¿Hasta qué valor de temperatura más alta soporta el cuerpo humano?
El cuerpo humano puede soportar el calor hasta un cierto punto. La humedad presente es la que define ese valor de riesgo. Pasado ese límite el cuerpo tiene dificultades para manejar su temperatura interna.
Las olas de calor extremas son cada vez más frecuentes, y las temperaturas máximas que se alcanzan cada vez más elevadas, al punto que en Meteored hemos tenido que subir la escala de visualización en nuestros mapas para poder integrar a estas situaciones extremas. Máximas que rozaron los 50 °C en latitudes tan impensadas como Canadá, u olas de calor con incendios devastadores como las que viven ahora Turquía y Grecia van dejando este año la huella de un planeta cada vez más caliente.
El cuerpo humano es resistente, pero con temperaturas tan elevadas, la pregunta que nos hacemos es concretamente hasta dónde puede soportar. ¿Cuál es la temperatura más alta que pueden soportar las personas? Lo cierto es que el calor cada vez más representa una amenaza para la salud de una mayor cantidad de población en todo el mundo. Y la respuesta no apunta solo al valor de la temperatura, sino que depende de la cantidad de humedad en el ambiente.
Los resultados de una investigación publicada en Science Advances intentó poner luz a este interrogante. La respuesta concreta pone la barrera en un valor de temperatura de bulbo húmedo de 35 °C. Más allá de ese valor no sería manejable por el cuerpo humano, siempre teniendo en cuenta que no todas las personas tienen la misma respuesta al calor. Los 34 °C soportados este verano por los habitantes del norte de Finlandia no fueron experimentados de la misma forma que esa temperatura podría vivirse en Madrid donde las personas están habituadas a ese valor como algo normal en verano.
La temperatura de bulbo húmedo
La temperatura del bulbo húmedo no es la misma que la temperatura del aire. Para obtenerla se la mide con un termómetro cubierto con un paño empapado de agua, por lo que se tiene en cuenta tanto el calor como la humedad. Esta última es importante porque con más vapor de agua en el aire, es más difícil que el sudor se evapore del cuerpo y enfríe a la persona. El agua en el paño del termómetro se elaborará en función de la cantidad de humedad presente.
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Por ello, el valor de temperatura de bulbo húmedo será igual o inferior a la temperatura del aire. Cuando esto ocurre el aire está saturado y la humedad relativa es del 100 %. A partir de allí cualquier cantidad de vapor de agua que se sume al ambiente se transformará en agua líquida. Entonces, la temperatura de bulbo húmedo de 35 °C que es lo máximo que puede soportar el cuerpo humano se conseguiría con 100 % de humedad a esa temperatura. Pero, si la temperatura del aire fuera por ejemplo de 45 °C, este valor de bulbo húmedo se obtendría con una humedad relativa del 51 %. Esto es porque a mayor temperatura el aire acepta un mayor volumen de vapor de agua.
Si subimos nuestro ejemplo a una temperatura del aire de 50 °C, esa situación se daría con un 38 % de humedad relativa. Ahora, en ambientes tropicales ese escenario puede darse con mayor facilidad. Si imaginamos una temperatura de 39 °C, y una humedad relativa del 77 %, el bulbo húmedo será de 35 °C, el valor de mayor riesgo, según lo señalado por Colin Raymond, investigador postdoctoral del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA que estudia el calor extremo y participó de la investigación. Uno de los signos de alerta es que el planeta se estaría calentando mucho más rápido de lo que el cuerpo humano puede adaptarse.
Una amenaza al compás del calentamiento global
La razón por la que las personas no pueden sobrevivir con mucho calor y humedad es que ya no pueden regular su temperatura interna. "Si la temperatura del bulbo húmedo se eleva por encima de la temperatura del cuerpo humano, se puede seguir sudando, pero no se va a poder enfriar el cuerpo a la temperatura que necesita para funcionar fisiológicamente", dijo Raymond a Live Science. Llegados a este punto, el cuerpo se vuelve hipertérmico, es decir, supera los 40 grados centígrados.
Una temperatura de bulbo húmedo de 35 °C no causará la muerte inmediata; probablemente se necesiten unas 3 horas para que ese calor sea insuperable, dijo Raymond. No hay forma de saber con seguridad la cantidad exacta de tiempo, pero los estudios han tratado de estimarla sumergiendo a los participantes humanos en tanques de agua caliente y sacándolos cuando sus temperaturas corporales comenzaron a subir incontroladamente. Tampoco ese valor es totalmente exacto, y calcularon un rango de entre 34 y 36,5 °C.
Estos valores se calcularon sobre un estado de reposo sin mayor gasto de energía. El ejercicio y la exposición a la luz solar directa facilitan el sobrecalentamiento, con lo que el efecto se puede lograr mucho antes. Las personas mayores, las que padecen ciertas enfermedades, como la obesidad, y las que toman antipsicóticos no pueden regular tan bien su temperatura, por lo que es más fácil que el calor las mate. El aire acondicionado puede salvar a mucha gente de la muerte, porque esas temperaturas y condiciones se pueden dar dentro de casas mal aisladas. De allí la importancia de que las ciudades brinden ayuda con espacios de enfriamiento, algo que ya hacen ciudades como Nueva York.
Según el estudio de Science Advances, pocos lugares han alcanzado una temperatura de bulbo húmedo de 35 °C en la historia registrada. Desde finales de la década de 1980 y la década de 1990, los puntos calientes han sido el valle del río Indo, en el centro y el norte de Pakistán, y la orilla sur del Golfo Pérsico. "Hay lugares que ya están empezando a experimentar estas condiciones durante una o dos horas", dijo Raymond. "Y con el calentamiento global, esto sólo va a ser más frecuente". Entre los lugares que corren el riesgo de sufrir estas temperaturas en los próximos 30 a 50 años se encuentran el noroeste de México, el norte de la India, el sudeste asiático y África occidental, añadió.