1 de junio: Día Mundial de los Arrecifes de Coral, ¿podrán sobrevivir a la humanidad del siglo XXI?

Un día especial para concienciar a la población sobre los enormes riesgos que afrontan estos ecosistemas marinos, y cómo podría cambiar la vida de todos en la Tierra si desaparecen. El lema para este 2024 es: "Despertar nuevas profundidades".

Arrecifes de Coral
Una tortuga marina nadando en un arrecife de coral en las Islas Maldivas. Créditos: Jayne Jenkm del Banco de imágenes. ONU.

Debido al calentamiento de los océanos, la pesca excesiva y la contaminación, los arrecifes de coral están en grave peligro. Si bien estos han sobrevivido a cambios ambientales masivos como, por ejemplo, la extinción de los dinosaurios y la era del hielo, los investigadores que siguen el paso a paso se alarman y cuestionan: ¿sobrevivirán a la humanidad del siglo XXI?

El panorama no es muy prometedor, dicen los científicos, quienes han determinado que para 2050 casi el 90 % de estos super ecosistemas, que entre otras cosas proporcionan el hábitat del 25 % de las especies marinas, así como medios de vida y valor para cientos de millones de personas, podrían estar extintos.

¿Qué son los arrecifes de coral?

Los corales, también conocidos como pólipos, son organismos invertebrados emparentados con las medusas que viven en simbiosis con millones de algas microscópicas llamadas zooxantelas.

El coral es una estructura que posee múltiples colores, formas y tamaños diversos, compuesta por millones de animales marinos denominados pólipos que convierten el calcio que contiene el agua de mar en piedra caliza, alrededor del coral.

Arrecifes de Coral
Los arrecifes de coral ocupan menos del 1 % del fondo oceánico, pero proporcionan el hábitat del 25 % de las especies marinas.

Los corales se agrupan en colonias y las colonias de gran tamaño se denominan arrecifes de coral, considerados uno de los ecosistemas más biodiversos del planeta, incluso más que los bosques tropicales, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP).

De hecho, se los conoce también como 'bosques tropicales del mar', porque alojan al menos a una cuarta parte de todas las especies marinas del planeta, entre flora y fauna como peces, langostas, cangrejos, pulpos, estrellas de mar y otros animales invertebrados.

Aunque los arrecifes de coral ocupan menos del 1 % del fondo oceánico, proporcionan el hábitat del 25 % de las especies marinas.

Un informe de la Sociedad Internacional de los Arrecifes de Coral (ICRS) indica que las más de 800 especies de corales de arrecife sostienen el 32 % de la vida marina, excluyendo microorganismos y hongos.

Tipos de arrecifes de coral

Estas formaciones de organismos marinos invertebrados, están ubicados especialmente en aguas tropicales, cálidas y poco profundas debido a que requieren de energía solar. Por esta razón, los arrecifes se ubican a una profundidad máxima de cincuenta metros bajo el mar.

Arrecifes de coral
Un buzo en un arrecife del Mar Rojo. Créditos: Cinzia Osele Bismarck / Banco de imágenes de arrecifes de coral. ONU.

Se pueden distinguir estos tres tipos:

  • Arrecifes costeros: ubicados cerca de la línea de la costa, y son las formas de arrecife más jóvenes
  • Arrecifes de barrera: se encuentran más alejados de la costa, forman una pared que separa las aguas profundas cerca de la costa y el mar abierto.
  • Atolones: son arrecifes con forma de anillo que sobreviven en aguas con una temperatura entre los 16 y 20 grados. Se ubican en las aguas cálidas de los océanos Pacífico e Índico, Mar Caribe y la costa este del centro de América del Sur.

Las múltiples funciones que cumplen los arrecifes de coral

Los arrecifes de coral actúan como ciudades submarinas, brindando alimento y medios de vida a numerosas especies marinas y humanas. Los peces que habitan en estos ecosistemas son una fuente crucial de proteínas, y los componentes de los arrecifes se utilizan para fabricar medicamentos vitales.

arrecifes de coral
Los arrecifes de coral son super ecosistemas.

