El calentamiento global incrementa los niveles de yodo en la atmósfera

En los últimos 60 años el nivel de yodo en la atmósfera se triplicó en el océano Atlántico norte. ¿Cuál es el rol del cambio climático y su impacto sobre el hielo del Ártico?

Yodo en la atmósfera
El nivel de yodo en la atmósfera se mantuvo constante por más de dos siglos, hasta aproximadamente 1950

Científicos de diferentes países llegaron a la conclusión que las concentraciones de yodo en el Atlántico norte se han multiplicado por tres en los últimos sesenta años en el Atlántico norte. Rafael Fernández, argentino e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) formó parte de estas investigaciones.

Para llegar a estas conclusiones se analizaron muestras de hielo extraídas de la península de Renald, en la costa este de Groenlandia. Fernández indicó que “desde hace varios años se viene trabajando en el impacto que tiene la química de los halógenos en las regiones polares”. Muchos compuestos orgánicos sintéticos contienen halógenos y son utilizados en la industria.

Las muestras de hielo permitieron obtener registro de medidas durante 260 años, o sea de 1750 hasta el presente. Del análisis se pudo demostrar que el nivel de yodo en la atmósfera se mantuvo constante por más de dos siglos, hasta aproximadamente 1950. Desde allí, hasta 2011 los valores se triplicaron.

El yodo y la salud

La presencia de yodo en la atmósfera puede tener consecuencias sobre la salud. Se sabe que muchas enfermedades de la tiroides están relacionadas con la escasez de yodo. Los científicos explican que al haber aumentado las emisiones de yodo, se han incrementado el transporte y la deposición sobre los continentes, y este elemento puede entrar a los cultivos. Hasta allí sería un aspecto positivo.

Pero al mismo tiempo, los halógenos participan en numerosos procesos oxidativos, por ejemplo de mercurio, que es bastante perjudicial para la salud. Y al facilitar la oxidación de mercurio, en el océano nutren a las altas y se acumulan en peces, algo que no es saludable.

Groenlandia
Para el estudio se extrajeron muestras de hielo de la península de Renald, en la costa este de Groenlandia

¿Por qué aumentó el yodo en la atmósfera?

Para responder esa pregunta se utilizó un complejo computacional de química - clima. Allí encontraron dos mecanismos que actuaron sobre el incremento de yodo en la atmósfera. Uno de ellos permitió explicar el aumento desde 1950 hasta mediados de los '90, y el segundo desde ese momento en adelante.

El primero de los mecanismos está asociado con el aumento del ozono troposférico en el hemisferio norte, derivado de las emisiones de gases contaminantes emitidos por la actividad humana. Según explica Fernández, el ozono se deposita sobre la superficie del océano y produce reacciones que captan el yoduro marino en estado acuoso, que puede luego escapar como yoduro gaseoso a la atmósfera.

Desde mediados de los '90 el ozono troposférico se estabiliza tras los acuerdos internacionales para evitar su emisión. pero el yodo en la atmósfera siguió creciendo. Esto se explicaría por el impacto del calentamiento global en la dinámica de formación y derretimiento del hielo ártico.

Con el calentamiento global, el Ártico no sólo se está achicando, sino que además el espesor del hielo marino es más delgado y posee mayor cantidad de poros y grietas. Esto permite que la radiación solar pueda penetrar hasta la base del hielo, incrementando la actividad biológica de distintos tipos de algas que producen distintas sustancias yodadas.