¡Descubren una nueva Luna orbitando a la Tierra!
Con la ayuda de un gran telescopio, capturan la imagen de un cuerpo de tamaño pequeño orbitando a la Tierra. Se trata de una “miniluna” temporal, que va a permanecer junto a nosotros hasta abril. En esta nota descubrirás su posible origen y si pueden aparecer más.
Desde el Laboratorio Planetario Lunar de la Universidad de Arizona, en Tucson, el 15 de febrero de 2020, Kacper Wierzchos y Teddy Proyne descubrieron un pequeño satélite girando alrededor de la Tierra. Luego de unos días (el 24 de febrero), en el Observatorio Internacional Géminis en Maunakea, Hawaii, lograron capturar la imagen de un cuerpo celeste orbitando nuestro planeta que denominaron 2020 CD3, el nombre proviene del Centro de Planetas Menores de la Unión Astronómica Internacional.
La imagen tomada muestra un objeto de apenas unos metros de diámetro, un punto de luz pequeño que fue bastante complicado de captar por “Géminis Norte”, un telescopio grande (de 8 metros). A 2020 CD3 se lo reconoce ahora como una “miniluna” girando alrededor de nuestro planeta, pero los astrónomos estiman que no será así por siempre. Se trataría de una “luna temporal”, porque próximamente saldrá de la órbita terrestre. Según los astrónomos es muy probable que este objeto haya estado orbitando la Tierra por tres años, y probablemente será expulsado del sistema Tierra-Luna el próximo mes de abril.
Su origen
Según el investigador Grigori Fedorets, de la Universidad Queen’s de Belfast, que dirige estas observaciones, se barajan dos posibilidades en cuanto al origen de la “miniluna”. En principio podría tratarse de un asteroide capturado por la atracción gravitatoria terrestre, ya se encontró años atrás uno de este tipo; en 2006 se descubrió al primer asteroide rocoso (llamado 2005 RH120) que salió de la órbita terrestre. Sabemos que nuestra Luna tiene una larga historia girando alrededor de la Tierra, pero otros objetos han sido atrapados temporalmente por la gravedad.
La otra hipótesis sobre el origen de esta “miniluna”, es un poco menos encantadora tal vez, pero no se puede descarta de que se trate de chatarra espacial. Quizás un objeto de construcción humana lanzado al espacio décadas atrás, perdido y en desuso. Elon Musk asegura que “no es suyo”, dando a entender que no es parte de una nave, ni una herramienta, o satélite de los lanzados por Space X.
Para reconocer su naturaleza, la reflectividad será un factor de gran importancia, porque un asteroide rocoso tiene baja reflectividad, mientras que para desechos espaciales artificiales de fabricación humana, este parámetro en comparación es mucho mayor. “Observaciones adicionales para redefinir su posición nos ayudarán a determinar la órbita y el posible origen de este misterioso objeto”, declaró Fedorets.
¿Hay más “minilunas”?
Fedorets comenta que: “es probable que haya otros objetos similares por ahí.” Los científicos están esperando que el próximo Observatorio Vera C. Rubin esté en funcionando, para poder realizar estudios más profundos del cielo.
Una publicación reciente de Grigori Fedorets, Mikael Granvik (junto a otros astrónomos), titulada: “Descubriendo las lunas transitorias de la Tierra con el gran telescopio de sondeo sinóptico”, explica que los Orbitadores Capturados Temporalmente (por sus siglas en inglés, TCO) de la Tierra, son una subpoblación de objetos cercanos a nuestro planeta (NEO), que pueden proporcionar restricciones para los modelos de población NEO en el rango de 1 a 10 metros de diámetro, y son objetivos sobresalientes para la exploración in situ de asteroides.
Evalúan en detalle la posibilidad de descubrimientos de TCO con el próximo Gran Telescopio para Sondeos Sinópticos (LSST), que se construirá en el norte de Chile y se estima que entrará en funcionamiento en el año 2022. En el trabajo de Fedorets (y otros), simularon observaciones de TCO, evaluaron las tasas de detección del LSST, calcularon órbitas y fuentes de confusión. Además explican que, los asteroides potencialmente peligrosos tienen características de observación similares a los TCO, pero las dos poblaciones se pueden distinguir en función de sus órbitas solo con datos de LSST.