Descubrí la sorprendente playa en la que hay manantiales de agua dulce

En esta impresionante playa podrás tomar sol y disfrutar de un agradable baño en el Mediterráneo... ¡y también contemplar varios manantiales de agua dulce en la misma arena! ¿Dónde está y por qué sucede esto aquí?

Playa de las Fuentes Alcossebre
En esta playa el agua dulce surge en la misma arena, formando charcos e incluso un pequeño riachuelo.

Cuando pensamos en el típico día de playa a todos nos viene a la cabeza las típicas imágenes de sol, arena y, como no, agua salada. Pero en la costa del Azahar, en la provincia de Castellón (España), se encuentra un arenal muy especial en el que podrás disfrutar del agua dulce mientras tomas sol o te bañas en el Mediterráneo.

Esta playa se encuentra en el término de Alcalà de Xivert - Alcossebre, que linda con los términos de Peñíscola al norte y el de Torreblanca al sur. Precisamente, en el núcleo de Alcossebre podemos visitar este sitio tan particular: la playa de las Fuentes (o de les Fonts). Este geotopónimo ya nos está dando un pista muy importante de lo que nos vamos a encontrar en su suave arena.

Manantiales de agua dulce junto al mar

Se trata de una de las playas más populares del municipio castellonense gracias a sus 400 metros de longitud y su arena fina. Además, muchas familias eligen Alcossebre para pasar las vacaciones, disfrutar del paisaje, explorar grandes maravillas de la naturaleza cercanas a la zona y desconectar del agitado mundo de ciudad. Aunque no lo parezca, su aspecto actual es artificial.

No obstante, la mayor particularidad del arenal las Fuentes radica en que en ella hay varias surgencias o manantiales de agua dulce, e incluso varias de ellas se encuentran bajo la superficie del agua. El agua procede de un gran acuífero cuya extensión ronda los 2400 km², formado durante el Jurásico. Apenas tiene puntos de descarga naturales, y precisamente los de la playa es uno de los pocos lugares en los que el agua del acuífero aflora.

Resulta muy curioso poder contemplar en plena playa como brota y burbujea el agua, creando pequeños charcos. E incluso se genera un pequeño río, que podría ser uno de los más cortos del planeta. También se pueden observar en el mismo mar. Además, tras episodios de fuertes lluvias, el agua mana con más fuerza, dejando estampas sorprendentes. Es habitual que las piernas se hundan en estos agujeros.

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De acuerdo con algunas estimaciones, el agua subterránea dulce surge en varios puntos de la costa de Castellón a una temperatura más o menos estable todo el año, en torno a 18 °C, contrastando con la del agua salada del Mediterráneo, mucho más cálida, con picos en torno a los 30 °C en verano. Por este motivo, en esta playa el agua está más fresca que en otras de la zona, y por estos afloramientos de aguas frías y dulces no se suelen ver muchos peces.

Problemas de contaminación en los últimos años

A pesar del gran valor ecológico que presenta la playa de las Fuentes, en los últimos años la playa ha estado en el punto de mira por graves problemas de contaminación, obligando incluso a cierres puntuales del arenal en plena temporada turística al detectarse bacterias fecales en el agua de los manantiales. Debido a que procede del acuífero, resulta muy complicado encontrar el origen de la contaminación.

¿Hay más playas con manantiales en España?

Sin duda esta playa es la más mediática, pero en España no es muy extraño encontrar manantiales junto al mar, especialmente en aquellas zonas en las que predomina la roca caliza. Muy cerca de Alcossebre, en la preciosa ciudad de Peñíscola, el agua fluye por el subsuelo sin cesar desde hace miles de años, aflorando en el tómbolo en forma de importantes surgencias de agua en varios tramos de la gran roca sobre la que se asienta el centro histórico de esta localidad. También en la cercana torre Badum el agua dulce aflora en el mar, procedente del mismo acuífero.

Otro ejemplo muy curioso lo encontramos en la conocida playa de San Lorenzo de Gijón, donde hay un manantial que brota en la misma arena. Cuando los perros pueden bajar a la playa, se acercan a olfatear y beber del manantial, un agua dulce que está más fría que la del mar. Los más curiosos se ponen encima, ya que te puedes hundir rápidamente hasta las rodillas en estas "arenas movedizas". Eso sí, por ahora no hay constancia de que se haya tragado a nadie.