Descubren plantas fósiles extraídas en una misión secreta militar
Una misión secreta militar durante la Guerra Fría extrajo hielo de Groenlandia. Recuperado 5 décadas después por casualidad mostró que contenía fósiles de plantas casi intactos. Y entregó mucha información sobre el clima del planeta.
Corría el año 1966, en plena Guerra Fría. Nikolái Víktorovich Podgorni era el presidente de la URSS, y Lyndon Johnson el de los Estados Unidos. En ese año Estados Unidos avanzaba en la construcción en el norte de Groenlandia de la base de investigación ártica Camp Century. Pero la investigación era lo menos importante que estaba en los planes. En realidad Camp Century era la excusa para ocultar una misión secreta del ejército llamada Iceworm. El objetivo real: ocultar cientos de cabezas nucleares porque desde esa posición tendrían alcance sobre los principales objetivos soviéticos en una guerra nuclear que en esos años parecía posible.
Para esa construcción fueron desenterrados grandes núcleos de hielo. Lo cierto es que el tiempo pasó, la guerra nuclear nunca llegó (por suerte), y luego de la caída del muro de Berlín el 8 de noviembre de 1989 la URSS dejó de existir como tal. Pero los núcleos de hielo se habían resguardado casi por casualidad durante tantos años.
La base Camp Century fue abandonada y el núcleo de hielo quedó olvidado para finalmente llegar a un congelador en Dinamarca. En 2017 el núcleo de hielo fue descubierto en el congelador que se encontraba, y su estudio posterior aportó grandes sorpresas.
Sorpresas sobre el hielo de Groenlandia
La investigación del núcleo de hielo se realizó en 2019, y de acuerdo a lo indicado por LiveScience descubrieron fragmentos de plantas fosilizadas que podrían haber florecido hace un millón de años. Se creía que la actual capa de hielo de Groenlandia tenía casi 3 millones de años, pero los diminutos fragmentos de plantas dicen lo contrario, mostrando que en algún momento del último millón de años -posiblemente en los últimos cientos de miles de años- gran parte de Groenlandia estaba libre de hielo.
En la actualidad, la mayor parte de Groenlandia está cubierta por una capa de hielo que tiene una extensión de 1,7 millones de kilómetros cuadrados, unas tres veces el tamaño de Texas. Si las nuevas investigaciones confirman que la mayor parte del hielo de Groenlandia desapareció hace relativamente poco tiempo, eso no augura nada bueno para la estabilidad de su actual capa de hielo en respuesta al cambio climático provocado por el hombre.
Si todo el hielo de Groenlandia se derritiera, los mares se elevarían unos 7 metros según informó la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) en 2019. Eso sería suficiente para inundar las ciudades costeras de todo el mundo, escribieron los investigadores en este nuevo estudio, publicado el 15 de marzo en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Historias secretas de la guerra fría
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos comenzó a construir Camp Century en 1959, y los científicos B.L. Hansen y Chester Langway Jr. supervisaron la extracción de un núcleo de hielo que medía 3,4 metros de una profundidad de 1.368 metros bajo el hielo. Después de que el Ejército diera por concluido el Proyecto Iceworm, el núcleo pasó a ser almacenado, primero en la Universidad Estatal de Nueva York en Buffalo, donde Langway era investigador, y después en el Instituto Niels Bohr de Copenhague, dijo Andrew Christ, autor principal del nuevo estudio y becario postdoctoral y profesor del Departamento de Geología de la Universidad de Vermont en Burlington.
"El fondo del núcleo de hielo son trozos de sedimento congelados, de unos 10 centímetros de largo y 10 centímetros de ancho", dijo Christ a Live Science. "Los pusieron en frascos de galletas de vidrio y los etiquetaron como 'subhielo de Camp Century' - y luego se olvidaron de ellos". No fue hasta 2017, durante un inventario de materiales destinados a un nuevo congelador, cuando el conservador de la instalación, Jørgen Peder Steffensen, reconoció las muestras de núcleo perdidas hace tiempo. Rápidamente se puso en contacto con los investigadores para examinar los sedimentos por primera vez desde la década de 1960, dijo Christ.
Cuando encontraron los fósiles, ocurrió algo inesperado. Mientras enjuagaban la tierra congelada para clasificarla en granos de diferentes tamaños, observaron "pequeñas cosas negras" que flotaban en el agua. Christ puso algunas de las motas flotantes bajo el microscopio, "y aparecieron ramitas y hojas fósiles en este sedimento congelado". Cuando las sacaron y les pusieron un poco de agua, se desplegaron, de modo que parecían haber muerto ayer. Era como haber viajado en el tiempo. Este tipo de plantas -posiblemente de un bosque boreal- sólo podrían crecer en Groenlandia si la capa de hielo de la isla hubiera desaparecido en su mayor parte, por lo que el siguiente paso era averiguar cuándo ocurrió eso, escribieron los autores del estudio.
Un viaje al pasado
Para datar las plantas, los científicos se fijaron en los isótopos (variantes del mismo elemento con diferente número de neutrones) del aluminio y el berilio, que se acumulan en los minerales cuando se exponen a la radiación que se filtra en la atmósfera. Estos isótopos pueden indicar a los científicos cuánto tiempo estuvieron expuestos los minerales en la superficie y cuánto tiempo estuvieron enterrados bajo tierra. Basándose en las proporciones de los isótopos, los autores del estudio determinaron que el suelo -y las plantas que crecieron en él- vieron por última vez la luz del sol hace entre unos cientos de miles y un millón de años. Según el estudio, los rastros de ceras de hojas en los sedimentos del núcleo se asemejan a los de los ecosistemas actuales de la tundra de Groenlandia.
El isótopo ambiental oxígeno-18, encontrado en el hielo encerrado en los poros de los sedimentos del núcleo, ofreció más pistas sobre este antiguo ecosistema. El oxígeno-18 en los sedimentos del núcleo era entre un 6% y un 8% más alto que la media durante la última parte de la época del Holoceno; una de las explicaciones es que procedía de las precipitaciones que impregnaban el suelo en las zonas más bajas, porque la cubierta de hielo era escasa. "Definitivamente, en ese lapso de tiempo tuvimos un noroeste de Groenlandia sin hielo", dijo Christ.
Basándose en los registros geológicos y la geoquímica oceánica, los científicos estimaron que la actual capa de hielo de Groenlandia persistió más o menos con el mismo tamaño durante unos 2,6 millones de años. Sin embargo, sus nuevos hallazgos muestran que el hielo desapareció casi por completo de Groenlandia en el período del hallazgo, lo que supone un umbral de estabilidad de la capa de hielo desconocido hasta ahora. De hecho, los científicos ya están advirtiendo que Groenlandia se está acercando a un punto crítico de pérdida de hielo, ya que se prevé que las nevadas invernales dejarán de reponer el deshielo estacional tan pronto como en 2055.