Día Internacional contra la Contaminación Electromagnética: cuidado, tu y tu familia podrían estar en peligro

El Día Internacional contra la Contaminación Electromagnética se celebra cada año el 24 de junio. Es una oportunidad para reflexionar sobre cómo nuestras decisiones tecnológicas afectan el medio ambiente y nuestra salud.

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Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay más de 1,4 millones de estaciones de base en todo el mundo que emiten señales de radiofrecuencia.

La contaminación electromagnética, también conocida como electrosmog, se refiere a la proliferación de campos electromagnéticos (CEM) en nuestro entorno debido al uso creciente de tecnologías inalámbricas y eléctricas. Estos campos pueden ser generados por dispositivos comunes como teléfonos móviles, routers Wi-Fi, torres de telecomunicaciones, líneas eléctricas y electrodomésticos.

No es un secreto que la tecnología facilitó y facilita nuestra vida diaria. Inventos como la radiografía (1895), la radio (1907), el wifi (1971) y los celulares (1973) son algunos ejemplos de aplicaciones tecnológicas que utilizamos todo el tiempo, pero todos estos inventos hacen uso de un elemento en común: el espectro electromagnético.

Se sospecha que determinados campos, como las microondas, a intensidades muy elevadas pueden afectar la salud humana como la animal alterando su vida reproductiva. Este tipo de contaminación no se puede evitar al cien por ciento, pero se puede reducir poniendo el teléfono celular en modo avión al momento de dormir, no abusando del uso de auriculares, usando un cable para internet en lugar de wifi y alejando los dispositivos de las camas al momento de dormir.

Impacto en la salud humana, ¿estamos en riesgo?

El auge del desarrollo tecnológico de las últimas décadas modificó el medio ambiente electromagnético natural que rodea al ser humano. Este fenómeno se produce en su mayoría en los centros urbanos; sin embargo, es difícil encontrar un lugar en el planeta que esté totalmente libre de radiaciones electromagnéticas artificiales.

Esta exposición ocurre en las viviendas, en el lugar de trabajo, en escuelas, en hogares geriátricos, en hospitales, calles o parques. El problema es que esos campos electromagnéticos tienen importantes efectos biológicos y afectan notablemente la salud de las personas expuestas.

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Algunos campos electromagnéticos a intensidades muy elevadas pueden presentar efectos nocivos para la salud.

Algunas investigaciones han arrojado que esa exposición puede causar trastornos de sueño, así como ser origen de estados depresivos o desórdenes afectivos. También puede generar la modificación de los niveles hormonales de melatonina, que podría causar enfermedades como el cáncer.

Esto conlleva a una reducción de la capacidad intelectual y de trabajo, provocando estrés, ansiedad, fatiga y, en general, trastornos neurológicos y psicológicos que causa un elevado riesgo de suicido, así como enfermedades psicosomáticas como la úlcera gástrica y ciertas disfunciones sexuales.

¿De dónde viene la contaminación electromagnética?

Proviene de una variedad de fuentes cotidianas y es importante conocerlas para poder tomar medidas preventivas:

  • Teléfonos Móviles y Antenas de Telecomunicaciones
  • Redes Wi-Fi
  • Instalaciones eléctricas defectuosas
  • Electrodomésticos
  • Transformadores
  • Computadores y afines
  • Teléfonos móviles
  • Redes wifi, bluetooth, etc.
  • Iluminación
  • Teléfonos inalámbricos
  • Hornos microondas

A medida que la tecnología avanza, es crucial encontrar un equilibrio entre los beneficios de los dispositivos inalámbricos y la protección de la salud pública. La investigación continúa siendo fundamental para comprender plenamente los efectos de los CEM y desarrollar tecnologías más seguras.

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Hay estudios científicos que detallan las posibles enfermedades causadas por la contaminación electromagnética.

En tanto, dado el creciente uso de teléfonos móviles y, por consiguiente, la posibilidad de una exposición más prolongada a lo largo de la vida, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha impulsado que se ahonden las investigaciones.

Qué hacer para protegernos del electrosmog

No debemos desesperarnos, pero sí ocuparnos ya que es posible reducir la exposición a campos electromagnéticos con algunas medidas simples y prácticas:

  • Poner el móvil en modo avión cuando se pueda, sobre todo por la noche.
  • No abusar de los auriculares y otros aparatos inalámbricos.
  • No poner lavavajillas, lavadoras, microondas y otros aparatos electrónicos cerca de las habitaciones.
  • No usar el móvil cerca de los bebés y los niños.
  • Apagar por completo los aparatos después de usarlos. Es decir, no usar el famoso stand by que en ocasiones puede permanecer encendido durante varias horas con la pantalla en reposo.
  • Comprobar que la instalación eléctrica no emita más radiaciones de lo estrictamente necesario y que las tomas de tierra funcionen bien.
  • Asegurar una buena ventilación en los espacios de trabajo y descanso puede disminuir los efectos negativos.
  • Apagar routers Wi-Fi y otros dispositivos electrónicos durante la noche.

El Día Internacional contra la Contaminación Electromagnética nos recuerda la importancia de ser conscientes de los riesgos que conlleva el uso de tecnologías modernas. Al tomar medidas para reducir nuestra exposición a campos electromagnéticos, no solo protegemos nuestra salud, sino que también contribuimos a un entorno más seguro y saludable para todos.