Día de la Tierra en un mundo en cuarentena por coronavirus
Con los humanos en sus casas para resguardarse del coronavirus, el planeta llega este año a su día con un panorama que ni el más osado hubiera imaginado algunos meses atrás.
El 22 de abril se celebra cada año el día de la Tierra, aunque el nombre oficial es Día de la Madre Tierra. Esta celebración se realiza desde el año 1970, y surgió de una idea del senador estadounidense Gaylord Nelson que quería generar conciencia sobre problemas como la sobrepoblación, la contaminación, y la conservación de la biodiversidad. Con el paso de los años fueron sumándose otros graves problemas como el cambio climático.
La presión de Gaylord Nelson y sus seguidores logró que en su país se creara la Agencia de Protección Ambiental. Un gran evento fue desarrollado luego en 1972 cuando se celebró en Estocolmo, Suecia, la Cumbre de la Tierra. Cada año para este día se realizan acciones especiales en diferentes partes del mundo.
En 1990 montañistas rusos, estadounidenses y chinos se unieron para recolectar basura del monte Everest. Ya en ese año recolectaron más de dos toneladas. En 2019 en Meteored Argentina dábamos cuenta de que el pico más alto del mundo es uno de los lugares más sucios, y hubo que cerrarlo por limpieza. Y la basura acumulada superó las 335 toneladas. Y es solo un ejemplo del estado de nuestra casa, la Tierra.
La Tierra en tiempos de coronavirus
El COVID-19 no solo llegó para cambiar nuestras formas de convivencia, sino que ha alterado la relación del ser humano con la Tierra. En menos de dos meses, el hecho de que el mundo esté en cuarentena ha generado efectos muy claros en el medio ambiente y en quienes viven en él. Ciudades como Buenos Aires vieron como la contaminación se redujo a la mitad como resultado de la cuarentena.
Uno de los efectos más notorios se está registrando en la India. Ese país, con más de 1350 millones de habitantes inició el estado de cuarentena el 25 de marzo pasado. Los satélites indican un mes después que los aerosoles y contaminantes en el aire de ese país han disminuído a los niveles de hace 20 años atrás. Por primera vez el Himalaya se puede ver desde la India, como reporta, entre tantos medios, 20 Minutos de España.
El mismo efecto se ha registrado a nivel global. En el norte de Italia, una de las zonas más castigadas por el coronavirus, y motor económico de ese país, la paralización de casi todas las actividades ha descendido los niveles de contaminación impensados hasta hace unos meses atrás. Este año el día de la Tierra será con aire mucho menos contaminado en gran parte del mundo.
Los animales invaden las ciudades
Seguramente el hecho histórico de este día de la Tierra es que los humanos mayoritariamente estaremos en casa. Muchos países siguen lidiando con cifras enormes de muertos, y la luz al final del túnel no parece cercana. En ese contexto, el espacio que dejamos libre los humanos, es recuperado por sus habitantes naturales. Y es así que muchas ciudades asisten al espectáculo de animales recorriendo sus calles. En el caso de Madrid, el avance de jabalíes sobre zonas relativamente céntricas de la ciudad ha hecho que la administración local tuviera que tomar medidas para evitar problemas.
De hecho, según el diario El País, en Almería, el director de la asociación ecologista Serbal, Emilio González, cree que este periodo puede ayudar a la repoblación del gato montés o del águila perdicera. Imposible pensar este tipo de hechos en otro contexto. Otro hecho que ayuda a la repoblación de animales es que a la ausencia de humanos se le suma que casi no hay vuelos, por lo que el silencio vuelve a parques y bosques.
En Nara, Japón, los ciervos deambulan por sus calles naturalmente porque son tratados como mensajeros de los dioses. Generalmente ellos son alimentados por los habitantes y turistas que llegaban de a miles cada día. Hoy, pueblan sus calles en busca de alimentos por lo que es mayor el número que se aventura a la ciudad.
Son solo algunos ejemplos de cómo nuestra Tierra parece demostrarnos que tenemos que repensar algunas cosas una vez que el coronavirus pueda ser controlado. Algunos sugerían hace un tiempo que los humanos íbamos a destruir al planeta. La realidad nos muestra que los que estamos en peligro somos nosotros.