Descubren un “río de rocas” caliente, que evita que el Caribe se hunda
Revelan la presencia de un “río de rocas” caliente, que fluye enérgicamente por debajo de Centroamérica, y evita que parte del Caribe se hunda.
Investigadores de la Universidad de Houston publicaron un nuevo trabajo en Nature Communications con su reciente hallazgo, descubrieron pequeños cambios en la atracción gravitacional en la zona, que revelan la existencia de un "río de rocas" caliente, posicionado desde el Pacífico a través de una entrada por debajo de Centroamérica y se adentra en el Caribe.
Trabajaron con imágenes de satélite dentro del Caribe, y de tomografía del manto bajo el Caribe, el resultado de la investigación explica que, esta corriente subterránea existe y fluye en las profundidades de América Central desde hace 8 millones de años, cuando se abrió la puerta de entrada a Centroamérica elevando el lecho marino suprayacente varios cientos de metros, e inclinándolo hacia el noreste (hacia las Antillas Menores). Esta corriente fluye lo suficientemente rápido como para impulsar los movimientos de las placas tectónicas.
La placa tectónica del Caribe tiene una superficie de 3.2 millones de km², que incluye una parte continental de la América Central (Guatemala, Belice, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Costa Rica, Panamá y República Dominicana), y constituye el fondo del mar Caribe al norte de la costa de América del Sur. Esta placa se mueve en dirección sureste, y colinda con las placas: Norteamericana, Sudamericana, la de Cocos y la placa de Nazca.
Bajo el mar
Si no existiera esta corriente subterránea “Los océanos Pacífico y Atlántico estarían conectados sin necesidad del Canal de Panamá", explicó Lorenzo Colli, profesor asistente de geofísica, geodinámica y estructura del manto en el Departamento de Ciencias de la Tierra y Atmosféricas, y coautor del trabajo.
Estos resultados ayudan a comprender la forma de la superficie de la Tierra, su evolución en el tiempo a través de la aparición y desaparición de mares poco profundos, la conformación de puentes terrestres bajos y de las fuerzas que mueven las placas tectónicas y causan terremotos.
Hallazgo sobre las placas
Durante mucho tiempo los geólogos mantenían la idea de que las placas tectónicas se movían porque son arrastradas por el peso de las porciones que se hunden, y que una capa subyacente, caliente y más blanda (llamada astenosfera), que cumple la función de lubricante pasivo. Pero el nuevo estudio indica que la capa en realidad fluye tan vigorosamente que impulsar los movimientos de las placas.
Además, los investigadores descubrieron que la astenósfera se mueve cerca de 15 centímetros por año, lo que es tres veces más rápido que una placa promedio. Puede moverse independientemente de las placas superpuestas y arrastrarlas en una dirección diferente.
"Esto desafía la noción de que la subducción es siempre el motor", indicó Jonny Wu, coautor del estudio y profesor asistente de geología estructural, tectónica y estructura del manto. "Piense en las placas que se mueven como un disco de aerohockey y se lubrican desde abajo. En cambio, lo que encontramos es que la mesa de aerohockey está imponiendo sus propias corrientes en el disco que se mueve, creando un movimiento de abajo hacia arriba que no ha sido bien reconocido, y eso se cuantifica aquí".