Crean ciudad flotante para resistir los impactos del cambio climático
Corea del Sur presentó el diseño de su nueva ciudad flotante. De esta manera la comunidad costera estará mejor adaptada para soportar inundaciones causadas por el aumento del nivel del mar, tsunamis e incluso tifones.
Si hablamos de adaptación al cambio climático, esta semana todos los ojos están puestos en Busan, Corea del Sur. Al ser una ciudad costera, el aumento del nivel del mar amenaza constantemente a su población, al igual que lo hacen los tsunamis y los tifones que golpean sus playas cada año. Por tal motivo, buscar alternativas tecnológicas y urbanísticas que permitan minimizar los impactos de estos fenómenos naturales se volvió uno de sus principales objetivos.
En 2019 un grupo de ambiciosos ingenieros, constructores y arquitectos se reunieron en las Naciones Unidas para discutir una idea que ayude en la adaptación: construir una ciudad flotante. Y lo que parecía algo de ciencia ficción, hoy ya tiene su primer prototipo y se está volviendo realidad. Esta metrópolis futurista fue presentada por la empresa Oceanix y respaldada por el Programa de Asentamientos Humanos de la ONU.
Este prototipo de ciudad flotante se armará sobre plataformas hexagonales interconectadas por puentes, que cubrirán un total de 630 mil metros cuadrados y contará con espacio suficiente para albergar a 12.000 personas, aunque en el futuro podrían ser más de 100 mil. Se estima que costará $200 millones de dólares y se completará para 2025.
"Estamos en camino de entregar OCEANIX Busan y demostrar que la infraestructura flotante puede crear nuevas tierras para las ciudades costeras que buscan formas sostenibles de expandirse hacia el océano, mientras se adaptan al aumento del nivel del mar", dijo Philipp Hofmann, director ejecutivo de OCEANIX. La ciudad se dividirá en diferentes vecindarios, incluidos los de vivienda, investigación y alojamiento.
Todas las estructuras construidas en la ciudad serán de poca altura, se mantendrán por debajo de los siete pisos para crear un centro de gravedad bajo y poder resistir el viento, según Oceanix. Cada isla tendrá forma hexagonal y contendrá una capa de piedra caliza que es de dos a tres veces más dura que el concreto y más flotante. Los materiales a utilizar serán creados a partir de minerales submarinos expuestos a corrientes eléctricas. Esto hace que se fortalezcan con el tiempo y les otorga la capacidad de repararse por sí mismos, lo que permitirá que la ciudad resista las duras condiciones climáticas.
Una ciudad sostenible
La metrópolis está planificada para que sea sustentable y sostenible. Cada vecindario tratará y repondrá su propia agua, reducirá y reciclará los recursos y proporcionará una agricultura urbana innovadora.
Debajo de cada plataforma existirán jaulas que pueden usarse para guardar moluscos, algas marinas u otros mariscos, mientras que los desechos de los peces podrían convertirse en fertilizantes para plantas. Los habitantes tendrán que vivir con una "dieta basada principalmente en plantas", dice Oceanix, lo que reducirá la presión sobre los recursos de espacio, energía y agua.
Otras características clave incluyen invernaderos y seis sistemas integrados: cero residuos y sistemas circulares, sistemas de agua de circuito cerrado, alimentos, cero energía neta, movilidad innovadora y regeneración de hábitats costeros. "Estos sistemas interconectados generarán el 100 % de la energía operativa requerida en el sitio a través de paneles fotovoltaicos flotantes y en la azotea", explicó OCEANIX en un comunicado.
Este prototipo fue anunciado poco días después de que la Comisión Europea presentara un informe con evidencias de que el aumento del nivel del mar está aumentando más de 7 centímetros al año.