Dengue: alumnos de una escuela de Tucumán junto al CONICET fabrican un repelente natural de mosquitos
Alumnos y docentes de una escuela rural argentina, junto a científicos del CONICET, idearon y fabricaron un repelente a base de plantas, eficiente contra el mosquito Aedes aegypti que transmite el dengue.
Alumnos y docentes de la Escuela Secundaria de Amberes, una comuna rural del departamento Monteros, en la provincia de Tucumán, junto con científicos del Instituto de Biotecnología Farmacéutica y Alimentaria (INBIOFAL), dependiente de la Universidad Nacional de Tucumán y el CONICET, desarrollaron un repelente “apto para aplicar a personas de todas las edades, y que proporciona una protección contra el mosquito de aproximadamente tres horas”, afirman los investigadores.
El profesor Juan Zurita, responsable de la materia “Proyectos socio comunitarios con orientación a las Ciencias Naturales” del centro educativo de Amberes, cumplió con el rol fundamental al involucrar a sus alumnos en esta actividad. Él junto con la directora del establecimiento educativo, Karina Molina, invitaron a los científicos del INFIOBAL para que tengan la primera reunión con los estudiantes a mediados del 2023. El equipo de trabajo se fusionó entonces con Marcos Gabriel Derita, Exequiel Elías González y María Julieta Moreno, miembros del CONICET.
De proyecto de ciencias una solución eficaz y natural contra el dengue
La idea para la asignatura escolar “Proyectos socio comunitarios con orientación a las Ciencias Naturales", era que los estudiantes seleccionaran una problemática local, valiéndose de un análisis sanitarios en base al diálogo con médicos de la zona.
Es así como los estudiantes de la escuela rural realizaron un completo relevamiento epidemiológico en el Centro de Atención Primaria de Salud (CAPS) de la región, esta herramienta les permitió identificar al dengue (enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti) como la problemática sanitaria existente.
“Ellos querían hacer un jabón, pero les explicamos que no era la mejor opción porque, al lavar las manos, el efecto del repelente se iba a perder. Entonces les propusimos fabricar un repelente en forma de gel, para el cual usamos celulosa bacteriana, un material innovador que produjimos en el laboratorio”, indica Exequiel Elías González.
Tanto alumnos como docentes recibieron una capacitación en Buenas Prácticas de Laboratorio, en lectura de pictogramas de seguridad química, y en uso y función de equipamiento de seguridad específico para esta tarea por parte de los especialistas del INFIOBAL.
También recibió información sobre las normas básicas de trabajo en laboratorio: el tipo de materiales, el envasado y el rotulado, así como sobre el tratamiento de residuos. Una vez definido el producto a fabricar, y hecha la capacitaron para que los estudiantes puedan identificar plantas y aceites esenciales el proyecto avanzó a paso firme.
Cada alumno llevó al aula propuestas de distintas plantas que podían encontrar en el jardín del fondo de sus casas o en el barrio, y luego de analizar sus propiedades, optaron por dos: la pelargonium graveolens (conocida citronela) y la cymbopogon citratus (conocida como lemon grass).
“En la fase inicial de laboratorio se formularon dos geles repelentes para mosquitos, que más adelante fueron probados por la comunidad de Amberes. La encuesta se realizó en voluntarios sanos mayores de 18 años y se evaluaron parámetros como la ausencia de edema y de eritema; la extensibilidad y la velocidad de secado; y también, las características organolépticas, que son aquellas que pueden percibirse de forma directa por los todos sentidos sin utilizar aparatos o instrumentos de estudio”, destacaron los involucrados a los medios de comunicación. Luego de formular una primera versión de dos geles y probarlo en la comunidad, la planta seleccionada para la fabricación del gel fue lemon grass.
Fabricación del repelente 100 % natural contra el mosquito del dengue
En primer lugar, los estudiantes llevaron a cabo la recolección del material vegetal necesario, posteriormente y con dicha materia prima, el grupo de estudiantes se encargó de la elaboración de 20 kilos de gel (un total de 200 envases) en el laboratorio de la escuela, que luego fue distribuido entre la población local.
“Este enfoque integral les permitió comprender todo el proceso, que va desde conocer las potencialidades de la planta hasta el producto final; resaltando la importancia de la flora local y promoviendo alternativas naturales a los repelentes comerciales”, resumieron los investigadores del CONICET intervinientes.