Cuenta regresiva para el gran eclipse de Sol: la NASA lanzará tres cohetes sonda a la sombra de la Luna
Los cohetes ya habían sido lanzados y recuperados con éxito durante el eclipse anular de Sol de octubre de 2023. Buscan estudiar cómo se ve afectada la ionosfera cuando la luz solar se atenúa momentáneamente sobre una parte del planeta.
La NASA informó mediante un comunicado que lanzará tres cohetes sonda durante el eclipse total de Sol del 8 de abril de 2024, para estudiar cómo se ve afectada la atmósfera superior de la Tierra cuando la luz solar se atenúa momentáneamente sobre una parte del planeta.
Los cohetes de sondeo Atmospheric Perturbations around Eclipse Path (APEP) se lanzarán desde las instalaciones de vuelo Wallops de la NASA en Virginia, para estudiar las perturbaciones en la ionosfera que se crean cuando la Luna eclipsa al Sol.
Los cohetes de sondeo ya habían sido lanzados y recuperados con éxito desde las instalaciones de pruebas de White Sands, en Nuevo México, durante el eclipse anular de Sol de octubre de 2023. Se han reacondicionado con nueva instrumentación y se volverán a lanzar en pocos días durante el gran acontecimiento astronómico del año. La misión está dirigida por Aroh Barjatya, profesor de ingeniería física en la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle de Florida, donde dirige el Laboratorio de Instrumentación Espacial y Atmosférica.
Los detalles del lanzamiento de cohetes sonda durante el eclipse de Sol
Los cohetes de sondeo se lanzarán en tres momentos diferentes, informó la NASA: 45 minutos antes, durante, y 45 minutos después del máximo eclipse local. Estos intervalos son importantes para recoger datos sobre cómo afecta la repentina desaparición del Sol a la ionosfera, creando perturbaciones que tienen el potencial de interferir en nuestras comunicaciones.
es una región de la atmósfera terrestre que se encuentra entre 90 y 500 kilómetros por encima del suelo. Es una región electrificada que refleja y refracta las señales de radio, y también afecta a las comunicaciones por satélite a medida que las señales la atraviesan.
Constituye el límite entre la atmósfera inferior de la Tierra -donde vivimos y respiramos- y el vacío del espacio. Está formada por un mar de partículas que se ionizan, o se cargan eléctricamente, a partir de la radiación solar. Cuando cae la noche, la ionosfera se adelgaza a medida que las partículas previamente ionizadas se relajan y se recombinan de nuevo en partículas neutras. Sin embargo, las condiciones meteorológicas terrestres y espaciales pueden afectar a estas partículas, lo que hace que sea una región dinámica y difícil de predecir en un momento dado.
"Comprender la ionosfera y desarrollar modelos que nos ayuden a predecir las perturbaciones es crucial para garantizar que nuestro mundo, cada vez más dependiente de las comunicaciones, funcione sin problemas", explica Barjatya.
A menudo es difícil estudiar con satélites los cambios a corto plazo en la ionosfera durante un eclipse, porque pueden no estar en el lugar o el momento adecuados para cruzar la trayectoria del eclipse. Dado que se conocen la fecha y las horas exactas del eclipse solar total, la NASA puede lanzar cohetes de sondeo dirigidos para estudiar los efectos del eclipse en el momento adecuado y a todas las altitudes de la ionosfera.
A medida que la sombra del eclipse atraviesa la atmósfera, crea una puesta de sol rápida y localizada que desencadena ondas atmosféricas a gran escala y perturbaciones a pequeña escala. Estas perturbaciones afectan a distintas frecuencias de radiocomunicación. La recopilación de datos sobre estas perturbaciones ayudará a los científicos a validar y mejorar los modelos actuales que ayudan a predecir posibles perturbaciones de nuestras comunicaciones, especialmente las de alta frecuencia.
Se espera que los cohetes APEP alcancen una altitud máxima de 420 kilómetros. Cada cohete medirá la densidad de partículas cargadas y neutras y los campos eléctricos y magnéticos circundantes. "Cada cohete eyectará cuatro instrumentos secundarios del tamaño de una botella de agua de dos litros que también medirán los mismos puntos de datos, por lo que los resultados serán similares a los de quince cohetes, aunque sólo se lanzarán tres", explicó Barjatya.
Más mediciones complementarias durante el eclipse de Sol
Además de los cohetes, varios equipos de Estados Unidos realizarán mediciones de la ionosfera por diversos medios. Un equipo de estudiantes de Embry-Riddle desplegará una serie de globos a gran altitud. Otros investigadores del Observatorio Haystack del Instituto Tecnológico de Massachusetts y del Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea de Nuevo México utilizarán diversos radares terrestres para realizar mediciones. A partir de estos datos, un equipo de científicos de Embry-Riddle y del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins está perfeccionando los modelos existentes.
Juntas, estas diversas investigaciones ayudarán a proporcionar las piezas del rompecabezas necesarias para ver el panorama general de la dinámica ionosférica.
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