Controversia: ¿muestras de Marte podrían poner en peligro a la Tierra?
Toma impulso el debate acerca de los procedimientos para la obtención y recepción de rocas y polvo del planeta rojo, en una misión espacial sin precedentes que ya estudian los científicos y que podría concretarse en la próxima década.
La exploración y el conocimiento del planeta Marte avanzan a pasos agigantados en estos últimos años. Actualmente, dos robots estadounidenses (Curiosity y Perseverance) y uno chino (Zhurong) recorren el planeta rojo realizando distintos tipos de experimentos. En tierra, mientras tanto, los científicos planean la manera de traer a nuestro planeta distintos tipos de muestras de rocas o polvo marciano para su detallado estudio.
En ese sentido, China tiene el objetivo de traer muestras marcianas a la Tierra en 2031, dos años antes que la NASA. Este adelantamiento de China se explica en parte por la simplicidad de la misión propuesta respecto al plan de la NASA, la cual comenzaría con el envío de nave espacial a finales de 2028.
La NASA, mientras tanto, también planea su primera misión para traer tierra y rocas de Marte de regreso a la Tierra, pero antes de que ocurra ese evento trascendental, la agencia espacial debe descubrir exactamente cómo proteger nuestro planeta de cualquier microbio alienígeno que pueda viajar y causar un problema contaminante.
Algunos científicos están muy preocupados de que ciertos países traigan en un futuro muestras marcianas a la Tierra para ser analizadas. Se teme que muchas de estas muestras contengan patógenos interplanetarios desconocidos y potencialmente mortales, según han señalado en un foro público de la NASA.
La controversia de traer muestras de Marte a la Tierra
Peter Doran, geólogo de la Universidad Estatal de Luisiana que estudia la vida en ambientes extremos, afirmó que “es muy poco probable que haya algo vivo en la superficie de Marte. Pero hay una posibilidad y no hay que descartar nada”.
Aun así, Doran dice que nadie ha pensado exactamente cómo manejar las muestras marcianas que arriben. “Hasta hace poco, no se había prestado mucha atención a los detalles de la instalación de muestras y todo eso porque no pensábamos que iba a suceder”.
Por su parte, el astrobiólogo Steve Benner afirma que “si los materiales de Marte hubieran presentado una amenaza para la Tierra, ya lo habríamos experimentado”.
Según Benner, “Marte a menudo es golpeado por asteroides y otras rocas espaciales y, como resultado, disipa sustancias planetarias con bastante regularidad […] y aproximadamente 500 kilogramos de este material marciano ya llega a la Tierra cada año”. Afirma que “en los más de 3.500 millones de años desde que apareció la vida en la Tierra, miles de millones de otras rocas han realizado viajes similares". “Si la microbiota de Marte existe y puede causar estragos en la biosfera de la Tierra, ya habría sucedido, y unos pocos kilos más no harán ninguna diferencia”.
El plan de la NASA para ingresar muestras marcianas
La NASA pretende almacenar las futuras muestras de Marte en un biolaboratorio seguro, cerca de las instalaciones remotas de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en Utah.
El plan para recolectar las muestras de manera segura comienza con una nave espacial aterrizando en Marte y lanzando un contenedor lleno de muestras de rocas recolectadas previamente en órbita alrededor del planeta. Una vez en órbita, este contenedor podría ser engullido por otro contenedor, para mantener dentro todo lo que haya tocado Marte.
Luego se sellaría y el sello se esterilizaría con calor, esboza Brian Clement, experto en protección planetaria del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA que está trabajando en la misión. “Estamos aplicando calor muy alto. Va a superar los 900 grados Fahrenheit (más de 480 °C). Queremos poder descomponer cualquier biomolécula que pueda tener actividad de interés”, indicó. Sin embargo, esto es un desafío técnico porque los científicos también quieren mantener frías las muestras de roca, como lo estaban en Marte.
El contenedor desinfectado luego iría a otro contenedor, que también se sellaría y se colocaría en el vehículo de entrada a la Tierra, que es lo que eventualmente aterrizaría en el desierto de Utah.