Día Mundial del no uso de Plaguicidas y la "tragedia de Bhopal": los efectos negativos en la salud y el ambiente
Cada 3 de diciembre se conmemora el Día Mundial del no uso de Plaguicidas, en homenaje a las víctimas de la tragedia de Bhopal. Una llamada de atención sobre las posibles consecuencias del uso de agroquímicos en la salud y el ambiente.
Los plaguicidas son químicos que se utilizan para controlar, prevenir y eliminar las plagas que nacen y se reproducen en las distintas plantaciones alrededor del mundo. Estos productos agroquímicos sintéticos fabricados por el hombre comienzan a elaborarse desde que comenzó la Segunda Guerra Mundial.
Actualmente se comercializan en casi todos los países para ser utilizados en la agricultura, pero los costos en salud y otros graves daños al ambiente han sido y siguen siendo cuantiosos.
El uso indiscriminado y sin ningún tipo de control de plaguicidas durante largas décadas, ha provocado daños irreparables no sólo a la salud de la población, sino también, graves consecuencias para el ambiente, incluyendo la fauna, la flora, los mares, etc.
Aunque el objetivo principal siempre ha sido erradicar la presencia de plagas que son las causantes de muchas enfermedades, esto no se ha podido lograr de forma definitiva, ya que siguen existiendo insectos transmisores de patologías, como por ejemplo el dengue. Múltiples estudios científicos actuales revelan que los insectos no logran ser controlados, y ofrecen resistencia al excesivo uso de agroquímicos, que en lugar de eliminarlos aumentan su reproducción.
También se conocen resultados de estudios relacionados a los daños en la salud por el indiscriminado uso de agroquímicos, que van desde intoxicaciones hasta cáncer.
¿Qué fue la llamada “tragedia de Bhopal”?
La tragedia de Bhopal fue un terrible hecho ocurrido hace exactamente 40 años, entre el 1 y el 3 de diciembre del año 1984, en la región de Bhopal en Madhya Pradesh, India, el desastre se originó al producirse una fuga al aire libre de un pesticida el isocianato de metilo (MIC), en una fábrica de plaguicidas (propiedad de un 51 % de la compañía estadounidense Union Carbide), por falta de mantenimiento y negligencia en los procedimientos de seguridad.
Se considera uno de los peores desastres industriales del mundo, más de 600 mil personas estuvieron expuestas al gas MIC. La sustancia altamente tóxica avanzó contaminando los pequeños pueblos ubicados cerca de la planta y sus alrededores.
Al entrar en contacto el MIC con la atmósfera, el compuesto liberado comenzó a descomponerse en varios gases muy tóxicos (fosgeno, metilamina, sosa cáustica y especialmente ácido cianhídrico, también conocido como ácido prúsico o cianuro de hidrógeno), que formaron una nube letal densa que recorrió a ras de suelo toda la ciudad. Miles de personas y seres vivos murieron de forma casi inmediata asfixiadas por la nube tóxica, y otras muchas fallecieron en accidentes al intentar huir de ella durante la desesperada y caótica evacuación de la ciudad.
Las estimaciones en el número de víctimas fatales y heridos son imprecisas, la cifra oficial de muertos inmediatos fue de 2259 personas, pero en el año 2008, el gobierno de Madhya Pradesh había pagado una indemnización a los familiares de 3787 víctimas muertas en la liberación de gas y a más de 574 mil heridos. Otras fuentes estiman que murieron 8 mil personas en dos semanas, y otros que el químico liberado dejó secuelas permanentes en más de 100 mil personas, y la cifra estimada de muertos por esta terrible tragedia crece hoy a 25 mil.
La causa del desastre sigue siendo objeto de debate. El gobierno de la India y los activistas locales argumentan que la mala gestión y el mantenimiento diferido crearon una situación en la que el mantenimiento rutinario de las tuberías provocó un reflujo de agua en un tanque MIC, lo que provocó el desastre. Union Carbide Corporation (UCC) argumenta que el agua ingresó al tanque a través de un acto de sabotaje.
Residuos de plaguicidas en alimentos, suelos y agua que nos enferman
Los plaguicidas se utilizan para proteger los cultivos contra insectos, malas hierbas, hongos y otras plagas. Son químicos potencialmente tóxicos para los seres humanos y pueden tener efectos agudos y crónicos en la salud de las personas, dependiendo de la cantidad y la forma de exposición.
Algunos de los plaguicidas más antiguos y menos costosos pueden permanecer durante años en el suelo y el agua. Muchos de estos productos químicos han sido prohibidos para uso agrícola en los países desarrollados, pero todavía se utilizan en muchos países en desarrollo.
Millones las personas a nivel mundial que han sido afectadas por el uso continuo de plaguicidas, que son fabricados con sustancias altamente tóxicas y contaminantes como el glifosato, un compuesto químico causante del cáncer. Es un herbicida altamente peligroso y que ya había sido denunciado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Hoy en día se utilizan más de mil plaguicidas en todo el mundo para garantizar que las plagas no dañen ni destruyan los alimentos. Cada plaguicida tiene diferentes propiedades y efectos toxicológicos.
Cuando una persona entra en contacto con grandes cantidades de plaguicidas, el resultado puede ser una intoxicación aguda o efectos a largo plazo en la salud que pueden incluir cáncer y efectos adversos sobre la reproducción.
Muchos de los plaguicidas más antiguos y menos costosos (sin patente), como el diclorodifeniltricloroetano (DDT) y el lindano, pueden permanecer durante años en el suelo y el agua. Estas sustancias químicas han sido prohibidas por los países que firmaron el Convenio de Estocolmo de 2001, un tratado internacional que tiene como objetivo eliminar o restringir la producción y el uso de contaminantes orgánicos persistentes.
La magnitud del problema
Para proteger a los consumidores de los efectos adversos de los plaguicidas, la OMS examina las pruebas y elabora listas de límites máximos de residuos aceptados internacionalmente.
La toxicidad de un plaguicida depende de su función y de otros factores. Por ejemplo, los insecticidas tienden a ser más tóxicos para los seres humanos que los herbicidas. La misma sustancia química puede tener diferentes efectos en diferentes dosis y vía de exposición.
Dado que los plaguicidas son intrínsecamente tóxicos y se propagan deliberadamente en el ambiente, su producción, distribución y uso requieren una regulación y un control estrictos. También es necesario controlar periódicamente los residuos en los alimentos y el medio ambiente.
La OMS tiene dos objetivos en relación con los plaguicidas:
- prohibir los plaguicidas más tóxicos para los seres humanos, así como los plaguicidas que permanecen durante más tiempo en el ambiente;
- proteger la salud pública mediante el establecimiento de límites máximos de residuos de plaguicidas en los alimentos y el agua.
Referencias de la noticia:
Residuos de plaguicidas en los alimentos. 15 de septiembre 2022. WHO.