Desastre en la Universidad: conserje arruina 20 años de investigación al apagar un congelador

En un giro inesperado de los acontecimientos, un empleado universitario desató un verdadero caos al apagar accidentalmente un congelador. Este incidente ocasionó la pérdida de más de 20 años de investigación, valorada en más de un millón de dólares

ciencia,investigación
Las muestras debían mantenerse a unos -80 °C

Un empleado de limpieza del Instituto Politécnico Rensselaer, ubicado en el norte del estado de Nueva York, cometió el error de desconectar el congelador tras haber escuchado repetidas "alarmas molestas" que emitía el artefacto. Sin embargo, este simple acto de buena voluntad tuvo consecuencias desastrosas. En el interior del congelador se encontraban valiosos cultivos celulares y muestras, cuya supervivencia dependía de una temperatura constante de -80 °C. Una fluctuación mínima de tan solo tres grados podría ocasionar daños irreparables.

La demanda presentada por el Instituto alega que la empresa de limpieza Daigle Cleaning Systems es responsable de lo sucedido, ya que no brindó el entrenamiento ni la supervisión adecuada a su empleado. Según la universidad, el conserje no debe ser culpado, sino la empresa que lo contrató. La institución busca una compensación de más de un millón de dólares en concepto de daños y honorarios legales.

La demanda establece que los cultivos celulares y las muestras en el congelador debían mantenerse a -80 °C y una pequeña fluctuación de 3 grados causaría daños, por lo que sonarían las alarmas si la temperatura aumentaba a -78 °C o disminuía a -82 °C.

La investigación afectada estaba a cargo del profesor KV Lakshmi, director del Centro de Investigación Bioquímica de Energía Solar. Según la demanda, la alarma del congelador se activó el 14 de septiembre de 2020, cuando la temperatura alcanzó los -78 °C. A pesar de esto, el equipo de Lakshmi determinó que las muestras estarían a salvo hasta que se pudieran realizar las reparaciones necesarias. Se tomaron medidas adicionales para asegurar el congelador, cómo agregar una caja de seguridad alrededor del tomacorriente y colocar una advertencia en el mismo.

El botón equivocado

La advertencia indicaba claramente que el congelador estaba en reparación y solicitaba a los demás que no lo movieran ni desconectaran. Además, se brindaba la opción de silenciar las alarmas pulsando el botón correspondiente durante unos segundos. Sin embargo, el conserje, en un intento de ser útil, activó los interruptores automáticos de manera incorrecta, apagando el suministro de electricidad al congelador. Como resultado, la temperatura interna subió a -32 °C.

Al día siguiente, los estudiantes de investigación se encontraron con la desoladora escena: el congelador estaba apagado y la mayoría de los cultivos habían sido dañados irreparablemente. Veinte años de arduo trabajo científico habían sido comprometidos, dejando a todos en estado de shock.

Este lamentable incidente pone en evidencia la importancia de la supervisión y el entrenamiento adecuados en entornos de investigación de alta sensibilidad. Las consecuencias de un simple error pueden ser catastróficas y devastadoras, como en este caso.

Hasta el momento, tanto Daigle Cleaning Systems como el Instituto Politécnico Rensselaer se han negado a hacer comentarios sobre el asunto. Será interesante ver cómo se desarrolla esta demanda y qué lecciones se extraen de este trágico episodio. En tanto, los investigadores afectados deberán comenzar nuevamente desde cero, tratando de reconstruir lo que una vez fue un proyecto de investigación invaluable.