Los arrecifes de coral son vibrantes ecosistemas que prestan una infinidad de servicios ecosistémicos que hacen posible la vida en la Tierra tal y como la conocemos.

El valor ecológico de estos ecosistemas marinos es vital para más de mil millones de personas que dependen de ellos para su sustento y protección.

Los arrecifes de coral protegen las costas e islas, porque absorben la energía de las olas reduciendo el impacto de tormentas e inundaciones, ayudando a evitar muertes y daños materiales, contribuyendo a la supervivencia de otras especies en aguas poco profundas cerca de la costa.

Arrecifes de coral
Los corales son muy sensibles a los cambios de temperatura del agua.

Por otra parte, generan ingresos gracias a los millones de turistas que viajan para apreciarlos y hasta son la materia prima de algunos medicamentos para combatir el cáncer.

Son realmente super ecosistemas, los científicos los llaman las células tropicales del mar, porque son tan ricas en biodiversidad y son muy valiosas. Son un activo natural increíble pero no los estamos tratando con cuidado, dicen desde Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

Además, los corales contribuyen a revertir el efecto invernadero, mediante la eliminación y reciclaje del dióxido de carbono.

Arrecifes de coral: cada vez más amenazados por el ser humano

El valor de los arrecifes de coral es incalculable para la vida en el planeta. Lamentablemente, se enfrentan a una crisis existencial debido a distintos factores: el global, que es el cambio climático; y a una serie de duras amenazas que son factores de estrés locales y muy peligrosos.

Como sabemos, el aumento de las temperaturas del océano es una consecuencia del calentamiento global. La extrema fragilidad de los arrecifes de coral ante el calentamiento de los mares los convierte en uno de los ecosistemas más vulnerables al cambio climático.

Arrecifes de coral
El cuarto blanqueamiento mundial de arrecifes de coral está en marcha.

El incremento de la temperatura de los mares y océanos, debido al calentamiento global, ocasiona una reacción en los corales conocida como blanqueamiento, disminuyendo su capacidad reproductiva y lapso de vida.

Los arrecifes de coral están siendo hervidos vivos”, asegura Gabriel Grimsditch de la división de ecosistemas marinos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

Los corales son muy sensibles a los cambios de temperatura del agua, y conviven en una simbiosis con algas microscópicas que se albergan dentro de ellos y les dan energía. Cuando la temperatura sube demasiado, esta simbiosis que da vida y energía al coral se rompe.

"Cuando esta simbiosis se quebranta es como la fiebre en los humanos, el coral queda muy estresado, muy débil y pierde su color y se blanquea. En esta situación el coral puede morirse muy fácilmente y vemos que hay muchos corales que cuando se blanquean sobreviven unos días, unas semanas, a lo mejor unos meses, pero en muchos casos pierden la vida”, explica Grimsditch.

Por otro lado, dentro de los otros factores antropogénicos negativos y locales se encuentran: la extracción y sobreexplotación indiscriminada de material coralino, para su comercialización; la contaminación industrial con desechos de materiales plásticos, pesticidas, fertilizantes y material inorgánico.

También, la construcción de infraestructuras marinas, como diques y puertos, sin el planeamiento adecuado le imprimen a los corales un daño; además, la mala canalización de aguas residuales que desembocan en los mares; los residuos de protectores solares que contiene oxibenzona y octinoxato y quedan en el mar; determinadas actividades turísticas como prácticas de navegación y buceo no supervisadas en áreas coralinas, etc.

Es por todo esto que, los científicos se siguen preguntando si los arrecifes de coral lograrán sobrevivir a la humanidad del siglo XXI. Por lo pronto, todos y cada uno de nosotros tenemos la enorme responsabilidad de protegerlos.

Aprovechemos para alzar la voz este 1 de junio, en el Día Mundial de los Arrecifes, bajo el lema 2024: "Despertar nuevas profundidades", que alineado con el Decenio de Ciencias Oceánicas de la ONU, nos urge a cambiar nuestra relación con los océanos de manera profunda y sostenible.