¿Cuál es la montaña más sucia?
Tal vez te sorprenda descubrir que la montaña más sucia es el pico más alto de la Tierra. Cuesta creer que este paisaje de ensueños pueda albergar toneladas de desechos. El Monte Everest permanecerá “cerrado por limpieza”.
La frase “una montaña de basura” nos hace imaginar que estamos hablando de un basural clandestino por ejemplo, pero la frase se vuelve literal cuando se describe la situación extrema que atraviesa el Monte Everest. No solo es el pico más alto del mundo, sino que lamentablemente tiene un nuevo récord, es la montaña más sucia. Frente a esta situación desesperante las autoridades se vieron obligadas a tomar medidas drásticas.
El Everest está ubicado en el continente asiático en la cordillera del Himalaya, marca la frontera entre la República Popular de China y Nepal. El mismo pico de 8.848 metros de altura que atrae a turistas maravillados y a ambiciosos escaladores entrenados de todo el mundo, tiene sobre su parte más alta toneladas de basura que fue depositada por los escaladores que pasaron por ahí.
Por ejemplo, en 2018 más de 140 mil personas pasaron por los alrededores del campamento, esto genera una enorme cantidad de residuos que se acumulan año tras año. Principalmente son latas y otros envases de comida y bebida, elementos necesarios para la travesía como tubos de oxígeno, bastones, escaleras, tiendas de campaña.
Como si esto fuera poco se suman los cuerpos de los montañistas que perdieron su vida al intentar “coronar la cima”, aproximadamente hay unos 300 enterrados en el hielo. En los últimos años y por el aumento de la temperatura, se percibe un derretimiento de la nieve y los glaciares también en el Everest, y esto comienzan a dejar al descubierto los cuerpos enterrados.
Medidas drásticas
Las autoridades han tomado fuertes medidas en los alrededores del campo base norte del Everest, y comenzarán la dificultosa campaña de limpieza. La zona ha sido cerrada de forma indefinida para los turistas y con un acceso muy limitado para los escaladores. Estas medidas extremas se toman para poder llevar a cabo las tareas de recolección de residuos.
Todas las zonas por encima del Monasterio de Rongphu (5000 metros de altura) y a escasos kilómetros del campamento, desde donde los montañistas inician el viaje para intentar hacer cumbre, permanecerán cerradas. Estará prohibido ir u organizar viajes hacia las áreas de la reserva natural que se encuentren por encima de los 5.200 metros, según afirman las autoridades del lugar.
Sólo van a conceder 300 permisos al año para escalar el Everest desde su cara norte (un tercio con respecto a 2018). Únicamente los alpinistas que consigan la autorización especial podrán tener acceso al campo. Por otro lado, y mientras se busca una solución al problema de la basura, van a instalar un nuevo campamento para los turistas, será cercano al templo y tendrá vistas privilegiadas del Everest también.
Llegar al campo base del Monte Everest es complicado desde el lado de Nepal, (dos semanas de dura caminata), pero en cambio del lado tibetano es más simple y se puede acceder en auto. Por eso miles de turistas que visitan el Tibet por supuesto no quieren perderse el paso por ese campamento. Existen hasta unos hoteles carpa para que los visitantes pasen “la noche en el Everest”, como parte del paquete turístico. Estos negocios gestionados por los aldeanos, también fueron cerrados.
La campaña de limpieza
Hasta la altura del campamento base se recogieron 335 toneladas de residuos, con un gasto de 500 mil euros. En las zonas más altas ya hubo tres operaciones de limpieza y sacaron 8.4 toneladas (casi 6 fueron de envases de comida y más de 2 toneladas de excrementos humanos).
La situación es tan grave que varias las organizaciones privadas, asociaciones y Ministerios de Nepal y China se sumaron para limpiar el Everest. Una empresa china ofreció instalar inodoros ecológicos, una idea que aún no prosperó pero se tiene en consideración. Desde 2014 se habían puesto normas (los montañistas debían llevarse su basura), pero eso no se cumplió.
Recolectar la basura en la montaña más alta del mundo no es tarea simple como se podrán imaginar, la orografía accidentada y la falta de oxígeno son los principales problemas. Desde el próximo mes de mayo comenzarán las tareas en las zonas más afectadas, se trata de: Camp II (a 6.500m de altura) y South Coll (7.900m). Se calcula el gasto de unos 250 mil euros para las tareas que serán realizadas por sherpas (pobladores de la zona).