Doble amenaza letal: el tifón Vongfong toca tierra en plena pandemia
Vongfong es el nombre de la destrucción para Filipinas por estas horas, el primer tifón de la temporada para el hemisferio norte, tocó tierra con brutal fuerza. Así se vive en un escenario de caos, con evacuaciones arriesgadas en medio de la pandemia.
Es un panorama muy arriesgado el que se vive por estos días en Filipinas. Por un lado las autoridades ordenan evacuar a la población en riesgo por la llegada del primer tifón de la temporada para el hemisferio norte, entre vientos huracanados, lluvias torrenciales, deslizamientos de tierra e inundaciones repentinas; mientras por el otro lado, esas mismas zonas afectadas por el tifón se encuentran en diversos niveles o fases de la cuarentena. El confinamiento por el COVID-19, y las evacuaciones masivas por la furia de Vongfong, mantiene a los filipinos realmente entre la espada y la pared.
El 15 de mayo se inicia cada año la llamada temporada de tifones para el Océano Pacífico Occidental; este año presentó su primer sistema apenas unos días antes de la fecha oficial de inauguración. El tifón Vongfong frente a la costa este del archipiélago de Filipinas, llegó a tener intensidad de viento sostenido de 195 km/h (con ráfagas superiores a 200 km/h), el equivalente a un huracán categoría 3 en la escala Saffir-Simpson. El jueves 14 de mayo tocó por primera vez tierra, impactando sobre las islas del centro este del país.
Mientras la población era advertida por la cercanía del peligroso fenómeno meteorológico, debían evacuar las zonas bajo alerta en condiciones de cuidados inéditos por el coronavirus. La consigna fue aguardar el golpe de la naturaleza dentro de los distintos albergues y refugios preparados, sin dejar de utilizar los tapabocas, y respetando todas las medidas de seguridad para prevenir el contagio del virus, una tarea combinada muy difícil de llevar a cabo.
En las últimas horas Vongfong tocó tierra unas seis veces y ha dejado ya sin energía eléctrica a una amplia zona. Al momento de redactar esta nota (temprano este viernes), según el boletín N° 22 emitido por la Administración de Servicios Atmosféricos, Geofísicos y Astronómicos de Filipinas (PAGASA), el sistema se debilita y es una tormenta tropical severa, con vientos máximos sostenidos de 110 km/h cerca del centro, y ráfagas de hasta 150 km/h. Se desplaza a 20 km/h hacia el noroeste en la región norte de la zona Laguna, su ojo se encuentra en las cercanías de Agdangan, Quezon.
El camino inoportuno de Vongfong
El ciclón que origina este caos, se formó el pasado 10 de mayo al este de Mindanao, Filipinas; ese día la Agencia Meteorológica de Japón (JMA), le asignó el nombre de Vongfong. El sistema avanzó lentamente hacia el oeste durante los días siguientes, intensificándose gradualmente sobre el océano caliente con estallidos convectivos, hasta convertirse el 12 de mayo en una tormenta tropical severa.
Al día siguiente, gracias a las condiciones favorables en la atmósfera con una débil cortante vertical de viento, y en el océano con temperatura del agua de 30°C, el sistema comenzó a intensificarse rápidamente. El Centro Conjunto de Advertencia de Tifones (JTWC) reportó que se trataba ya de un tifón de categoría 1 con vientos de 130 km/h. Pocas horas después logró mejorar su estructura con un ojo bien definido según PAGASA (quien lo bautizó como "Ambo"), y así alcanzó la categoría 3 con velocidades de viento sostenido de 195 km/h.
Impactó por primera vez en tierra el jueves 14 de mayo a las 12.15 p.m. (hora PST), en San Policarpo, en la isla Samar Oriental. El tifón comenzó a debilitarse luego al cruzar el Paso Ticao, mientras avanzaba tierra adentro cerca de Sorsogon. Avanzó por las Islas: Dalupiri, Capul,Ticao y, Masbate, en Samar del Norte el mismo día. Continuó su trayectoria moviéndose hacia el noroeste a unos 15-20 km/h este viernes 15. Cerca de las 8 a.m. tocó tierra en San Andrés, Quezón; los vientos destructivos e intensas lluvias se dieron en la región cercana a la pared del ojo sobre la península de Bondoc, en el sur de Quezón y la isla Burias en este momento.
En Manila (es la capital de Filipinas), una ciudad costera densamente poblada en la isla de Luzón que comenzó a recibir lluvias, continuarán con intensidad de moderada a fuerte hasta parte del sábado, con ocasionales tormentas y fuertes vientos, indicados en el pronóstico. Según los datos brindados por PAGASA, mañana 16 de mayo el sistema se ubicaría en las proximidades de Banqued, Abra; y entre el domingo y el lunes pasará a 70 km al sudoeste y a 450 km al noreste de Basco en Batanes.
Entre la espada y pared
Más de 200 mil personas viven en las zonas costeras y en casas precarias, en las provincias golpeadas por Vongfong que todavía acecha al archipiélago de Filipinas. Además de toda esa cantidad de evacuados, decenas de millones de personas viven a lo largo del recorrido total pronosticado hasta el momento, que están atravesando al mismo tiempo el confinamiento por el nuevo virus, en una suma de problemas graves.
Decenas de miles de residentes en la zona alertada, debieron trasladarse a los centros de evacuación, que debido a la pandemia del Covid_19 sólo se les permitió ocupar en un 50% de su capacidad, como parte de las medidas de prevención para contener la propagación de la enfermedad. El Coronavirus no da tregua aunque un tifón arrase la zona.
Frente a la gran cantidad de evacuados, se hace muy difícil mantener y asegurar el distanciamiento social en esta situación de fenómeno natural extremo; por eso las autoridades locales pidieron ayuda complementaria a casi 50 iglesias, para que formen parte del albergue y refugio, según confirmó el jefe del servicio de desastres en la provincia central de Albay, Cedric Daep.
Al momento de escribir esta nota, Filipinas lleva según números oficiales 790 muertes y más de 11800 contagiados de Covid-19, (aunque se estima que las cifras reales son superiores, debido a la falta de test de diagnóstico, según lo señalan distintos medios locales.
Advertencias y evacuaciones
Previo a que el sistema toque tierra por primera vez, se emitieron distintas alertas por la proximidad de Vongfong, advertencias de “señal 3” para la totalidad del Samar Oriental y una porción del Samar del Norte durante el jueves. Hoy viernes, si bien en el último informe se debilitó la advertencia a "señal 2", se puede experimentar una altura de marea de tormenta de hasta 2 metros sobre las áreas costeras de la región de Bicol, Quezon y Aurora, lo que puede resultar en una inundación potencialmente mortal, mientras los centros de evacuación están desbordados.
Se le sigue aconsejando a los residentes de las áreas detalladas en el informe de PAGASA, que tomen las medidas apropiadas, coordinen con las oficinas locales de reducción y gestión de riesgos de desastres y continúen monitoreando las actualizaciones, especialmente los avisos locales de lluvia o tormentas eléctricas y las advertencias de fuertes lluvias por posibles inundaciones y deslizamientos de tierra inducidos por la lluvia intensas y/o persistentes que pueden ocurrir en áreas muy susceptibles.