Después de una feroz sequía, el campo va por la segunda mayor cosecha de la historia
Un rotundo cambio de escenario climático le permitirá al campo picar en punta entre los dadores de dólares a la economía argentina. Llegaron las lluvias y el agro las convertirá en divisas.
Se suele decir que “no hay mal que dure 100 años”. En este caso fueron casi cuatro, donde cada día se sufrió como si fuera una década. En cada uno de esos días de sequía hubo tristeza, desolación y mucha inversión dilapidada. Vale explicarlo así porque ese tiempo transcurrido quedará en la memoria de miles de agricultores.
Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), gracias a la recuperación de humedad que se registró en los suelos, la producción 2023/2024 se ubicará en 137 millones de toneladas. Esto significa un ingreso en divisas que podría rondar los US$ 35.800 millones por exportaciones sólo del complejo agroindustrial.
Luego del desastre que significó la histórica sequía que afectó al campo durante la última campaña, la cosecha 2023/24 podría ofrecer -a partir de las lluvias registradas en noviembre y diciembre- un desempeño productivo muy auspicioso.
El impacto de las lluvias
En 2019 nuestro país ingresó en una seguidilla de sequías que transformaron casi todo el territorio nacional en un desierto. Las pérdidas millonarias se repetían una y otra vez en cada campaña agrícola y en el campo ya no quedaban energías para tolerar otro año seco.
Afortunadamente, este 2023 cierra con muy buenos acumulados en las regiones del NEA, NOA y centro del país, donde se destacan los núcleos norte y sur con muy buena condición de humedad en suelo. Según los expertos, esto permitirá el normal desarrollo de la cosecha gruesa y probablemente dejará un muy buen perfil para el inicio de la siembra de granos finos hacia el otoño próximo.
Con las lluvias de los últimos 60 días, los cultivos de verano (maíz, soja, girasol y sorgo) repuntaron fuertemente y corrieron mejor suerte que los de invierno (trigo y cebada). Sin embargo, estos últimos podrían verse beneficiados en la próxima temporada ya que las precipitaciones permitirán la recuperación de las napas, que hasta hace poco continuaban muy por debajo de los niveles adecuados en la región pampeana.
Los dólares llegarán desde el campo
Con estas perspectivas, las exportaciones agrícolas tendrán un fuerte repunte. Atrás quedarían los 25.300 millones de dólares del ciclo 2022/23 y se obtendrían US$ 35.800 millones, lo que implica una recuperación de US$ 10.500 millones.
En este caso será el tercer registro de la historia luego de los US$ 41.500 millones de 2021/2022 y los 39.500 millones de dólares de 2020/2021, que fueron ciclos de altos precios internacionales. Esos dólares serán determinantes en la economía local y pondrán al campo una vez más como un gran contribuidor a las arcas del estado.
Todo esto se lograría si se cumplen las estimaciones de la entidad rosarina, que prevé para el trigo una producción de 14,5 Mt, para la cebada 4,9 Mt, para la soja 50 Mt, para el maíz 56 Mt, para el girasol 4,3 Mt, para el sorgo 2,4 Mt y el resto de los cultivos 4,9 Mt.
El agro volverá a ser un generador de divisas genuinas, con un crecimiento cercano al 65% en exportaciones si se comparan los rendimientos de la campaña pasada con la actual. Esto impactará de lleno en las exportaciones totales de la Argentina, que podrían ubicarse en torno a los US$ 75.000 millones, donde el campo implicará casi la mitad de esa cifra.