 1961.

Un trimestre diciembre-enero-febrero que presentó una anomalía térmica de 1,3 °C a nivel país, según el SMN, suficiente para desplazar del primer puesto a los veranos de 1988 y 1989 que presentaron una anomalía positiva de 1,1 °C.

La Ciudad de Buenos Aires, Jujuy, Salta, Corrientes, Entre Ríos, La Pampa, Mendoza y Neuquén fueron algunos de los lugares que tuvieron un verano récord, en el cual se han quebrado numerosos récords de temperatura como nunca antes había sucedido.

¿Por qué tanto calor y tanta sequía en Argentina?

Un informe especial emitido por el SMN detalla cuales son los factores que promueven condiciones de tanto calor y déficit de lluvias desde noviembre a la actualidad en gran parte de la Argentina.

Allí se menciona una combinación de distintos forzantes, destacando la persistencia de un sistema de alta presión sobre el Océano Atlántico Sur que intensifica el flujo del norte y noreste en la región norte del país, la Zona de Convergencia del Atlántico Sur (ZCAS) que frecuentemente estuvo activa promoviendo el déficit de lluvia, así como un cinturón de vientos del oeste en niveles altos desplazado hacia el polo, lo que produjo una reducción del ingreso de frentes fríos provenientes de latitudes polares.

Entre los indicadores climáticos, se destaca El Niño Oscilación del Sur (ENOS) en su fase de la Niña, promoviendo condiciones más cálidas en el centro del país y déficit de lluvia en el noreste. Además, concluye el informe, el Modo Anular del Sur (SAM/AAO) estuvo en fase positiva desde noviembre hasta inicios de febrero, limitando el ingreso de aire frío mientras que se favoreció condiciones estables, ayudando así a la persistencia de eventos cálidos.